22 noviembre 2009

“La campaña se olvidó de los 14.000 niños muertos cada año”

La Prensa

Su impecable español delata los cuatro años como representante de la oficina de Unicef en México y Ecuador entre 1999 y 2006. La seriedad de su talante, la calidad de su trato y la visión de largo plazo revelan su ascendencia japonesa. Desde julio de 2008, Yoriko Yasukawa es la Representante Residente de las Naciones Unidas en Bolivia. Desde entonces, no pasó desapercibida. Dijo su palabra firme y clara, en diversas ocasiones, sobre los conflictos más duros que enfrentó la democracia boliviana en los anteriores 16 meses. Nunca olvido su mano solidaria en momentos en que los periodistas de La Prensa enfrentaban amenazas de muerte por ejercer su derecho a informar sobre la corrupción que aún azota a las estructuras del Estado.

A dos semanas de las elecciones generales que se realizarán el 6 de diciembre, Yasukawa dice con diplomacia, pero sin pelos en la lengua, que los candidatos obviaron debatir los puntos básicos de la agenda social, en particular se olvidaron de los 14.000 niños que mueren cada año en el país por el flagelo de la pobreza. El desafío que se viene: acordar la puesta en marcha de la nueva Constitución Política del Estado (CPE) por la única vía posible para un desarrollo real: el diálogo y la concertación. Éste es el diálogo que sostuvo con La Prensa:

¿Qué expectativa tiene la Organización de las Naciones Unidas (ONU) respecto de las elecciones generales del 6 de diciembre?

Primero, hay que decir “qué bueno” que los bolivianos tengan esta oportunidad para, a través de su voto, decidir qué va a pasar en el país, quién va a liderar a Bolivia y qué tipo de visión va a prevalecer en los próximos años. Creo que hay que celebrar que exista esta oportunidad. Esperamos que estas elecciones se lleven a cabo de manera pacífica y que la gente pueda ejercer plenamente ese derecho al voto libre y secreto. Además, que se maneje este proceso de la manera más transparente posible, para que los resultados tengan plena legitimidad a los ojos de la población.

Llegar a este punto de la transición hacia un nuevo Estado no ha sido fácil, teniendo en cuenta el profundo proceso de polarización en el que está inmersa la democracia boliviana. ¿Ud. coincide con aquellos que creen que se superó esta división entre los bolivianos? ¿Cree Ud. que el diálogo realmente abrió puertas para pensar entre todos un nuevo Estado?

Es importante recordar los logros del diálogo y la construcción de consensos. Coincido, ha sido un proceso difícil. Volviendo al año pasado, la fuerte polarización, la confrontación y la violencia, creo que fue un proceso muy doloroso y penoso. Sin embargo, hay que recordar que el país fue capaz de superar esa situación tan difícil a través del diálogo y la construcción de acuerdos. Igual, con la ley electoral, en abril. Parecía muy difícil llegar a un acuerdo, sin embargo se pudo hacerlo. Por eso, es muy importante seguir construyendo sobre estos logros, para que el diálogo, de verdad, se convierta en una práctica permanente de la democracia boliviana. No sólo como instrumento para resolver conflictos coyunturales y no el último recurso después de que todo lo demás haya fallado. Sino que el diálogo sea la opción primera y permanente.

Las condiciones del proceso boliviano no permiten confiarse de que irá por esa vía, mucho más si vemos que aún están latentes las pulsiones hacia la violencia y la confrontación. ¿Cuáles son esos temas que los bolivianos deben resolver por la vía del diálogo?

Un aspecto que me parece importante reflexionar es que los conflictos siempre existen. Bolivia no es el único país con conflictos de opinión y de intereses en una diversidad de temas. Tampoco podemos caer en pensar que Bolivia es el único país en esos términos. Si vemos en Estados Unidos todo el debate sobre la reforma de salud, el conflicto es muy fuerte allí. La existencia del conflicto no es algo malo en sí mismo. El tema es cómo resolverlo.

Bolivia enfrenta un enorme reto para definir una cantidad de temas sobre el futuro del país. Se llegó a un acuerdo sobre una nueva Constitución, se aprobó un texto, pero allí surge todo un tema sobre cómo aplicarla y cómo implementarla. El gran desafío es ése, cómo hacer para ponerla en práctica, porque hay mucha expectativa. El poder responder con suficiente agilidad y seriedad a esas demandas es un enorme reto. Creo que es importante priorizar, porque la Constitución, por su naturaleza, tiene que abarcar todos los ámbitos de la sociedad. Sin embargo, la gestión gubernamental necesita priorizar los temas. No se puede hacer todo a la vez. También pensar en cuáles son los temas en los que se pueden lograr acuerdos más rápidamente. Como Naciones Unidas, hemos tratado de llamar la atención sobre algunos temas que nos parecen esenciales. Aquellas condiciones mínimas para que todos los bolivianos puedan gozar de una vida digna. Son temas importantes, pero que nos parece se les da muy poca prioridad en el debate público. Son cosas muy sencillas. Que todos los niños vayan a la escuela y que completen una educación básica de calidad. Que todos los bolivianos tengan acceso a buenos servicios de salud. Que todas las familias cuenten con recursos económicos mínimos para acceder a sus necesidades básicas. Otro tema importante es lograr un desarrollo que garantice estos mínimos para todos, sin destruir la naturaleza. Bolivia es líder en esta materia, por la certificación de bosques por ejemplo, sin embargo, cada año se siguen destruyendo 300.000 hectáreas de bosques. No podemos seguir así. Estos mínimos son temas sobre los cuáles todos podrían ponerse de acuerdo. El cómo es un tema complejo, pero por lo menos vamos a comprometernos sobre esos mínimos.

