"El tema es cómo construir un ambiente político en general más amable, donde los conflictos se resuelvan conversando y buscando soluciones conjuntas que concilien los puntos de vista"
Es una mujer acostumbrada a resolver conflictos, y desde que llegó al país en 2008, cuando la situación política estaba particularmente tensa con la situación de Pando, no ha dejado de trabajar en ellos. Hoy, cuando al parecer está cerca la solución del problema acerca de la carretera en el TIPNIS, la Coordinadora Residente de las Naciones Unidas y Representante Residente del PNUD en Bolivia advierte que no es posible que el diálogo sea la última alternativa cuando debería ser la primera, y que están en puerta otros problemas, como la alta tasa de mortalidad infantil, que es necesario priorizar en la agenda, sin importar la ideología política. Acerca de todo ello hablamos con Yasukawa en esta entrevista.
¡OH! ¿Se están solucionando los problemas en Bolivia de la manera correcta?
Hay dos grandes temas: estamos viendo en encuestas de opinión a través de un programa de análisis político, que la gente de cierta manera está cansada de la agresividad en el mundo político y de la manera en cómo se abordan los conflictos, y no sólo en Bolivia. La confrontación, sin diálogo. Los discursos reflejan ese enfoque de agredir, insultar, etc., y considero que la población en su conjunto está molesta y cansada de ello. El 2008 cuando comenzamos la campaña ‘Convivir Sembrar Paz’, estaba esencialmente dirigida a decir no a la violencia, pero ya pasado este riesgo inmediato de violencia, la gente expresaba un anhelo por la unidad.
¡OH! ¿Será que acá se aplica eso de que la mejor defensa es el ataque?
Hay un poco de eso, de que la comunicación y la formulación de opiniones, y no sólo en Bolivia, es ideológica, en vez de basarse en evidencias. El conflicto del TIPNIS ha sido así, no ha habido datos, opciones, estudios de posibles impactos, etc.
En América Latina se tiene un discurso muy hormonal y visceral, lo que se ve es que se recurre al diálogo cuando las otras opciones no funcionan, tal como pasó en 2008 con lo ocurrido en Pando. El diálogo no debe verse como un último recurso, sino como una práctica permanente de la democracia boliviana.
¡OH! ¿Qué opina de la contramarcha a favor de la carretera por el TIPNIS?
Todos tienen el derecho de manifestar su punto de vista pacíficamente, pero creo que sería bueno que la gente que piensa hacer esa marcha, pudiera sentarse a conversar con el gobierno, con la gente del TIPNIS, y escucharse entre sí. Para que aquellos que están en contra de la carretera puedan entender a la gente que sí la quiere. Pero el asunto se está convirtiendo en sí o no, y así no hay manera de conciliar cosas.
¡OH! ¿Qué opinión le merece que los niños también hayan participado de esta marcha?
Nosotros siempre hemos llamado a los marchistas del TIPNIS a que no utilicen niños, a que los devuelvan con sus madres, hemos inclusive ofrecido transporte, y hemos explicado las consecuencias de exponer a los niños a los riesgos que una medida así implica. Es una violación de los derechos de los niños, y esos derechos valen en cualquier cultura, pero tampoco podemos imponer nuestro punto de vista y tampoco queremos juzgar a las familias que han insistido en venir todos juntos, porque para ellos el tema de la carretera era de vida o muerte. Entendemos que sientan esa necesidad, pero acá también tenía que haber un diálogo.
La cultura no se cambia de un día para el otro, hay que seguir conversando. Los indígenas de la marcha del TIPNIS estaban preocupados por sus niños, sabían que era un riesgo, y quieren a sus hijos igual que nosotros, pero ellos hicieron esa elección que también les fue difícil. Hay que entender esa situación y ese sentimiento, pero a la vez insistimos en que no estén los niños en las marchas.
¡OH! Desde su llegada al país en 2008 hasta ahora, ¿cómo ha cambiado el panorama político?
Por un lado ya no estamos con los mismos riesgos de confrontación violenta que había el 2008, pero creo que la política boliviana sigue siendo muy polarizada, sigue haciendo falta el diálogo como práctica permanente. Para enseñar una cultura de no violencia, hay que comenzar con los niños, y es necesario ahondar sobre la cultura cívica. Por un lado la gente tiene derecho a hacer marchas y manifestaciones, pero tampoco está bien que constantemente y por cualquier tema, se bloquee y la vida en la ciudad se paralice, se cierren escuelas, etc., no es para nada amigable.
¡OH! ¿Qué entiende Naciones Unidas como Intangibilidad?
Más allá de definiciones, aquí hay que enfocarse en resolver el conflicto, y en lo posible a satisfacción de todos los involucrados. Más allá de la definición de intangible, tiene que haber un acuerdo político, y un acercamiento sincero para llegar a esa solución.
¡OH! Dados sus años en Bolivia, ¿en qué observa Ud., que nos hemos estancado?
Es necesario construir un ambiente de convivencia entre diferentes y acelerar los resultados concretos en el bienestar diario de la gente, sabemos que las personas están exigiendo resultados. Aunque existen resultados como la disminución importante en el nivel de pobreza, sin embargo más de la mitad de la gente vive en la pobreza, la cuarta parte en la extrema pobreza lo que significa que no tiene suficiente ni para comer, y son cifras bastante más altas que el promedio latinoamericano. Hay brechas muy grandes en salud, educación, la mortalidad infantil en Bolivia es el doble del promedio regional. Esto significa la muerte de 14.000 niños menores de un años, anualmente, por razones prevenibles y tratables.
La cuarta parte de los niños no termina la primaria, y eso es inaceptable. Sí se ha mejorado, pero hay brechas enormes en cosas muy básicas de bienestar y desarrollo. Eso exige que la sociedad se ponga de acuerdo sobre algunas metas fundamentales como que todos los niños vayan a la escuela, que terminen la primaria, cosas donde no importa la ideología ni el paradigma de desarrollo. Justamente por ello es necesario prevenir los conflictos, y cuando los hay, gestionarlos de manera que se resuelvan eficaz y rápidamente y que la gente termine con una mejor convivencia y con la disposición de seguir dialogando para resolver estos grandes temas de bienestar y de construcción de país.
Perfil
Yoriko Yasukawa
Estuvo 25 años al servicio de Unicef. Como funcionaria de Naciones Unidas, participó en el proceso de pacificación de Centroamérica, que en la década de los 80 estuvo sumergida en guerra civil. La señora Yoriko Yasukawa fue designada como Coordinadora Residente de las Naciones Unidas y Representante Residente del PNUD en Bolivia, cargos que asumió a finales del mes de julio de 2008. Es de nacionalidad japonesa, con una licenciatura en Estudios Generales de la Universidad de Harvard.
"Como Naciones Unidas no nos parece que hayan estado los niños en la marcha, pero no podemos imponer nuestros valores"
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