La Policía intervino esta madrugada el cerco que llevan adelante los cocaleros de Los Yungas que exigen que se suspenda el tratamiento del proyecto de la Ley General de la Coca en la Asamblea porque se oponen a la asignación de coca legal que se estipula en el documento.
La movilización comenzó el viernes como una vigilia. El fin de semana se radicalizó y como adelantaron los dirigentes no se permite ni circulación vehicular ni peatonal al interior.
En la madrugada los efectivos intervinieron con gas y agua. Los cocaleros soportaron, se reagruparon y ahora anuncian radicalizar sus medidas.
El ministro de Gobierno, Carlos Romero denunció que en el operativo hubo integrantes de la movilización que usaron dinamita, "pedimos que se investigue para que se asuma a nivel de la Fiscalía como corresponde y que si hay personas que lanzan piedras contra vehículos particulares, propiedad privada, desplegando miguelitos contra los vehículos el caso se atenderá a nivel de FELCC como corresponde”, indicó.
Romero aseguró que sus demandas principales fueron atendidas. El gobierno garantiza el respeto de la coca como patrimonio, "pidieron que no se apliquen acciones impositivas a la comercialización de la coca y eso también está aceptado".
Lo que no se puede aceptar según el Ministro es que no se limite la producción en las áreas tradicionales. Calificó la medida de política, y dijo que chocar con los cocaleros del trópico de Cochabamba es "traicionar el proceso de cambio"
La gestión personal del comandante de la Policía, general Abel de la Barra, el sábado ante la dirigencia cocalera para que desbloqueen dos de los ocho accesos a la plaza Murillo no tuvo efecto. Ayer por la tarde los cocaleros decidieron mantener cerrados todos los pasos y la Policía advirtió que no pueden permitir que las emergencias de salubridad sean bloqueadas por los protestantes.
El ministro de Desarrollo Rural, César Cocarico también convocó al diálogo, pero éste no se instaló. La dirigencia exige hablar con el Presidente.
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