25 abril 2017

Rodrigo Paz: “Tarija puede ser un Silicon Valley, pero con jamón, vino y queso”

PROSPECTIVA | EL ALCALDE TARIJEÑO CELEBRA HABER SOLUCIONADO EL PROBLEMA DEL AGUA. YA PROYECTA UNA URBE DE SERVICIOS MODERNOS QUE NO PIERDA SU PRODUCCIÓN EMBLEMÁTICA NI SU POTENCIAL TURÍSTICO. FINALMENTE HACE UNA EVALUACIÓN SOBRE LA BONANZA DEL GAS.

Tarija vive el histórico año del Bicentenario de la Batalla de la Tablada. En ese contexto de renovación y reflexiones, el alcalde de la capital departamental, Rodrigo Paz, destaca los primeros logros de su gestión. También describe el perfil de una Tarija proyectada a las siguientes décadas bajo las características del siglo XXI.



OH!: Seguramente, así como pasó en otras capitales bolivianas, Tarija asume en estos días del bicentenario de su gesta independentista con un especial significado. ¿Qué se valora en especial de la Batalla de la Tablada hoy?

El origen de la Batalla de La Tablada tuvo en aquellos que actuaron tres temas centrales: sentido de pertenencia, sentido de identidad y un destino común. Pertenencia a una región porque no había fronteras. Identidad con esa región y un destino común globalizando el contexto libertario de transformación de un Estado a otro tipo de Estado.

La crisis que vive un conjunto de regiones, entre ellas Tarija, es la de replantear el sentido de pertenencia, identidad y destino común. Tú puedes habitar en una región, pertenecer a esa región, pero no te identificas con la región y por eso no compartes un sentido de destino común. ¿Entonces cómo hacemos para que perteneciendo e identificándote construyas el destino común?

Nosotros en el Municipio hemos identificado que sufrimos más de habitantes que de ciudadanos. Ser habitante no es lo mismo que ser ciudadano. Y para construir ciudadanía, que es un potentísimo instrumento transformador, requieres identificar bienes públicos. En su momento fue la libertad un bien público, un bien transversal.



OH!: ¿Qué bienes públicos identifican hoy?

Hoy el agua, la seguridad ciudadana, el orden, el derecho al empleo o la información son bienes públicos. Bienes públicos para construir algo que es fundamental, que lo entendieron hace 200 años: cohesión social, la cohesión social transformadora, para construir un proceso razonable, la libertad es un proceso razonable.

Ser ciudadano es reconocer los bienes públicos, lo cual genera cohesión social y a través de eso estableces conductas o decisiones razonables o la construcción de un Estado razonable. El problema es si Tarija está a la altura de su historia para entender ese mensaje. Debe reflexionarlo para construir esa ciudadanía que se requiere para proyectarnos en el siglo XXI. Esa ciudadanía que identifica los bienes públicos y no se deja marear por otra lógica como fue la llamada década de oro. Entonces no identificamos bien los bienes públicos, no generamos una cohesión social y por ende no construimos en nuestro departamento un Estado razonable.



OH!: Bajo esa lógica, ¿a qué elementos concretos de proyección de obras ha llegado?

Si logramos construir esta ciudadanía, los elementos son básicamente las deudas históricas. Podemos usar cemento. El cemento a veces va a obras vacías, pero si el cemento va para un alcantarillado, para un colector y después para una planta de micro tratamiento tiene otra lógica. El cemento es necesario, pero sobre la base de una decisión conjunta de la sociedad.

Podemos poner 350 cámaras, que es el proyecto que tenemos para la ciudad inteligente para seguridad ciudadana. Cuando en Cochabamba hay 500 para casi un millón de habitantes, nosotros vamos a poner 350 para 250 mil, habrá más cámaras por habitante. Pero, si no tienen una lógica de empleo esas cámaras, entonces no se tiene un Estado razonable que se maneje en función de los servicios al ciudadano.

Podemos constituir aquel proyecto que queremos realizar con la Gobernación: “Ciudad Inteligente”. Es el manejo de información para establecer lo que no tiene ningún municipio, gobernación o el Gobierno nacional: ¿cuánto cuesta cada ciudadano al Estado? Se trata de un poderoso instrumento de estadísticas para establecer políticas públicas.



OH!: ¿Cuánto le cuesta un ciudadano en qué sentido?

