18 noviembre 2017

Los recursos potosinos que pocos aprovechan



“Potosí debe buscar otros derroteros para su desarrollo, la experiencia nos muestra que sus riquezas son aprovechadas por otros y no así por sus propios habitantes. Entonces, es necesario reconvertir la matriz productiva, diversificándola”, manifiesta el economista, doctor en Sostenibilidad y consultor internacional en Temas de Agua y Sostenibilidad Socio-Ambiental, el potosino Jack Matijasevic Mostajo, al hacer un análisis a propósito de la efemérides departamental.

Cita un cálculo de la Fundación Jubileo según el cual, sobre la base del Censo 2012, para 2014 las tasas de pobreza todavía eran muy altas.

“Es decir que la minería no soluciona la pobreza que Potosí arrastra desde hace décadas; la minería genera riqueza en otras naciones y otros departamentos y pobreza en los lugares donde se desarrolla esta actividad”, sentencia el especialista, en declaraciones a ECOS.

En su criterio, “Potosí es visto como un departamento netamente minero, aspecto que debe ser revertido en la mentalidad de los propios potosinos y en el sentir del Gobierno”.

Pese a que este es considerado el hermano mayor de Bolivia —porque fue el que aglutinó a la bolivianidad alrededor del Cerro Rico—, está sumido en el olvido de propios y extraños. Aun así, sigue aportando al erario nacional y empuja la locomotora del desarrollo, para que otros departamentos y naciones crezcan y vislumbren mejores condiciones de vida, agrega él.

Monoproductor

Durante 500 años, Potosí fue un departamento monoproductor que concentró su actividad económica solamente en la extracción de minerales.

Según Matijasevic, el extractivismo sigue siendo la mayor actividad económica de Potosí y se concentra en la minería, cuya actividad se desarrolla en diferentes sectores del departamento.

Por ejemplo, en el sudoeste opera la Minera San Cristóbal (MSC), una de las mayores del mundo; es explotada por la Empresa Sumitomo Corporation, que extrae zinc, plomo y plata.

Al mes de enero de 2015, esa empresa minera generó unos ingresos de 508,4 millones de dólares por la venta de minerales concentrados.

Regalías mineras

La recaudación por concepto de regalías mineras de las empresas que operan en el país llegó a Bs 71,97 millones en 2015. De esta cantidad, MSC aporta con el 32% (Bs 22,99 millones), de acuerdo con datos del Servicio Nacional de Registro y Control de la Comercialización de Minerales y Metales (SENARECOM).

La información del SENARECOM señala que, para 2016, Potosí fue el departamento que tuvo más regalías mineras: el 65% del total del Estado, llegando a Bs 46,83 millones. A eso hay que añadirle las actividades de los cooperativistas mineros en el Cerro Rico, como por la Empresa San Bartolomé que, según el alcalde de Potosí, William Cervantes, aporta con más de 35 millones de dólares en regalías, aclara el economista.

“El hecho es que no hay datos precisos de cómo han sido utilizadas esas regalías. La ejecución presupuestaria de la Gobernación y de la Alcaldía son las más bajas del país; desde la Gobernación se afirmaba, en declaración pública, que no simplemente depende de la Gobernación sino de las empresas que se adjudican las obras y proyectos en el departamento que, por suerte, están respondiendo. Que para julio de 2016 llegaba al 40%, pero en la página oficial de la Gobernación no se encuentra ese dato para poder comparar con el Plan de Desarrollo Departamental y ver si se alcanzaron metas y logrado productos. Lo mismo ocurre con el municipio de la capital”, reclama Matijasevic.

Mayor crecimiento, pero…

Dice que algunos informes aseguran que todas las actividades económicas en Potosí presentaron un comportamiento positivo y un mayor crecimiento a partir de 2013.

Según Matijasevic, la actividad de servicios concentrada en la administración pública es la de mayor crecimiento, seguida de la construcción y la minería. Los trabajos con las tasas de actividad más bajas siguen siendo el comercio, la industria manufacturera (que en lugar de crecer está cayendo), los restaurantes y hoteles, y agricultura.

El experto afirma que la situación socioeconómica de Potosí es muy diferente a las grandes cifras que arroja la minería, pues la pobreza aún es extrema en varios municipios.

Según dicho informe de Jubileo, el departamento de Potosí alberga a 828.093 habitantes mientras que su capital, 479.451. De este último número, el 59.7% carecen de servicios básicos, residen en viviendas que no reúnen condiciones apropiadas y tienen bajos niveles de educación.

“Para 2017 se registra cierta mejoría en cuanto al acceso a los servicios básicos, en especial al agua potable, pero no así en temas de ingresos y situación de empleo. La migración campo-ciudad se acrecentó, generando problemas de empleo, vivienda, servicios básicos y acceso al agua en áreas urbanas”, detalla.

Riqueza agrícola

En su análisis, Matijasevic considera que Potosí cuenta con una riqueza amplia y diversa en el sector agrícola que no está siendo aprovechada de manera planificada y sostenible.