¿Le parece que la campaña electoral en la que estamos embarcados tomó en cuenta y debatió esos mínimos? La Prensa publicó un informe que demuestra que fueron más los insultos y las peleas que las propuestas… ¿Esto es así?

A estos temas todavía se le ha dado muy poca prioridad y poco espacio. Es normal en cualquier país que las elecciones tiendan a enfatizar las diferencias, porque “yo candidato quiero que voten por mí y no por el otro”, por eso se resaltan las diferencias. Pero, al mismo tiempo que se explica que la propuesta de uno es la mejor, también es posible llamar a la unidad y al acuerdo sobre las grandes metas del país. Es tan urgente, porque Bolivia ya de por sí tiene rezagos muy grandes que se han acumulado a través de décadas, no es algo que comienza en este Gobierno. Es muy importante entender esto, para que todos comprendan que tienen una responsabilidad para cerrar estas brechas. Que cada año mueran 14.000 niños antes de cumplir un año. ¿Por qué eso no es noticia y no se ve como una emergencia, y no forma parte del debate electoral? O que uno de cada cuatro niños ni siquiera termina la primaria o que seis de cada diez bolivianos viven en la pobreza. O la destrucción de la naturaleza.

Entonces, me preocupa que esto no se debata, pero creo que es posible decir, aún en un proceso electoral, unámonos en torno a estos cuatro mínimos. Y debatamos cómo llegar allí.

¿Ampliaría esos cuatro mínimos a la vigencia y el respeto de los derechos humanos? Más allá del reclamo, incluso político de la oposición, hay una preocupación por la violación de los derechos humanos durante la gestión de Evo Morales. En particular, está el caso de Leopoldo Fernández, a quien se le conculcan sus derechos políticos al no permitírsele hacer campaña. ¿Cómo ve este tema?

La libertad de expresión es un mínimo que hay que garantizar para todos. Al mismo tiempo, es importante recordar que estos otros mínimos que mencioné también son derechos humanos. La gente tiende a pensar los derechos humanos sólo en términos de derechos políticos. Los conflictos que tenemos hoy en día también se basan en que mucha gente esté excluida de sus derechos fundamentales, de no morir por una tontera, tener una mínima educación para poder desarrollar sus capacidades humanas, para gozar de las oportunidades que existen o crear oportunidades para otros. Los derechos humanos son por definición universales y hay que garantizarlos para todos. Pero pensemos en los derechos de manera integral. Sobre el caso de Leopoldo Fernández, yo ya he dicho que las resoluciones del Órgano Electoral hay que respetarlas, todos los actores tienen que acatar sus mandatos porque la Corte es la autoridad en el proceso electoral y es muy importante fortalecer esa institucionalidad para fortalecer la democracia boliviana.

Ud. dice que todos deben asumir su responsabilidad en este proceso electoral. ¿Cómo observa el rol de los medios de comunicación?

El papel de los medios es importantísimo, primero para que la gente tenga información sobre quiénes son los candidatos y qué proponen. A nosotros sí nos gustaría que a estos mínimos se le dé más espacio y más importancia. Porque son temas fundamentales. Sé que es difícil para los medios ver más allá de la coyuntura, porque hay que hacer noticia. Pero creo que estos temas, como la muerte de 14.000 niños al año y que como sociedad sea aceptado, debe llamarnos la atención. Y no lo digo como crítica a los bolivianos, creo que como cooperación internacional también hemos tenido una gran responsabilidad. Ya tenemos varias décadas de trabajar en Bolivia y todavía tenemos estas brechas.

¿Cómo ve a Bolivia para adelante? ¿Ud. cree que podrá encontrar ese camino hacia la concertación y de resolución de sus conflictos por la vía pacífica?

Somos optimistas, si no, no estaríamos aquí. Me gustaría resaltar que Bolivia fue capaz de resolver diferencias muy grandes a través del diálogo, la Constitución fue un proceso muy complicado, y en esa ocasión los líderes políticos fueron capaces de sentarse y perseverar hasta llegar a un acuerdo. El pueblo, a la vez, fue capaz de aprobar ese texto a través de un proceso democrático. Ése fue un gran logro. También la ley electoral. Creo que es muy importante para todos recordar que sí pudimos dialogar y concertar y construir sobre esos logros. Es que la democracia y el diálogo no se construyen solos, requieren esfuerzos conjuntos y fe. Sobre los temas de estos mínimos sociales, también. Por un lado, persisten grandes brechas, pero también el país ha logrado grandes avances. La ONU lanzó hace poco un documental sobre 200 años de derechos y desarrollos y ahí sí uno ve en una perspectiva histórica tan lejos que hemos caminado. En democracia, también. Desde el voto calificado hasta el voto universal, hasta tener un Presidente indígena. Es un gran avance histórico. Yo siempre menciono el número de niños muertos cada año, pero comparado con hace 20 o 30 años, mueren muchísimos menos niños por causas prevenibles. Estamos acercándonos a la universalidad de la educación primaria, pero falta. Estamos avanzando, pero hay que hacerlo con más rapidez, para no caer en esa idea de que todo está mal y que no se puede hacer nada. Hemos avanzado, sigamos en ese camino.

“¿Por qué no es noticia la muerte de niños cada año?”

“Todos tenemos que asumir nuestra responsabilidad”

“Hemos avanzado, pero hay que hacerlo con más rapidez”

“Bolivia demostró que puede resolver sus problemas por la vía del diálogo”

PERFIL

Nombre: Yoriko Yasukawa, es de nacionalidad japonesa.

Cargo: Representante de la ONU desde 2008.

Antecedentes: Directora de Unicef en México y Ecuador entre 1999 y 2006.

Líder: En 2006, la revista Líderes la nombró como una de las personalidades más influyentes de México.

morales@laprensa.com.bo

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