21 junio 2016

UNA MIRADA EN TRES DIMENSIONES 30 años de democracia


REFERÉNDUM

El Presidente cree que en el último referéndum ha perdido por mal desempeño en el Facebook, yo dudo que sea así, pero creo que son escenarios que si son utilizados con responsabilidad, pueden ser útiles para la expresión ciudadana, del ciudadano de a pie y sobre todo de los jóvenes".
María Teresa Zegada
SOCIÓLOGA

La socióloga y magíster en ciencias Políticas, María Teresa Zegada, en el marco del 30 aniversario de la revista Cuarto Intermedio, realizó un análisis sobre la democracia en el país durante las últimas tres décadas, pero desde una mirada a la realidad boliviana con distintas perspectivas.
Zegada plantea tres "dimensiones": la institucional, la de actores dotados de capacidad de poder y la ciudadanía.

La primera es una construcción institucional. Antes del retorno a la democracia en 1982, una de las rúbricas de Bolivia era la inestabilidad y la incertidumbre debido a numerosos golpes de Estado y las dictaduras militares. Entonces, desde este nuevo proceso se consiguió la construcción de instituciones democráticas que regulan la acción política y se pone límite a las arbitrariedades como el caso de modificación de la Constitución Política del Estado, la reformación de la Corte Electoral, la delimitación del poder del Estado, entre otras.

La segunda dimensión se refiere a los actores con poder. Desde la interpretación de una politóloga argentina citada por Zegada, a veces se construye la democracia a la "inversa" porque en lugar de que los actores respeten las instituciones, son los sujetos que tienen poder quienes manipulan y no se someten a las reglas de las instituciones, sino que también pueden interpretarlas y adecuarlas a sus intereses, algo que no sólo ocurría en el país, sino en América Latina.

En esta dimensión, partidos políticos han sido sustituidos por los movimientos "sociales" y, desde el punto de vista de Zegada, su manera de relacionarse con la sociedad no ha cambiado sustancialmente. Es decir, desde el proceso de sustitución de élites (considerando las primeras dos décadas de la democracia) se ha mantenido una cultura política que arrastra algunos signos de la era republicana o incluso del colonialismo. Zegada afirma esto basada en autores que afirman que se ha generado una forma de hacer política muy controversial en el país.

"Creo que andamos bastante mal en esta segunda dimensión de la democracia, en este ver la política como algo negativo, por lo tanto, personajes que podían aportar mucho al país no se animan a involucrarse porque no es el mejor escenario para poder aportar realmente al país", expresa.

Por último, la tercera dimensión de la democracia es más optimista: la construcción de la ciudadanía. Zegada, basada en estudios, afirma que la sociedad civil en los últimos diez años aumentó su índice de participación electoral en 85%, pues en la década de los 90 era más bajo. lo cual demuestra que la gente se interesa por participar, que siente que su voto puede servir para transformar u orientar la política nacional.

Sería una dimensión de la participación ciudadana donde todos acuden a la votación no sólo para elegir autoridades, sino en los referendos donde responde de una manera más activa y critica a estas convocatorias. En este contexto, Zegada describe, dentro de esta dimensión, dos escenarios de participación ciudadana que permiten afianzar la democracia. El primero es la esfera pública mediante los medios de comunicación y las redes sociales.

Ambos medios se habrían convertido en espacios, por excelencia, de intercambio político, sobre todo las redes sociales, al ser lugares privilegiados para hacer política. Entonces esa esfera pública amplió y transcendió las fronteras nacionales.

"El Presidente cree que en el último referéndum ha perdido por mal desempeño en el Facebook, yo dudo que sea así, pero creo que son escenarios que si son utilizados con responsabilidad, pueden ser útiles para la expresión ciudadana, del ciudadano de a pie y sobre todo de los jóvenes", apunta.

El segundo escenario donde se desenvuelve la ciudadanía es la protesta social. Según Zegada, un observatorio de conflictos sociales revela una cifra aproximada de 14.000 conflictos registrados en los 32 años de democracia en el país. Esto reflejaría las características de la sociedad y Estado bolivianos. Primero, Bolivia sería una sociedad para una gran capacidad organizativa cuando hay una necesidad, pero –y basándose en un estudio– si bien Bolivia es una sociedad con mayor capacidad organizativa es la que menos resultados tiene en sus acciones movilizadas.

"Es decir, protesta muchísimo, pero lo que consigue con esa protesta es muy poco y quizá. Si vemos el conflicto de los discapacitados nos podemos dar cuenta de esa realidad (…), escenas dramáticas sin resultados", resalta.

Zegada concluye el análisis de estas dimensiones: cuestionándose sobre si la relación Estado-Sociedad realmente responde a las demandas de relacionamiento entre el Estado y sus instituciones; si es el primero en respetarlas o es el primero en transgredirlas.

Otras interrogantes son, si la sociedad respeta las reglas de las instituciones, esto porque la misma sociedad está acostumbrada a señalar con el dedo a los políticos, sin embargo, quizá sea la primera en trasgredir la institucionalidad con típicos ejemplos como evadir impuestos, infringir normas viales y otras formas de vulnerar de alguna manera la institucionalidad.

En ese sentido, Zegada asegura que el país está frente a grandes dilemas de la democracia. El primer dilema quizá sea la idea de participación versus institucionalidad, pues al parecer la participación a veces desborda las instituciones y se genera un gran desequilibrio. Otro dilema sería la libertad de expresión o quizá un pensamiento más bien monolítico que no permite que haya manera de discutir esta realidad que compromete a todos.

Finalmente, Zegada afirma que en estos 30 años de democracia la realidad no deja de descansar, no hay momentos de estabilidad donde alguien pueda aburrirse. La realidad pone permanentemente desafíos para reaccionar, para pensar, y a veces atropella, tanto que no hay espacios para ese pensamiento.

La Revista Cuarto Intermedio quiere mostrar una gran sabiduría porque su objetivo es detenerse por un momento a pensar, a respirar a inspirar y germinar ideas para reaccionar con ciertas respuestas ante la realidad boliviana.

María Teresa Zegada es miembro del consejo editorial de la Revista Cuarto Intermedio por una invitación de sus fundadores y colaboradores que en un principio eran csólo jesuitas, por tanto, representa a la inclusión de personas laicas en el emprendimiento de esta revista que cumple 30 años de impulsar la reflexión sociopolítica del país.

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