Constancio Quenallata, padre de Brian Quenallata, uno de los aduaneros que guarda detención preventiva en la cárcel de Alto Hospicio, Iquique, denunció que los guardias del recinto penitenciario le pidieron que se quitara el pantalón para verificarlo antes de ver a su hijo.
“Los guardias de la cárcel de Alto Hospicio me hicieron sacar el pantalón por el color, ya que no se puede ingresar con negro u otro color similar, y el mío era plomo”, dijo.
No obstante, señaló que la primera vez que visitó a su hijo estaba vestido de igual manera y no pasó nada.
“Esta vez parece que cambiaron de guardias y el trato a nosotros (familiares) fue con más restricciones”, relató Quenallata al recordar el incómodo momento que le hicieron pasar los guardias en la cárcel de Iquique, el domingo, cuando estaba a punto de visitar a su hijo Brian.
El progenitor relató que cuando pasó por debajo de una máquina se prendió una luz roja, por lo que los guardias no le dejaron ingresar a ver a su hijo.
“Me tuvieron más de una hora ahí y solo pude ver a mi hijo media hora de las dos que teníamos autorización”, dijo.
Según su relato, los guardias lo tuvieron en la calle más de una hora y luego le dejaron ingresar, pero le hicieron sacar el pantalón. “Luego de un rato me lo puse otra vez, pero antes les expliqué que viajé desde Bolivia, creo que solo por eso me dejaron entrar, pero fue incómodo”, sostuvo.
También denunció que los guardias, al parecer nuevos, le trataron muy mal e incluso en la frontera (Pisiga) ya les dijeron que “visitarían a delincuentes”.
Los familiares de los connacionales los visitaron por tercera vez en la cárcel de Alto Hospicio, el domingo por la mañana. Ese día instalaron una vigilia para demandar su inmediata liberación.
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