17 julio 2016

Hija de Marcelo: La obra de mi padre está presente en la memoria de la gente



Más de tres décadas y media han pasado del fatídico 17 de julio de 1980 cuando se perpetró el golpe dirigido por Luis García Meza que, entre muchas otras víctimas, acabó también con la vida del líder socialista Marcelo Quiroga Santa Cruz.

A pesar del tiempo transcurrido, los familiares de las personas desaparecidas aseguran que el daño continuará mientras el Estado no determine el paradero de los cuerpos de las víctimas.

Ese día de julio de 1980, la reunión del Consejo Nacional de Defensa de la Democracia había concluido al mediodía y no pasó mucho tiempo para escuchar los disparos que provenían de las afueras de la Central Obrera Boliviana (COB) en la ciudad de La Paz.

“Mi padre no desconocía la situación de amenaza en la que se encontraba y todos sabíamos que corría un riesgo muy grande, pero él era una persona que tenía un compromiso muy fuerte con sus propias ideas, con el pueblo boliviano y pese al riesgo que conocía y que era plenamente consciente, bueno, él estaba dispuesto a seguir haciendo lo que tenía que hacer que era revisar la realidad sociopolítica, económica del país y decir lo que pensaba”, recuerda la hija de Marcelo, María Soledad Quiroga.

“Él decía que temía mucho más a tener un conciencia culpable que al riesgo que estaba corriendo. No hubiera podido aceptarse a sí mismo si es que no era consecuente con lo que él pensaba”, añadió.

María Soledad ese día no estaba en Cochabamba porque era una estudiante universitaria, sin embargo, “yo venía con frecuencia a La Paz y mi padre también iba con frecuencia a Cochabamba, teníamos una relación muy cercana, muy estrecha”. Pero después, pasó lo que ella más temía.

“La gente sabía que había información poco clara, ese día nos enteramos que habían asaltado la COB, después supimos por testigos que le habían disparado (…). Hasta el día de hoy no hay una información, aunque se sabe que él fue herido en la COB, posteriormente asesinado y desaparecido”, dijo.

Entonces, María Soledad y su madre (Cristina Trigo) tuvieron que resguardarse en la Embajada de México y posteriormente, fueron exiliadas a este país.

36 años después ella asegura que el Estado tiene una deuda con Bolivia porque el delito de desaparición forzada no prescribe de acuerdo a las normas nacionales y convenios internacionales.

“El daño se sigue realizando de manera continua todos los días hasta que se encuentren a las personas que están desaparecidas, es el caso de mi padre y de otras personas que también permanecen hasta hoy desaparecidas”, dijo.

“No es suficiente que estén ya en la cárcel García Meza y algunos de sus colaboradores para decir que se hizo justicia, porque faltan muchas cosas. Por ejemplo, que se averigüe cómo se ha producido la muerte tan injusta de Marcelo, saber qué se ha hecho con sus restos y dónde están. Eso es lo que nosotros necesitamos saber”, dijo la viuda de Marcelo Quiroga Santa Cruz, Cristina Trigo en una entrevista con Los Tiempos el 2010.Trigo murió el 2014 a los 79 años, dejando el encargo a sus hijos de continuar con la lucha que ella empezó con el fin de desclasificar los documentos militares de la época de la dictadura.

“Yo ya no tengo esperanza de nada. Yo ya estoy envejecida en esto. ¿Qué puedo esperar? Esa dictadura ha sido todo un mundo que se ha visto hundido, perdido, que lastima hasta ahora”, concluyó María Soledad.



Muertos y desaparecidos

Si bien la dictadura inició en julio de 1980, esta situación continuó por más de un año donde los heridos y los muertos sumaban. José Reyes Carvajal fue uno de los ocho dirigentes del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) que murieron a manos de paramilitares en la denominada masacre de la calle Harrington en enero de 1981.

“Yo recuerdo el dolor, la preocupación de la gente, la universidad cerrada y tomada, nosotros chicas pero había ese sentimiento de horror, de terror en la población. Los paramilitares tomaban las casas y seguía a las familias”, relata la exdiputada e hija de José Reyes, Elizabeth.

