En medio de la indiferencia del Gobierno, los discapacitados baten un récord histórico de conflictos sociales, al sostener 56 días de vigilia y movilización en La Paz, el mismo tiempo de encierro a la plaza Murillo bajo fuerte custodia policial.
Hasta antes de la llegada de los discapacitados, el conflicto más largo lo protagonizaron los cívicos potosinos, con 12 días de marchas y 21 de permanencia en La Paz, en medio de bloqueos, marchas y petardos.
Pero los discapacitados se anotaron el conflicto más largo de su propia historia. Tienen 35 días de marcha en la ruta Cochabamba-La Paz y 56 días de movilizaciones en la Sede Gobierno, por un bono mensual de 500 bolivianos que les permita cubrir la compra de medicamentos.
Cuando llegaron, el pasado 25 de abril, tomaron la plaza San Francisco con al menos unas 40 carpas. Luego se trasladaron a una cuadra de plaza Murillo, donde actualmente pernoctan hombres de distintas edades y capacidades; mujeres y madres que enfrentan el intenso frío junto a sus hijos.
Los discapacitados se dieron modos para financiar su estadía y alimentación. Alex Casano, encargado de la cocina, dijo que preparan 200 platos por día.“Hay instituciones que nos colaboran”, relató.
Sin embargo, no se dan por vencidos y anuncian más movilizaciones, como lo dice Samuel Cabrera, discapacitado que se encuentra en silla de ruedas.
“Vamos a hacer una convocatoria a nivel nacional para que podamos ser reforzados, en vista de que no hay ninguna solución”, afirmó.
Pese a todo, los discapacitados se aprestan a pasar el tercer feriado en La Paz, cuando este martes el país paralice actividades por el Año Nuevo Aimara, al que el Gobierno le dedica su tiempo especial.
Un conflicto similar se dio hace cuatro años por las víctimas de la dictadura. No obstante, aunque en su inicio los afectados realizaron marchas por el centro de la ciudad de La Paz, la vigilia de estos se mantuvo estática y no generó mayores repercusiones en los últimos años.
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