14 agosto 2016

Entrevista: Gaya Makaran Investigadora: Cialc-Unam 'Se abandonó el proyecto plurinacional'

El proceso de cambio, encumbrado por Evo Morales Ayma, actual presidente del Estado Plurinacional, lleva diez años de recorrido. En ese periplo, Bolivia vivió momentos históricos para contar, reflexionar y también disentir. Una de esas miradas corresponde a Gaya Makaran, doctora en Humanidades de la Universidad de Varsovia (Polonia, su país natal) que entre el 2004 y 2012 estuvo en Bolivia, conociendo de cerca la realidad sociopolítica del país y en particular de su composición social y los pueblos indígenas.

En contacto con El Día, Makaran que actualmente se desempeña como investigadora asociada del Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe (CIALC) en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), describe algunas reflexiones sobre el proceso que sostiene el actual Gobierno.

P. ¿Qué rescata como positivo en estos 10 años de gobierno del MAS?
G.M.: El ascenso social y político de varios representantes de las poblaciones indígenas, su incorporación simbólica y sus culturas al imaginario y el discurso nacional. Además, el relativo reparto de los beneficios económicos conseguidos, avance legislativo en cuanto a los derechos colectivos.

P. ¿Y los aspectos pendientes y negativos del proceso?
G.M.: La tendencia autoritaria del presidencialismo, el cierre de espacios de diálogo y participación autónoma de los pueblos. Eso se ha convertido en una sistemática la cooptación y el clientelismo, la corrupción, la persecución política y el abandono fáctico del proyecto indígena-popular en pos de un modelo desarrollista extractivista propio del capitalismo dependiente. Otros aspectos tienen que ver con la desarticulación de las organizaciones populares e indígenas, el visto bueno para la expansión del capital extranjero (chino), la agroindustria a costa de la reforma agraria y los principios del Buen Vivir.

Prácticamente, en este periodo hubo un abandono del proyecto plurinacionalista a favor del nacionalismo boliviano.

P. El 21 de febrero, en cuyo referéndum gano el NO. ¿Fue un punto de inflexión para el MAS ?
G.M.: Fue un momento muy importante a partir del cual se esperaba que el partido MAS tenía que rearticularse, buscar nuevos liderazgos, hacer cuentas con las viejas dirigencias y sus metas. Sin embargo, hoy en día observamos más bien los intentos de revertir el resultado del referéndum y seguir con la propuesta de la reelección. Falta la autocrítica y abundan las excusas para no cambiar nada, lo que a la larga puede perjudicar el partido y su proyecto político.

P. ¿Qué pasó ahí con el MAS?
G.M.: El MAS fue en su momento el instrumento político de las organizaciones, sobre todo del sector cocalero y luego dentro del Pacto Unidad de todo el rico entramado social-comunitario. La apuesta fue por delegar momentáneamente el poder a un organismo con cierta experiencia y personería jurídica en el ámbito de la política liberal. Con el tiempo resultó que el partido repitió viejos vicios de los partidos tradicionales, sobre todo el distanciamiento de las bases, las jerarquías verticales con liderazgos fuertes, el clientelismo con las organizaciones, la corrupción. Hoy en día el MAS no puede representar a todas las fuerzas sociales indígena-populares.

P. Entendido así. ¿Qué debe hacer el presidente Morales?
G.M.: Si realmente respeta los resultados del referéndum, debería preparar el lugar para el surgimiento de nuevos líderes y apoyar la autoreflexión dentro del MAS. Debería volver a la agenda de octubre y permitir la crítica desde las organizaciones indígena-populares. Cosa que seguramente no va a pasar.

P. En ese contexto. ¿Cómo avizora el futuro sociopolítico de Bolivia?
G.M.: Se puede avizorar el recrudecimiento de la tendencia presidencialista, autoritaria y conservadora del gobierno del MAS, opuesta a cualquier forma de autorenovación. Es todavía una incógnita la condición de una oposición de izquierda capaz de disputarle el poder al oficialismo. Podremos seguramente ver el crecimiento de la derecha o algún proyecto del centro que recupere los lemas populares, pero con intención conservadora.

P. En la región los gobiernos progresistas están en caída. ¿Se acaba el ciclo de izquierda?
G.M.: Hay que preguntarse qué tanto estos gobiernos representaban sus proyectos iniciales de izquierda. Los tiempos muestran el agotamiento político de estos proyectos falsificados y los vientos económicos tampoco son favorables. Parece que declina el proyecto "progresista", pero las luchas de los pueblos siguen y en este sentido las izquierdas incluso pueden recuperar su pulso inicial, de base y popular.

P. ¿Esa podría ser la suerte de Bolivia?
G.M.: Podría ser que todavía gane el oficialismo, aunque debilitado. En ese ámbito, muchos indican que el error fue aceptar las reglas de juego de la democracia liberal. En la cancha liberal las fuerzas indígenas-populares cedieron ante la sinergia del sistema, delegaron el poder popular hasta perderlo, otra vez más como indica la historia.

El Perfil

Gaya Makaran
Doctora en Humanidades

País natal:
Polonia

Formación:
Con estudios en licenciatura y la maestría en Estudios Latinoamericanos en el Instituto de Estudios Ibéricos e Iberoamericanos de la Universidad de Varsovia, Polonia.

Trayectoria:
El 2004 llega a Bolivia para hacer su tesis doctoral sobre la debilidad del Estado-nación boliviano. Luego hace su estancia postdoctoral en la CIALC -UNAM y aborda las identidades políticas en Bolivia: el etnonacionalismo aymara y el regionalismo cruceño.

Trabajos: Es autora de varios artículos dedicados a los fenómenos identitarios, étnicos, movimientos indígenas y reformas políticas en Bolivia.

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