“Muchos optaron por salir de Bolivia y otros, como mi padre, decidieron quedarse en la resistencia”, a pesar de la situación Elizabeth recuerda que la población buscaba la forma de reunirse de forma clandestina para hablar y planificar la resistencia y organizar la huelga general. “Esta dictadura nos unió a todos, a partir de ese momento todos dijeron nunca más y es así que se resiste a ese golpe y se logra cambiar todo esto”, concluyó.



Carlos Flores, desaparecido

Para Olga flores Bedregal, hermana de Carlos Flores, político desaparecido durante la dictadura de Luis García Meza, recordar el 17 de julio de 1980 es volver a aquellos momentos en los que Bolivia vivía un momento de zozobra debido a los abusos del régimen.

“Mi hermano era parte del Comité de Defensa de la Democracia y esa mañana del 17 de julio fueron a reunirse, cuando hubo la amenaza de un golpe, la dirección de la COB y allí cayó preso”.

Olga Flores detalló que desde esa fecha desapareció su hermano y durante estos 36 años lo sigue buscando, usando diferentes medios. Primero con una denuncia internacional, luego hubo la comisión del desaparecido y finalmente en todo este tiempo tratando de que se forme la comisión de la verdad durante el Gobierno de Evo Morales, pero no se ha logrado nada.



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Tanquetas en las calles de Bolivia, durante el periodo de la dictadura.
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CON EL TESTAMENTO BAJO EL BRAZO

Jaime Burgos, sociólogo y dirigente estudiantil universitario durante periodo dictatorial, exilado con su padre durante el Gobierno de Hugo Banzer Suárez, y perseguido político durante la dictadura de García Meza, narró la persecución sangrienta que impuso ese régimen en contra de sectores políticos, obreros, mineros, estudiantes universitarios, mineros y otros. “Nosotros estamos hablando de un Gobierno de reconstrucción nacional, estamos hablando de un Gobierno de austeridad y honradez”, aseguró García Meza, a través de las ondas de radio.

Burgos, cual se trasladase a esa época, recordó, una de las frases más duras que vertió Luis Arce Gómez, quien antes de asumir la cartera del Ministerio del Interior, asaltó ese despacho para sustraer toda la documentación e informes que habían en su interior y tener la información completa sobre las personas que buscaban y defendían la vigencia de un sistema democrático.

“De que todo boliviano que denigre a este país será declarado traidor a la patria, quiero dejar bien en claro de que yo al haber presentado este proyecto de decreto ley después de ser analizado (…) el presidente de la República ya lo tiene en su escritorio para la firma, pero el mayor deseo de que hablo es que todos los elementos que han sido aprehendidos por inteligencia que estaban en función de sindicalistas, traficantes de política, activistas, subversores tienen que dejar el país hasta dentro de 20 días, no habrá un solo detenido en Bolivia a esta gente la vamos a sacar del país, los vamos a mandar al exilio, a otros los vamos a residenciar para que aprendan a trabajar y a los tontos inútiles los vamos a dejar en libertad para que se integren al país. A partir de ese momento, todos aquellos elementos que contravengan al decreto ley tienen que andar con su testamento bajo el brazo, porque vamos a ser taxativos, no va a haber perdón”, dijo Arce Gómez en una radio.





TESTIMONIOS DE TESTIGOS DE LA DICTADURA

MARÍA SOLEDAD QUIROGA TRIGO (HIJA DE MARCELO QUIROGA SANTA CRUZ)

Son 36 años en los que se hace una serie de homenajes, se recuerda lo que ha sido la vida, la obra de mi padre. Se le rinden muchos homenajes, está presente su nombre en la memoria de la gente, sin embargo, dada la talla de la figura de mi padre es una deuda con Bolivia de establecer la justicia de la verdad y recuperar sus restos.

El delito de desaparición forzada, que es este caso, es un delito que no prescribe de acuerdo a las normas nacionales y de acuerdo, a las normas y convenios internacionales. El daño se sigue realizando de manera continua todos los días hasta que se encuentren a las personas que están desaparecidas.



OLGA FLORES BEDREGAL (HERMANA DE JUAN CARLOS FLORES)

Yo estaba en La Paz y cuando escuché que había una balacera en la Central Obrera Boliviana corrí y fui a ver pero nunca imaginé lo que había pasado. Vi que sacaban a Gualberto Vega herido y cuando vi que en la Federación de Mineros había quedado todo destrozado, también vi una mancha de sangre que me estremeció y que años después me enteré que era de mi hermano.

