La Prensa
El presidente Evo Morales tiene el poder absoluto. Reelecto con el 63 por ciento, controla el Órgano Ejecutivo y, con más de dos tercios, la primera Asamblea Legislativa Plurinacional, y se abre la puerta para un tercer mandato previa modificación parcial de la Constitución Política del Estado (CPE).
El Jefe de Estado, anoche en su discurso desde el Palacio Quemado ante miles de sus seguidores, dijo que acelerará el “proceso de cambio”. “Tenemos la responsabilidad de acelerar este proceso, que obtengamos más de dos tercios en Diputados y Senadores me obliga a acelerar este proceso de cambio”.
Asimismo, convocó a los opositores a “trabajar” en su proyecto político porque “primero es Bolivia” y destacó que su próximo Gobierno se caracterizará por el diálogo. “Somos un Gobierno de diálogo y de acuerdos”.
No obstante, los analistas políticos Carlos Cordero, Carlos Hugo Molina e Iván Mendieta coinciden, por separado, en que los resultados de estas elecciones empoderan al presidente Morales más allá de los cálculos estadísticos.
Un 63 por ciento para el Mandatario, según Cordero, representa que él no perdió su popularidad en su primera gestión de cuatro años y eso le da un amplio respaldo popular para realizar cambios en el país, y con más de dos tercios en la Cámara de Diputados y la de Senadores puede aprobar las leyes que considere necesarias sin recurrir a acuerdos y a los decretos supremos como lo hizo en este tiempo de transición.
Para Molina, en cambio, esta “holgada victoria” consolida su proyecto hegemónico que no alcanzó el 18 de diciembre de 2005 cuando fue elegido con un respaldo de 54 por ciento. “Tiene el control de dos poderes fundamentales y la oposición no tiene chances para negociar sus propuestas”. Mendieta opina que “ahora es cuando” el Jefe de Estado debe poner en marcha el “nuevo Estado” plurinacional y autonómico que está plasmado en la Constitución Política del Estado de corte indigenista. “Evo no tiene oposición, puede hacer lo que quiere”.
El Presidente ayer admitió que ahora sí tiene “vía (libre) para la aplicación de la Constitución” porque ya tiene la llave que necesita para crear el “nuevo Estado”, para desarrollar sin trabas la Carta Magna y para reconstruir a su medida instituciones como la Corte Suprema de Justicia, el Tribunal Constitucional, el Tribunal Agrario, el Consejo de la Judicatura, el Ministerio Público y la Contraloría General del Estado, entre otras instituciones que están debilitadas.
Según el vocero del binomio oficialista, Jorge Silva, el MAS dará estricto cumplimiento a Constitución en cuanto a plazos de su aplicación. La Asamblea Legislativa, 180 días a partir de su instalación, debe sancionar las leyes del Órgano Electoral Plurinacional, de Régimen Electoral, de Órgano Judicial, de Tribunal Constitucional y de Autonomías.
El oficialismo ya tiene redactados estos proyectos de ley y los socializará con sus diputados y senadores electos y movimientos sociales, por ejemplo, el anteproyecto de Ley de Autonomías tiene que ser modificado porque fue rechazado por sectores afines al Gobierno, como el Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu (Conamaq), porque no fue socializado.
Los proyectos normativos serán presentados hoy en una reunión de gabinete ministerial que se realizará en el lago Titicaca y el martes en la ciudad de Cochabamba en otro consejo de ministros, parlamentarios electos y sectores sociales.
En el plazo de un año desde la elección de los asambleístas y el Ejecutivo, las concesiones sobre recursos naturales, electricidad, telecomunicaciones y servicios básicos deben adecuarse al nuevo régimen jurídico establecido en la Constitución. En ese mismo plazo las concesiones mineras de minerales metálicos y no metálicos, evaporíticos, salares y otras en reservas fiscales quedarán sin efecto legal alguno.
Como el camino está expedito para realizar “cambios profundos”, en el MAS se habla de permitir en 2015 una segunda reelección del presidente Morales, aunque este proyecto es aún a largo plazo, pero forma parte de la tendencia que ya se propagó en otros gobiernos “antiiemperialistas” que respaldan al Mandatario, como Venezuela, Ecuador o Nicaragua.
El senador Félix Rojas (MAS) abrió esa posibilidad, aunque para el vocero de la campaña del binomio presidencial, Jorge Silva, “aún no se analizó el tema” en la plana mayor del oficialismo, pero según el analista Iván Mendieta es la única posibilidad de mantener con vida el “proceso de cambio”. “No hay herederos de Evo, no hay nuevos caudillos en el MAS y la única alternativa es Morales”.
El artículo 168 de la Carta Magna señala que el Presidente del Estado Plurinacional puede ser reelegido por una sola vez de manera continua; esta regla no se aplicaría para Evo Morales porque ya fue reelegido; sin embargo, podría modificar parcialmente la CPE. El artículo 411, parágrafo II, indica que el texto constitucional puede ser reformado parcialmente a petición del 20 por ciento del electorado o dos tercios (110 votos) de la Asamblea Legislativa, que tendrá 166 parlamentarios, de los cuales, según el conteo rápido de Equipos Mori, 110 son del MAS.