Pone de ejemplo a la quinua, un producto que tuvo una gran escalada en el sudoeste de este departamento pero que necesita de políticas de cuidado y manejo de tierras para lograr una producción sostenible y de bajo impacto con el medio ambiente, una mayor industrialización y mercado interno que mejore las condiciones alimenticias de la población.

“Su diversidad de ecosistemas hace que Potosí tenga una amplia gama de productos, como el sector frutícola, granos, legumbres y tubérculos en el sur, centro y norte del departamento, que también requieren de políticas de manejo de tierras y de cuencas”, recomienda el economista.

Nula diversificación económica

Recuerda que más allá de la Cervecería Potosina, no hay industrias que generen valor agregado a la materia prima de este departamento. Y el sector minero, que es aprovechado por unos pocos, no crea industrias; por ejemplo, dice él, no se tiene una sola fábrica de clavos o calaminas en Potosí.

Es decir, acota, las grandes utilidades generadas por la minería no se invirtieron en una diversificación económica. En su criterio, la Gobernación y los municipios desaprovecharon la oportunidad de incentivar y planificar, junto con los grandes o pequeños mineros empresarios y cooperativas, una inyección de recursos para la generación de empleos masivos y sostenibles en manufactura, industria, turismo y otros, menos en minería.

Carencia de agua

Potosí cuenta con una gran cantidad de recursos hídricos y, paradójicamente, sufre problemas de desabastecimiento. Matijasevic hace notar que en los municipios hay desorden en la gestión del agua y no se tiene inventariados los recursos superficiales y subterráneos, desde los manantiales del Silala a los ríos y bofedales.

“Potosí puede abastecer de agua a la industria, al consumo humano y desarrollo agrícola, para lo cual se debe planificar en base a desarrollo y manejo de cuencas y, fundamentalmente, con una fuerte visión de la Gestión Integral del Recurso Hídrico (GIRH)”, opina él.

En síntesis

Si bien se dice que la minería genera riqueza, se puede ver que en la realidad no es así, resume Matijasevic. La concentración de pobreza en barrios periféricos nuevos, la mendicidad en las calles, muestran que otros son los que aprovechan —y no así la población— de esos recursos.

Potosí tiene un sinnúmero de potencialidades, no solo las relacionadas con la minería. Por eso, sostiene el consultor, es necesario aprovechar el potencial agrícola para cubrir la seguridad y la soberanía alimentaria.

“Como se cuenta con elementos culturales y naturales que requieren de una planificación seria y acorde a los retos del futuro, es fundamental que se cambie la matriz económica productiva del departamento, de una depredadora y contaminante a una más sostenible que beneficie a la población”, concluye Matijasevic. •

Turismo: poco desarrollado y mal manejado

El turismo está poco desarrollado y muy mal manejado, según el consultor internacional en Temas de Agua y Sostenibilidad Socio-Ambiental, Jack Matijasevic Mostajo.

En su criterio, pese a que Potosí ostenta el título de Patrimonio Cultural de la Humanidad, la Alcaldía y la Gobernación no trabajaron de manera seria con políticas de rescate, preservación y educación ciudadana y permitieron la destrucción del patrimonio cultural.

El signo más importante es el hecho de que el Cerro Rico de Potosí, símbolo de la riqueza potosina, se encuentra en grave riesgo de colapso por una larga actividad minera que continúa desarrollándose.

El especialista dice que no hay una política seria de recuperación de patrimonio que presente el casco viejo como atractivo turístico, quitando de en medio elementos que obstaculizan su atractivo histórico como las oficinas de las instituciones municipales y departamentales que, según su opinión, deberían ser llevadas fuera del centro histórico y cultural.

Peatonalizar ese espacio y concentrar el desplazamiento de los ciudadanos a otras áreas de la ciudad (zona baja), dejando así libres los atractivos turísticos para que puedan ser explotados y vendidos a los turistas, son dos de las recomendaciones del consultor Matijasevic.

También se podrían expropiar casonas, adecuarlas de acuerdo a lo acontecido en la historia o destinarlas para servicios turísticos, agrega.

Pero para ello, agrega después, se requiere de una política agresiva y de una gran inversión, tomando ejemplos de otras ciudades patrimoniales como Cartagena de Indias, en Colombia, por citar una.

“Para lograr esto se requiere de un verdadero compromiso político y de una visión técnica adecuada”, sostiene.

Otro óbice, según Matijasevic, es la falta de articulación entre las provincias y la ciudad. Si bien el Salar de Uyuni es ya un atractivo mundial, la Gobernación no regula las actividades en el salar, y lo mismo dice que ocurre en el Área Protegida de la Reserva Eduardo Abaroa.

Observa que el Parque Nacional Toro Toro no está vinculado a una política departamental, lo cual es determinante para que los ingresos que genera beneficien más a un departamento al que no pertenece; en este caso a Cochabamba.

“También hay otros atractivos turísticos no desarrollados por falta de incentivos a la inversión y capacitación técnica; son atractivos desconocidos por propios y extraños, y otros están en peligro por la contaminación”, agrega el economista.

Señala la falta de convenios internacionales de cooperación con ciudades patrimoniales. Dice que esta es una falencia de la Gobernación y de la Alcaldía del municipio capital.

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