Rodrigo Paz, ¿saben cuánto le cuesta al Estado? Sí, por mi salario, pero no saben si tiene empedrado, asfaltado, iluminación. Qué tipo de salud le atiende el Estado, qué tipo de seguro. Esa información, que es un bien público para generar eficiencia en el manejo de los recursos, no existe. Todo es al “ojímetro”, todo lo calculamos al “ojímetro”. No podemos trabajar así, seguimos siendo un Estado improvisado. Necesitamos establecer las bases de un Estado inteligente, de un Estado que se relaciona con el ciudadano.



OH!: ¿Cómo trabaja su Alcaldía la consecución de esos bienes públicos?

Daré ejemplos rápidos: cuando inicié la gestión tenía como 7 millones de litros de agua por día en la época de estiaje. Hoy hemos pasado a 20 y la idea es terminar con 40 millones de litros de agua por día de reservas. Será en 4 años, tal vez tarde más, pero ya están encaminados los proyectos.

El proceso de renovación de la iluminación de la ciudad, que es un sentido de seguridad más allá de un cierto concepto de ciudad amable. Estamos comprando más de 8 mil pantallas con la participación del empresario privado. El empresario aporta las pantallas, se respalda con un banco privado y nosotros vamos generando un débito en el banco. No pagamos de los recursos que antes sobraban, hoy día no tengo. ¿Y con quién apalanco esos recursos? Con el privado. El privado busca el banco, el banco le da el crédito y yo le garantizo al banco que con débito le voy pagando a tres años a una tasa baja de interés.

Ya no es la Alcaldía de aquellos años. Un año esta Alcaldía recibió 160 millones de dólares, en mi primer año tuve 60 y cada año fue bajando. Y si voy a llorar porque no tengo y no puedo apalancar, entonces nos volveremos la Alcaldía de hace 15 ó 20 años.



OH!: ¿Y se va a construir una ciudad que tenga calidad de vida basada en áreas verdes, sistemas amigables con el medio ambiente?

Tarija es la primera ciudad que se ha hecho medir una huella hídrica, una carbónica y están culminando la huella ecológica. Es la única de Bolivia con mediciones exactas. En la huella hídrica, por ejemplo, se estableció que el 80% de las contaminaciones del Guadalquivir y las quebradas pasan por viviendas de los habitantes en Tarija. Nuestro proyecto de alcantarillado se conecta con colectores y de ahí con micro plantas de tratamiento, pasa para resolver el 80% de las contaminaciones vinculadas al río.

Entonces, hay toda una política medioambiental que estamos estableciendo en redes de parques, quebradas, río Guadalquivir mediante esta clasificación que hicimos con información verdadera. No fue con el discurso de “supongo que va a ser esto…”. No, fue con información y estadísticas para tomar decisiones adecuadas.



OH!: ¿Cuál el perfil de Tarija para el futuro, cómo se proyecta desde esta su gestión a 10 ó 20 años más?

Estamos dentro de un valle frágil en cuanto a su medioambiente. Las industrias tendrían que cumplir con requerimientos ambientales muy rigurosos, sería muy complejo. Tarija tiene unas líneas de producción tradicionales que cumplen fácilmente una cobertura como uvas, vinos y singanis.

Acabamos de cerrar con el sector productor apícola más importante a nivel de Europa que es Extremadura con la cooperativa más poderosa de Europa. Nos respaldará en el desarrollo de una nueva línea sobre producción apícola en Tarija. Fuera de eso el gran proyecto de Tarija son los servicios.



OH!: ¿Qué tipo de servicios?

Desde una visión de turismo sobre nuestras ofertas hasta una serie de plataformas. Tarija puede ser una suerte de Silicon Valey, pero con jamón, vino y queso. En eso estamos trabajando ya. Hay que ver la manera de ser atractivos para generar estas plataformas de programadores, de generadores de servicios. Allí la capacidad instalada debe ser la del hombre y su capacidad de propuesta y emprendedurismo. Y una de las áreas fundamentales es esta suerte de visión de Silicon Valey.

El nivel de educación de nuestras unidades educativas a nivel Bolivia es desastroso, el nivel de formación de nuestras universidades, salvo alguna excepción, es desastroso. Pero la capacidad de comprender y dar saltos cualitativos y cuantitativos de nuestros jóvenes, a través de instrumentos digitalizados de información, es brutal. Tarija va a tener un proyecto de ciudad inteligente que arrancará en días más.



OH!: ¿Qué otros servicios le darán esa característica a Tarija?

