El antecesor de Huarachi, Guido Mitma, había decidido dejar de asistir a reuniones de la Conalcam, porque veía que era una organización que pretendía asumir el rol de la COB como entidad matriz, y que además sólo tocaba temas políticos y no de interés de los trabajadores.
El flamante ejecutivo de la Central Obrera tiene otra opinión, y destacó que en la Conalcam se puede hacer observaciones a políticas del Gobierno que vayan contra los trabajadores.
“Es un espacio político de análisis (la Conalcam), de debate de políticas internacionales, nacionales y de observaciones incluso de algunas políticas de Estado en contra del pueblo y de los trabajadores”, dijo Huarachi, quien el martes ya se presentó a reunión de la Coordinadora con el presidente en Palacio de Gobierno.
Sin embargo, aseguró que la COB no es del Movimiento al Socialismo (MAS).
En el plano interno de la COB, anunció que el 14 de marzo será el primer ampliado de su gestión en Potosí. Se tocará el tema del pliego 2018, además de otros tópicos como el de Ecobol.
El ejecutivo ya se instaló en la sede de la COB en La Paz, sin embargo, observó que prácticamente su antecesor lo dejó sin documentación.
OCASO DE LA COB
Después de la designación de Huarachi como líder de la COB, el ex secretario ejecutivo del ente matriz, Jaime Solares, acusó al nuevo dirigente de la clase obrera ser “masista acérrimo” y en consecuencia los trabajadores cuentan con una “COB amarilla” que no responde a las necesidades de los trabajadores.
“Los integrantes del nuevo Comité no son revolucionarios, están ligados al Gobierno ¿Qué futuro tiene la COB? a no ser que Huarachi vaya en contra de los postulados del MAS”, remarcó Solares quien estuvo al frente de la máxima dirigencia obrera el 2008.
Por su lado, la oposición dijo que la entidad obrera debe alcanzar su independencia del poder gubernamental, de lo contrario “será disuelta” por el oficialismo y con ello “su ocaso”.
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