Consultado sobre la salida del padre Mateo de Bolivia, el vicepresidente Álvaro García Linera, dijo esta mañana que el Gobierno no tuvo nada que ver en el cambio de destino del sacerdote camiliano, que deberá continuar con su apostolado en Argentina.
“Mi comentario personal es que lo que hizo el padre (Mateo) no es correcto”, señaló García Linera, con respecto a la campaña del 10% para la salud que emprendió el religioso y que alcanzó su punto álgido hace tres meses, en junio, justo antes de la visita del papa Francisco a Bolivia.
El religioso demandó que el Gobierno nacional asigne un 10% de presupuesto para la salud. Demandó “que los gastos para la salud disminuyan y se lo dije en conferencia de prensa, él no pudo negarlo, se escondió y lo gambeteó”, sostuvo el ‘vice’ en entrevista con la Red Uno.
“Nos pedía que del 13% se baje a 10%. Después nos dijo: ‘no es el 10% del Presupuesto (General del Estado), es el 10% del Producto Interno Bruto (PIB)’ y eso ya son cifras distintas. Entró en contradicciones y nos quedamos callados, el hombre había metido la pata”, agregó el segundo hombre al mando de Bolivia.
Marcha de apoyo
La noche del lunes cientos de personas realizaron una marcha en apoyo al padre Mateo. En la protesta pacífica, que llegó a la plaza 24 de Septiembre de la ciudad de Santa Cruz, los congregados pedían a la Iglesia católica que dé marcha atrás en la orden de cambio de destino del religioso, a quien agradecieron su trabajo en pro de la salud.
La anterior semana el sacerdote anunció el fin de su misión en Bolivia y la continuidad de su apostolado en Argentina. A su vez, la Arquidiócesis de Santa Cruz deslindó responsabilidades sobre esta decisión y sindicó a la Orden Camiliana, congregación religiosa a la que pertenece el padre Mateo Bautista, de haber tomado esa medida.
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