Esa cantidad de parlamentarios es suficiente para asumir el control absoluto de la sesión y aprobar las leyes sin necesidad de un debate entre oficialismo y oposición.
El presidente del Senado y candidato a la reelección por Unidad Nacional (que no fue reelecto), Óscar Ortiz, advirtió sobre esta posibilidad y dijo que “el MAS y no necesitará cercos sino sólo una instrucción de los jefes”, en referencia al presidente Evo Morales y el vicepresidente Álvaro García Linera.
En la actual gestión parlamentaria, el oficialismo sólo controla la Cámara de Diputados, mientras que la Cámara de Senadores es dominada por la oposición. Con el dominio absoluto del poder, el partido oficialista tiene previsto reabrir el juicio contra el presidente suspendido de la Corte Suprema de Justicia Eddy Fernández y la ministra también suspendida Rosario Canedo.
Además está en agenda la aprobación de leyes como la de lucha contra la corrupción Marcelo Quiroga Santa Cruz y la de Educación Avelino Siñani-Elizardo Pérez.
Morales dedica su victoria a presidentes del Alba
El presidente Evo Morales dedicó el triunfo de más de 62 por ciento de los votos obtenidos durante la elección de ayer a los países y gobiernos llamados antiimperialistas y anunció que la próxima reunión del Alba debatirá las medidas necesarias para profundizar el socialismo.
Morales explicó que el próximo fin de semana, entre el 13 y 14 de diciembre, se reunirá con sus colegas de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba). La cita presidencial se realizará en La Habana, Cuba, donde además se celebrará el quinto aniversario de este bloque.
“Hay una cumbre de los jefes de Estado del Alba para debatir profundamente el socialismo y de esta manera salvar a la humanidad en su conjunto. El triunfo en Bolivia no solamente es para los bolivianos (…) Este triunfo de los bolivianos es fundamentalmente un justo reconocimiento, es una dedicación a los presidentes, a gobiernos, a pueblos antiimperialistas”.
Evo prometió acelerar los cambios previstos en su programa y que están encuadrados en el llamado “socialismo del siglo XXI” que propugna el jefe de Estado venezolano, Hugo Chávez, y que sirve de base para la alianza bolivariana. La reunión de los mandatarios de Antigua y Barbudas, Bolivia, Cuba, Dominica, Ecuador, Nicaragua, San Vicente y las Granadinas y Venezuela, agrupados en el Alba, se producirá en momentos en los que la mayoría de los líderes del mundo debatirán las fórmulas necesarias para la reducción de la emisión de gases de efecto invernadero, en la cumbre de Copenhague, que durará hasta el 18 de diciembre.
180 Días Éste es el plazo para que la Asamblea Legislativa Plurinacional apruebe las leyes de Régimen Electoral, del Órgano Electoral, Órgano Judicial, Tribunal Constitucional y de Autonomías.
Evo es referente de la izquierda de Latinoamérica
El aymara Evo Morales superó ayer con creces el apoyo que hace cuatro años le convirtió en el primer presidente indígena de Bolivia y uno de los referentes de la nueva izquierda gobernante en varios países de América Latina. Con alrededor del 60 por ciento de respaldo, que le asignaron ayer los sondeos de medios de comunicación, Morales podrá iniciar el próximo 22 de enero un mandato de cinco años, hasta enero de 2015.
Socialista, indigenista, antiimperialista y uno de los principales socios de la alianza bolivariana que lidera el presidente venezolano, Hugo Chávez, Morales ha rebasado, contra el pronóstico de muchos, un primer mandato marcado por la polarización política en su empeño en “refundar” Bolivia y acabar con el neoliberalismo.
Tachado de “autoritario” por sus adversarios políticos, Morales ha convencido a la mayoría de los bolivianos para seguir adelante con su “revolución democrática y cultural” y con el desafío de aplicar una Constitución Política que supone la reestructuración del Estado y una nueva institucionalidad en el país.
Aunque ha garantizado que no volverá a presentarse a otra reelección, tampoco oculta que su propósito es que el “pueblo” y las clases más desfavorecidas de Bolivia permanezcan en el Palacio de Gobierno tantos años como han sido excluidas del poder (500 años, según Evo).
Recién cumplidos los 50 años, Morales admite que ahora está preparado para ser presidente tras cuatro años de actividad infatigable, como bien saben sus colaboradores, periodistas y hasta políticos extranjeros a los que no ha dudado en convocar a reuniones en horas tan intempestivas como las cinco de la madrugada.
Lo que sí le reconocen hasta sus rivales es que, para bien o para mal, ha puesto a Bolivia en el mapa internacional tanto por sus polémicas políticas y alianzas externas como por un peculiar estilo alejado de todo convencionalismo que se hizo famoso desde aquella “chompa” (jersey) rayada que lució en su primera gira internacional a finales de 2005.
Evo Morales nació en la comunidad de Isallavi, en la región andina de Oruro, en el seno de una humilde familia aymara. Tuvo seis hermanos, de los que sólo viven dos: Hugo y Esther.
Tiene además dos hijos adolescentes de madres distintas, pero aún no se ha casado porque, según explica el Jefe de Estado, su actividad antes sindical ahora presidencial no le ha dejado tiempo.
Soledad Álvarez / EFE
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