En la ciudad existe una larga lista de obras inconclusas y otra de terminadas pero que aún no funcionan. Ante esta situación, la actual gestión busca subsanar los factores que traban su culminación o apertura, pero no hay plazos establecidos.
Un ejemplo crónico es el mercado campesino Coraca, ubicado en la avenida Beijing, que tiene un 50 por ciento de avance.
Se comenzó a construir en 2010 y fue abandonado en 2012. La empresa constructora Codepana cobró el 85 por ciento de la ejecución de la Unidad de Proyectos Especiales (UPRE) del Ministerio de la Presidencia.
El mercado se hizo con recursos del programa “Bolivia Cambia, Evo Cumple”. Fue financiado con apoyo de Venezuela. El secretario general del municipio, Ricardo Pol, dijo que viajó a La Paz para gestionar que la obra pase a la Alcaldía para que se pueda culminar con recursos municipales. Pero, aún no hay una solución.
“Viajé para ver estos temas con la UPRE y la Embajada de Venezuela. Se han obviado pasos administrativos que estamos resolviendo. La Alcaldía no puede destinar recursos a algo que no está claro el derecho propietario. El terreno es propiedad municipal, pero no la infraestructura, tiene que ser transferida”, dijo.
Mientras tanto los comerciantes exponen sus productos a la intemperie en medio de incomodidades para los consumidores.
Otro caso de obras inconclusas es la terminal interprovincial. La obra está paralizada desde 2009, luego de una inversión de 6 millones de bolivianos por parte del programa “Bolivia Cambia, Evo Cumple”. La Gobernación retomó este año la construcción.
Su funcionamiento puede despejar las vías que actualmente se usan como paradas.
El secretario general lamentó que estas obras no tuvieran el control y fiscalización adecuados. “Casi todas están mal hechas y con problemas administrativos, porque han tomado cursos irregulares”, dijo.
El mercado Santa Bárbara, al sur de la ciudad, está listo para inaugurarse pero tampoco funciona. El lugar es un mingitorio y está ocupado por indigentes. La obra costó 9 millones de bolivianos. Pero entre 2013 y 2015 se invirtieron 300 mil y 500 mil en refacciones.
Estacionamiento
El parqueo bimodal, ubicado en la calle Santiváñez entre Junín y Hamiraya, tiene capacidad para albergar 120 vehículos y 60 bicicletas. Requirió una inversión de 16 millones de bolivianos.
Después de cuestionar en varias ocasiones que la obra no funciona, la Alcaldía recién la habilitó para la ciudadanía. Los conductores pueden dejar sus motorizados por cinco bolivianos la primera hora y por cada hora adicional, un boliviano.
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