11 junio 2017

Tres zonas concentran expansión de marihuana


Las plantaciones de marihuana en el país se han expandido en tres zonas: Yungas, el valle cochabambino (alto y bajo) y en los alrededores de Guarayos. Así lo identifica la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn), que hasta la fecha confiscó 200 toneladas de cannabis, de las cuales un porcentaje importante es droga que ingresa desde Colombia y Paraguay, pero que en mayor medida se cultiva en casa.

Fue en una de estas zonas de crecimiento donde, a finales de mayo, Henry Palacios (20) fue asesinado en medio de una plantación de marihuana, lugar del que se aprestaba a sacar 200 kilos del sicotrópico, cuando un sujeto, conocido como El Cuervo, llegó acompañado de dos amigos y con un fusil calibre 22 lo mató.

El lugar donde trabajaba Henry es una superficie equivalente a cuatro canchas de fútbol, donde los narcotraficantes ubicaron sus plantaciones a más de un kilómetro de Ascensión de Guarayos, en la zona de El Tacuaral.

Tiempo después, los agentes antinarcóticos secuestraron en la localidad de Patujú (a 40 kilómetros de Ascensión de Guarayos) 170,5 kilos de marihuana, confirmando así el crecimiento identificado en esta zona por el director de la Felcn, Santiago Delgadillo, que detalló el resto de espacios que en el país producen este alcaloide, que tiene en Chile su principal mercado de consumo.

Delgadillo precisó que en los últimos meses se ha destruido un mayor número de cultivos de marihuana en zonas como Inquisivi, Asunta, Nor y Sur Yungas, Caranavi, Mapiri y Alto Beni, en La Paz; Mizque, Totora, Valle Alto, Valle Bajo y Ayopaya, en Cochabamba; Samaipata, Comarapa, Angostura y Guarayos, en Santa Cruz; Villa Serrano, Monteagudo, Zudáñez y Azurduy, en Chuquisaca; Yacuiba, Villa Montes, Bermejo, San Lorenzo y El Toldo, en Tarija.

Delgadillo dijo que, de enero a la fecha, se han realizado al menos 5.000 operativos en el país para intervenir la producción de sustancias controladas, de los cuales una gran cantidad se está ejecutando para cortar la comercialización de marihuana. Precisó que en 2016, en similar periodo, los operativos solo llegaban a 4.200.
“Ha habido más operativos, no necesariamente porque haya más marihuana, sino porque estos tienen más efectividad”, precisó.

Reacción en Guarayos

Lo que está sucediendo en Guarayos ha provocado la preocupación de la población y de las autoridades de la zona.

El ejecutivo de la Federación de Trabajadores Campesinos de Guarayos, Ascencio Lavadenz, dijo: “Qué pena que a las tierras de Guarayos, fértiles y benditas por Dios, las obliguen a producir muerte”.
Fermín Aricio, dirigente cívico, calificó de vergonzosa y criminal la actitud de quienes siembran la referida droga, que no hace otra cosa que dejar mal parada a toda la población.
El subgobernador de la provincia Guarayos, Miguel Ángel Gutiérrez, condenó que se relacione a esta zona con la marihuana y que, en muchos casos, los que producen son gente que llega de otras zonas del país.

Enrique Bruno, secretario de Seguridad Ciudadana de la Gobernación, indicó que visitarán Guarayos para apoyar con equipamiento de comunicación y coordinar con las autoridades.

Usan gente inocente

El director de la Felcn indicó que los productores de esta sustancia ilícita en el país, en muchos casos, engañan a los pobladores humildes de municipios aledaños a sus zonas de plantación haciéndoles creer que se trata de una nueva variedad de cultivo con fines medicinales. “Reclutan gente inocente que tiene propiedades en estas zonas de cultivo, les dan semillas, les ofrecen un salario y así empiezan a cultivar sin tener un terreno propio”, explicó Delgadillo.

Un policía, exmiembro de la Felcn que pidió no ser identificado, dijo que en Bolivia la marihuana se cultiva principalmente en climas cálidos y con acceso a la luz; sin embargo, precisó que ahora muchos lo realizan en invernaderos cerrados y aclimatados.

Chile, el que paga más caro
Paraguay es uno de los primeros productores de marihuana en Sudamérica. De acuerdo con la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad), en 2016 de ese país salieron unas 30.000 toneladas de cannabis y tienen áreas de cultivo de entre 6.000 y 8.000 hectáreas. El destino final de la producción de marihuana de ese país es Chile. Y para eso pasan por Bolivia y Argentina. De acuerdo con el diario El Sol de Argentina, en Paraguay un kilo de este sicotrópico alcanza los $us 30; en Chile puede superar los $us 2.000.

Según la Felcn, los traficantes paraguayos utilizan vías terrestres de Tarija, Potosí y Oruro para llegar a Chile. Confirmó que el elevado costo de esta droga en Chile provocó que se conformen clanes que generan altos ingresos, ya que los costos operativos (a diferencia de la cocaína) son mínimos.

“Los traficantes tienen su base en Pedro Juan Caballero, ciudad fronteriza con Brasil desde donde la transportan oculta en vehículos de placas brasileñas y paraguayas y en ‘macacos’ hasta llegar a Tupiza, Uyuni y luego a Chile”, precisó. Y si la marihuana es ‘cripy’, ‘cryspy’, ‘crypa’ o ‘gourmet’, el kilo puede costar hasta $us 8.000.

Extranjera y más adictiva

Las plantas con las que se hace la marihuana cripy provienen de semillas importadas de Holanda, España y EEUU. La procesan en invernaderos y poseen componentes sicoactivos casi equivalentes a la cocaína.

De acuerdo con Delgadillo, por sus cuidados en la producción, esta marihuana la hacen en Colombia, Ecuador e ingresa a Perú o por el país rumbo a Chile. “Es más potente que la normal. En Chile puede costar desde los $us 6.000 en adelante”, dijo.

Santa Cruz registra 19 puntos vulnerables
Ocultos en termos, en medio de chocolates de barra, en mochilas negras y hasta en comida para perros y gatos, la Policía encontró marihuana en diversos operativos realizados en los últimos dos meses en Santa Cruz.
De acuerdo con un estudio de geolocalización delictiva del municipio de Santa Cruz, elaborada por el Ministerio de Gobierno, en esta región al menos existen 19 puntos donde se realiza el microtráfico de marihuana y cocaína.
El ministro de Gobierno, Carlos Romero, fue el encargado de presentar este informe frente a autoridades políticas y económicas. Precisó que con fines didácticos dividieron la ciudad en al menos nueve cuadrantes.
En dichas zonas identificaron que debido a la cercanía de los puntos de microtráfico con los colegios, los sectores más vulnerables son los estudiantes.
Explicó que al cuadrante uno (casco viejo y Los Pozos), que registra altos niveles de microtráfico, le siguen el cinco (Villa Primero de Mayo y El Porvenir), el siete (Urbanización El Dorado, Los Arenales), el cuadrante tres (Plan Tres Mil e Ingenio San Aurelio), nueve (Villa Olímpica, Plan Cuatro Mil), el cuatro (Equipetrol, universidad) y el dos (El Trompillo y en la zona de El Pajonal).


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