Gracias a nuestra lucha incansable, hemos logrado que Luis García Meza esté en una condena sin derecho a indulto, pero que no la cumple debido a que él goza todavía de protección de fuero militar cuando está en contra la Ley Orgánica de las Fuerzas Armadas.



FILEMÓN ESCOBAR (DIRIGENTE MINERO)

El siglo XX ha sido lo más dramático en Bolivia, equivalente al colgamiento de (Gualberto) Villarroel el 21 de julio del 1946 porque se mató a un gran caudillo y en la Central Obrera Boliviana se mata a otro caudillo, a Marcelo Quiroga Santa Cruz. Es dramático porque en la COB estaba Marcelo, estaba Juan Lechín, Simón Reyes, Víctor López toda la dirección de la Central Obrera Boliviana, pero en esa reunión faltaban cuatro caudillos que murieron en la época de (René) Barrientos Ortuño el año 1965 en la masacre de San Juan. Yo estaba por suerte en Siglo XX (Potosí), aunque también sufríamos represión, pero los mineros habían perdido el miedo a la muerte.



ELIZABETH REYES (HIJA DE JOSÉ REYES CARVAJAL)

Era una época de terror, a partir de ese momento no hablé más con mi padre hasta el momento en que poniéndonos de acuerdo nos llevaban de forma oculta en unos autos a verlo en alguna casa clandestina y después lo he visto tres veces más hasta el día de su muerte, entonces, yo recuerdo que ha marcado nuestra vida en muchas familias porque muchos de sus hijos no los volvieron a ver desde el momento que entraron a la clandestinidad.

Yo creo que lo más importante es el hecho de que los bolivianos no tenemos que olvidar que tenemos una deuda con las generaciones que han luchado por la democracia.



JUAN DEL GRANADO, POLÍTICO

“Hemos impulsado el juicio en contra de Luis García Mesa, Luis Arce Gómez, entre otros, pero hay muchos que han evadido el proceso. En el juicio de responsabilidades que llevamos no se incluyó el tema del narcotráfico, porque la información se conoció después, pero lo importante es que hemos sentado un precedente, se enjuició a los responsables de una dictadura responsable de la muerte de personajes como Marcelo Quiroga Santa Cruz, el padre Luis Espinal, eso es lo importante, se logró la condena de 30 años sin derecho a indulto”.



JAIME BURGOS, SOCIÓLOGO Y EXDIRIGENTE ESTUDIANTIL

“Esta etapa negra del país en un periodo de varios golpes de estado, fue uno de los más sangrientos. Esta dictadura que fue, se podría decir, promovida por el narcotráfico ha dejado en luto a la familia boliviana. Estaba ligado al narcotráfico, para controlar el país, como sucede en otras naciones, se ha infiltrado en el Gobierno, Luis arce Gómez siempre fue sindicado como el ‘ministro de la cocaína’, fue quien incluyó a los paramilitares, a quienes pagaba en planillas del Ministerio del Interior, reunió a las cinco principales familias del narcotráfico y les ofreció libertad a cambio de una suma determinada, estableció un impuesto de 40 dólares por cada tambor coca vendida.



REMBERTO CÁRDENAS, DIRIGENTE DURANTE LA DICTADURA

“Luis García Mesa y Luis Arce Gómez se juntan presumiblemente para salvar al sistema capitalista. Estados Unidos buscaba asegurar el funcionamiento dependiente y capitalista atrasado como Bolivia, la dictadura recibió apoyo económico de familias de Brasil y Bolivia, no en vano decían que los oficiales bolivianos no resistían un cañonazo de 5.000 dólares, es decir, recibían plata para dar el golpe.

Justificaban el hecho bajo la ‘tesis del enemigo interno’, en este caso se pensaba que el socialismo buscaba incrustarse en el país lo que debía ser impedido a cualquier precio”.



BERNARDO MAMANI VÍCTIMA DE LA DICTADURA

“Los sobrevivientes de las dictaduras buscamos justicia, hemos sido víctimas de estos procesos sangrientos, lo único que deseamos es que reconozcan nuestro derecho a recibir un trato justo.

Estamos más de cuatro años en este sector (Prado de La Paz) e incluso ya atentaron contra nuestro espacio, prendieron fuego y quemaron nuestras pertenencias, entre ellas computadoras y un televisor además de otras cosas personales, pero el Gobierno no quiere escucharnos”.

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