El 18 de diciembre de 2024 se anunciaba, en La Paz y con mucha expectativa, la conformación del denominado “bloque único de la oposición” para derrotar al Movimiento Al Socialismo (MAS), que gobierna en el país desde 2006. Casi cuatro meses después del anuncio, el panorama no es alentador, con un frente de oposición fragmentado porque sus dos principales precandidatos enfrentarán la campaña electoral por separado.
Desde enero hasta marzo de este año fueron tres los líderes de oposición que declinaron su aspiración de ser candidatos a la presidencia: Carlos Mesa, Luis Fernando Camacho y Vicente Cuéllar. Otros tres quedaban en carrera: Doria Medina, Quiroga y Amparo Ballivián, quienes se someterían a una encuesta interna que se realizaría en marzo y cuyos resultados servirían para conocer al candidato ganador. Sin embargo, el proceso de la consulta se demoró por la falta de acuerdos sobre las empresas encuestadoras y este desacuerdo fue el puntapié inicial de la ruptura.
Los aliados del bloque de unidad, de ambos bandos, intentaron “tapar” el quiebre que existía ante las duras acusaciones públicas que se lanzaron Doria Medina y Quiroga por la realización de la encuesta interna que definiría al candidato.
El empresario paceño insistía en su discurso que se debía cumplir la palabra del acuerdo suscrito y ratificaba que la realización de las encuestas ya estaba en curso; mientras que el expresidente acusaba a los voceros de Unidad Nacional (UN) de filtrar las preguntas, metodología y el nombre de la empresa encuestadora, ya que estos detalles llevarían a una posible inhabilitación del candidato ganador ante el Tribunal Supremo Electoral (TSE), que prohíbe la difusión de resultados en medio de la convocatoria a las elecciones generales que se conoció oficialmente el 3 de abril.
Pese a las visitas que realizaron por separado al gobernador Luis Fernando Camacho en la cárcel de Chonchocoro, y las dos reuniones que sostuvieron como bloque de unidad en las últimas 24 horas para limar las asperezas entre ambos precandidatos, no hubo reconciliación y según supo EL DEBER, tanto Doria Medina como Quiroga defendieron sus posturas. En ese contexto, la novela del llamado bloque de unidad tuvo su golpe letal cuando el expresidente Carlos Mesa, que cumplía hasta ese momento el rol de vocero de este grupo, informó desde sus redes sociales que “se llegó a un punto muerto en la búsqueda de mecanismos adecuados y acuerdos”, confirmando la fragmentación de la alianza opositora.
“Hice todo lo que estuvo a mi alcance para articular y garantizar un desenlace que responda al desafío que la Patria nos impone en días tan duros. Al haberse quebrado la posibilidad de dicho acuerdo, carece de sentido mi presencia, de aquí en más en el seno del Bloque”, expresó Mesa.
El exvocero reconoció que es demasiado lo que está en juego en este tiempo electoral y llamó a Doria Medina y Quiroga a que piensen con serenidad lo que significa la unidad.
Posterior a este comunicado, tanto Unidad Nacional como la alianza Libre comunicaron en sus redes sociales que se pronunciarían, aunque ya trascendían las voces en ambas organizaciones que cada quien inscribiría su alianza hasta el 18 de abril y competirían por separado. Y así fue.
En el transcurso de la tarde, el gobernador de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, tras reunirse en Chonchocoro con el vocero de la alianza Creemos, Efraín Suárez, plasmó su posición en una carta.
En la extensa misiva, la primera autoridad departamental recordó que cuando firmaron un documento de compromiso plasmaron el pedido y la esperanza de la ciudadanía que exigía unidad a los políticos de oposición y también pedían valor, lealtad y coherencia. Luego, puso paños fríos al asegurar que el bloque de unidad se mantiene vivo, con la idea de que la unión entre todos los bolivianos ubica a Bolivia por delante de cualquier duda o de cualquier interés personal. Dos horas y media después, llegaron las dos conferencias esperadas.
En el hotel Europa de La Paz apareció Samuel Doria Medina acompañado de Amparo Ballivián, Efraín Suárez, Vicente Cuéllar y el diputado de Comunidad Ciudadana (CC) Carlos Alarcón. Este último funge como la mano derecha del expresidente Mesa en la Asamblea Legislativa Plurinacional.
En medio de gritos de unidad, Suárez manifestó que la figura de Samuel Doria Medina es la mejor posicionada para enfrentar al MAS y que el empresario paceño es el candidato presidencial de cara a las elecciones del 17 de agosto. Minutos después, el empresario paceño tomó la palabra y manifestó que, a pesar de esta situación, hay una luz al final de túnel.
“Confíen en mí, sé cómo hacerlo. También quiero decirle al Gobierno que alisten sus maletas porque se van en agosto”, expresó el líder de UN.
Si bien Doria Medina dejó en claro que ahora es el candidato del bloque, reconoció que la unidad no es fácil, que existen baches y que lo que resta para los comicios no será sencillo; pero señaló que seguirán por esa vía porque cree que inició en el país una ola grande a su favor.
Después agradeció a Camacho por mantenerse firme en la unidad, por impulsar este proceso con valentía, aunque dejó abierta la puerta para aquellos que deseen sumarse. No quiso referirse a Quiroga, sino prefirió responder por la decisión de Mesa a quien le agradeció por su esfuerzo y le recordó que seguirá siendo útil en este proceso de unidad opositora.
“Aquí está gran parte de los parlamentarios de Comunidad Ciudadana que comparten el objetivo de seguir trabajando”, dijo el empresario paceño.
Minutos después, Quiroga ofreció una conferencia de prensa. El expresidente y líder de la alianza Libre aseguró que “no es el fin de la esperanza de los bolivianos” y que insistirá al buscar la unidad con otros actores políticos, ya que faltan cuatro meses para las elecciones generales.
“Lo haremos respetando los compromisos y apegados a la legalidad, antes, ahora y mañana. No podemos meterle nomás y ser más de lo mismo o terminamos siendo lo mismo como el MAS, tenemos que ser totalmente diferentes”, aseveró Quiroga.
También Quiroga disparó contra Doria Medina y sus aliados. Terminar en anuncios unilaterales, sin respaldo alguno, en secreto es como los “boletines ilegales” de Venezuela que daban por ganador a Nicolás Maduro, señaló.
El líder de la alianza Libre remarcó que el bloque de unidad no era una alianza electoral, porque antes del 18 de abril todos tendrán el derecho a inscribir su alianza en la forma que tengan. El expresidente reiteró una y otra vez que los compromisos asumidos se quebraron por parte del de Samuel Doria Medina y graficó la gravedad de los problemas internos con la renuncia de Mesa.
“La decisión de Carlos Mesa de dar un paso al costado refleja la gravedad del momento que atravesamos y confirma, sin tomar partido ni atribuir culpas a ningún miembro en particular, que hemos llegado a un punto complejo en la construcción de los consensos necesarios para contar con un candidato único”, indicó el candidato de Libre.