29 mayo 2016

David Tezanos Pinto La vida detrás del Defensor del Pueblo

La tarea de entrevistar al nuevo defensor del Pueblo, David Tezanos Pinto Ledezma, no parecía muy complicada; pero, recién después de una semana se logró coordinar el día y la hora. En algunos casos, como éste, el uso del teléfono es útil cuando el entrevistado está en otro departamento, pero hay que afinar el oído para reconocer sus silencios y dubitaciones ante preguntas “incómodas”.
David nació en Cochabamba el 4 de abril de 1976. Es el tercer hijo de Adolfo Tezanos Pinto, reconocido jurista,
y Zaida Ledezma Mérida. Su padre fue una figura significativa e influyente en su vida, ya que le brindó los primeros pilares de formación y lucha; él abrazaba la ideología falangista.
Según el nuevo Defensor, su padre no toleraba las injusticias y los abusos; éstos temas eran debatidos en familia.

despertar de la conciencia
Tuvo una infancia tranquila junto a sus tres hermanos; Corina, Gustavo Adolfo y Carina Minie, la menor.
Entre juegos y travesuras fue desarrollando su personalidad. A los ocho años ya tenía claro el sentido de la equidad. “Vivía en un barrio alejado, del centro de la ciudad, donde mis amiguitos eran pobres y no tenían ropa ni zapatos, por eso les daba los míos”.
Una anécdota que fue corroborada por su madre y hermano, quienes nos recibieron en su domicilio particular.
“En ese momento pensé que solo era una travesura más; pero, hoy me doy cuenta del significado cabal de sus acciones”, afirma Zaida Ledezma.
De igual manera, Gustavo, su hermano mayor, recuerda una ocasión en la cual David demostró su sentido de justicia “sometió a un ladrón en La Cancha,
para recuperar el arete que le arrancó a una señora y lo dejó en libertad, luego de reflexionarlo sobre su accionar”.

EDUCACIÓN Y ENSEÑANZAS
A su 12 años vivió el episodio más triste de su vida y que le dejó huellas imborrables: un trágico accidente causó la muerte de su padre. “Falleció cuando estaba en intermedio, aún hoy me cuesta sobrellevar esta situación, porque me hacen falta sus consejos y enseñanzas”, asegura David.
La educación que recibió en su hogar se complementó con lo que aprendió en el colegio Maryknoll, por su filosofía y calidad en el campo de la educación.
Tezanos Pinto terminó sus estudios académicos en 1993. Al año siguiente se matriculó en la Universidad Mayor de San Simón, en la carrera de Arquitectura, pero cuando cursaba el tercer año la abandonó, respondiendo a sus sentimientos. “No lo toleré que Hugo Banzer Suárez había sido electo democráticamente como presidente,
y no podía admitir que aquel hombre que había perseguido y detenido a mi padre durante su dictadura, estaba a la cabeza de mi país”, enfatiza David Tezanos Pinto.
Por eso, abandonó su hogar y se fue al sur de Bolivia a trabajar como maestro albañil; pasaron más de 14 meses hasta que su madre diera con su paradero y fuera a traerlo de vuelta. “Llegué con la mentalidad de trabajar y de hacer algo por la justicia social; por eso, tomé la decisión de estudiar Derecho”, recuerda con un tono seguro.

nuevas pasiones
Luego de tres años y medio de estudio en la Universidad Católica Boliviana, finalizó la carrera de Derecho y comen- zó a buscar trabajo. Paralelamente, en este periodo, el amor tocó su puerta y en pocos meses llegaría a este mundo la principal razón de su vida.
A finales de 2001, David se convertiría en padre, desde entonces, su pasión y orgullo se llama Salvador Tezanos Pinto Pol.
“Como padre solo deseo acompañar el desarrollo de mi hijo y ayudarle a formarse como un hombre de bien”, expresa con orgullo.
Durante el 2004 y 2005 el joven abogado se fue a vivir a Santa Cruz, tratando de brindar estabilidad, una familia y afecto a su hijo. La relación no prosperó y Tezanos Pinto retornó a Cochabamba para comenzar a trabajar junto a su hermana Corina, como abogado consultor en Quillacollo.
En este periodo, el bufete recibió un caso para atender una denuncia contra un clan que operaba en esa zona. Al poco tiempo, comenzaron a llegar las amenazas. “Habíamos decidido dejar el caso, pero una noche me interceptaron varias personas en El Prado y me golpearon hasta hacerme perder la conciencia”, recuerda.
Fue en ese momento, que sufrió un desgarro en el músculo ocular y tuvo que someterse a tres cirugías, motivo por el cual, actualmente debe llevar un parche en el ojo.
Su madre y hermano también recuerdan con angustia e impotencia lo que vivieron aquella noche y quisieron buscar justicia atrapando a los culpables. Meses después, Gustavo fue
el encargado de agarrar a esos hombres; pero... “mi hermano los dejó en libertad, no quiso continuar el juicio”.
Al respecto, David señala que el daño estaba hecho y los dejó en libertad, porque no creía en el derecho penal como una forma de castigo o solución a los problemas.
Luego de seis meses de vivir postrado en cama, David decide dejar de lado este penoso suceso y el 2007 deja esta ciudad y fija sus esperanzas en un nuevo destino: la ciudad de La Paz.

al encuentro con el destino
Sus estudios y especialización en Derecho Penal, Derechos Humanos e Investigación Jurídica lo llevaron
a ocupar el cargo de “Profesional
de la Unidad Política Criminal”.
Posteriormente, en septiembre de 2007, ingresó a trabajar como Director del Servicio Plurinacional de Defensa Pública, dependiente del Ministerio de Justicia.
“Es una institución muy austera en la cual tuve la dicha de trabajar en material penal y litigar por los derechos de los presos”, afirma Tezanos Pinto.
Fue allí donde pudo proyectar “El Servicio Plurinacional de Defensa Pública”, que fue aprobado el 2013, al cual se acogieron cerca a 4.500 reos.
“En lo personal me sentí satisfecho por el servicio que brindaba, devolver la libertad a un ser humano, no tiene comparación”, sostiene.
Este es un breve resumen por la vida del nuevo Defensor del Pueblo, quien se siente un técnico penalista con visión progresista en cuanto a derechos humanos, y que espera -en estos próximos seis años- cumplir con la misión encomendada: ser un funcionario independiente que proteja al ciudadano de los excesos de quienes detentan
el poder político y económico.
Solo el tiempo dará la razón a David Tezanos Pinto o a sus detractores, quienes consideran su nombramiento como una acción política.

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