Es una ciudad de los servicios, otro ejemplo enorme: entre finales de noviembre y pasado el carnaval, en Tarija se movieron 20 millones de dólares en atención a ciudadanos que llegaron para las fiestas o alguna otra actividad. Entonces las dimensiones de la capacidad de Tarija para generar servicios dependen de los nuevos horizontes y las capacidades que el

tarijeño tenga para ofrecer. No dependen tanto de las autoridades ni de los alcaldes, sino del empresario.

Hoy hay nuevos empresarios en Tarija que, a través de la diversión, la atención a ciudadanos están moviendo mayor economía que muchos empresarios históricos. Hay eventos sociales que se organizan para dos o tres días que mueven más millones de bolivianos que empresas durante todo el año. Son muestras claras de hacia dónde tenemos que apuntar.



OH!: ¿Servicios también proyectados a mercados internacionales?

Con una fuerte proyección internacional, en el mundo solo hay 34 países, si no me equivoco que producen vino. Estamos dentro de esos países, pero además Tarija tiene el 99,9 % de la producción nacional.



OH!: ¿Cuál hasta ahora es la obra estrella de su gestión?

La principal obra estrella que hemos logrado es el agua. Tarija es la primera ciudad que está solucionando su tema de agua. Es una obra no solo estrella, sino que genera dignidad a un pueblo.

Además, señal de que cuando tenemos una decisión conjunta podemos transformar todo aquello que queramos transformar. Lo del agua lo hemos definido con los presidentes de Fejuve, todos me dieron sus contrapartes para sus obras distritales o barriales y lo puse todo en contraparte con el Gobierno Nacional.



OH!: Pasando al tema de las evaluaciones, es la Tarija post bonanza, ¿cuánto de la bonanza aprovechó Tarija?

Con los recursos que hubo, algunas cosas se desarrollaron: tenemos mayor cantidad de unidades educativas, pero peor educación; tenemos mayor cantidad de hospitales, pero peor salud. Pero ahí hay una cosa que hay que equiparar, y repito, es al ser humano. No hemos culminado estructuras fundamentales en la conectividad de nuestro departamento.

Yo estoy haciendo otro tipo de conectividad, la fibra óptica y el paraguas de wifi para la ciudad inteligente, para que el ciudadano sea capaz de conectarse a algo y tenga rapidez en sus proyectos personales. La mayoría de esa banda ancha será para darle al ciudadano capacidad de estar interconectado en una serie de emprendedurismos que le vamos a establecer.

La incubadora de empresas que estamos llevando adelante tiene más de dos mil postulantes. Esos son héroes reales, son tipos como los del Bicentenario, no le tienen miedo a emprender. Esos ciudadanos son los que van a construir y desarrollar las fronteras impensables.

Tarija solo se acostumbró encasilladamente a llevar adelante su relación de vínculo con el Estado, municipios, sub gobernaciones, gobernaciones. Eso ha sido un fracaso, más que el de los recursos invertidos en la región, el fracaso ha sido no romper la dependencia del Estado.



OH!: Extendiendo la evaluación sobre el gas tarijeño en general: ¿considera que ha sido bien aprovechada la bonanza del gas?

Yo hago una pregunta: ¿qué nueva frontera hemos desarrollado en la economía nacional, si tuvimos tanto para apalancar? ¿Cuál es la nueva frontera que hemos desarrollado para dar ese salto? Ahora que están empezando a caer los recursos económicos de los hidrocarburos, también nuestro desarrollo y nuestro PIB está comenzando a caer, nuestro crecimiento también está empezando a caer.

¿Cuál fue el sustituto? Por eso supuestamente los padres que no fueron formados hacían todo lo posible por formar a sus hijos. Lo hacían para lograr con esa formación que entren a la era del conocimiento junto al área de la innovación.

¿Hemos hecho eso? ¿Hemos proyectado a nuestros hijos del siglo XXI con una capacidad innovadora del conocimiento? ¿Somos competitivos económicamente con otros países? Ésa va a ser la gran reflexión del futuro porque Tarija ha sido útil para apalancar el Siglo XXI de Bolivia, porque también esa experiencia ya hubo con Potosí.



“Más que el de los recursos invertidos en la región, el fracaso ha sido no romper la dependencia del Estado”



“¿Somos competitivos económicamente con otros países? Ésa va a ser la gran reflexión del futuro porque Tarija ha sido útil para apalancar el Siglo XXI de Bolivia, porque también esa experiencia ya hubo con Potosí”



“El nivel de formación de nuestras universidades, salvo alguna excepción, es desastroso. Pero la capacidad de comprender y dar saltos cualitativos y cuantitativos de nuestros jóvenes, a través de instrumentos digitalizados de información, es brutal”


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