El presidente Evo Morales decidió postergar todo tipo de negociación directa con sectores que demandan atención a sus pliegos hasta después del 21 de febrero, día del referendo constitucional.
La semana anterior, el Gobierno convocó a los representantes del transporte pesado nacional a instalar una mesa de diálogo para suspender los bloqueos de carreteras que protagonizaban los afiliados de la Cámara Bolivia de Transporte.
El ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, fue el responsable de enviar el 3 de febrero una carta a quienes mantenían una protesta desde el domingo 31 de enero y de indicar que todo tipo de diálogo será posible luego del domingo 21. La propuesta gubernamental fue aceptada dos días después.
“Hemos decidido levantar y declarar un cuarto intermedio, teniendo como parámetro fundamental la invitación del ministro de la Presidencia (Juan Ramón Quintana), quien nos convocó al diálogo después del 21 de febrero”, declaró el presidente de la Cámara de Transporte de la ciudad de El Alto, Gustavo Rivadeneira, el viernes anterior.
Según Oxígeno, los transportistas demandan modificaciones a la ley tributaria para reducir el pago de sus impuestos. El pedido fue rechazado por el Gobierno porque considera que una repuesta favorable puede provocar la pérdida de al menos 1.000 millones al Estado.
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