01 septiembre 2015

Chivi: Fortuna de Samuel creció con los dólares preferenciales

La propuesta hecha por el jefe de Unidad Nacional (UD), Samuel Doria Medina, de retomar el tipo cambiario del dólar a través del bolsín tiene la finalidad de retornar al pasado para beneficiarse como lo hizo durante el gobierno de la Unidad Democrática y Popular (UDP), en los años 80, cuando hubo la venta de dólares preferenciales.

“Quiere que volvamos al pasado porque en el fondo lo que está queriendo y está pensando es que eventualmente siendo gobierno él no va a tener que diseñar el bolsín, quiere que el Gobierno lo haga en este momento, políticas de costo preferencial del tipo cambiario, pretende volver a la UDP”, afirmó el analista Idón Chivi.

El empresario presentó ayer su propuesta ante la supuesta “crisis del Estado extractivista”, en la que incluye “utilizar el mecanismo del bolsín del Banco Central de Bolivia para proteger la producción nacional y fomentar las exportaciones de acuerdo con la evolución de la economía regional y mundial”.

En agosto de 1985 se creó el bolsín, cuyo mecanismo de venta de dólares era a partir de la subasta, “todos los que desean divisas deben presentar en un sobre cerrado una propuesta del precio que desea pagar para obtener divisas, todos los que ofrezcan un precio similar al precio fijado por el comité de cambios (desconocido por el público) se adjudican las divisas”, explica Milton Carrón en su artículo “El bolsín del Banco Central de Bolivia: Una aproximación a la teoría de las subastas”.

Este mecanismo fue utilizado después de que el gobierno de Hernán Siles (1982-1985) implementara la venta de los dólares preferenciales, que beneficiaron de gran manera a la familia Doria Medina para acumular su fortuna.

Un informe de la Comisión Investigadora de las privatizaciones, en la Asamblea Legislativa Plurinacional, publicada en diciembre de 2014, señala que la fortuna de la familia Doria Medina creció 23 veces solamente en un año (1984-1985) y con ello se hicieron con el paquete accionario de la Sociedad Boliviana del Cemento (Soboce).

En 1984, siete miembros de la familia Doria Medina tenían 279.012 acciones en Soboce y para 1985, la cifra se incrementó a 6.566.359 acciones.

“Samuel Doria Medina padre comenzó a acumular dólares preferenciales a partir de la desdolarización y eso le sirvió para comenzar a comprar las acciones de los otros accionistas y convertirse en accionista mayoritario, y al ser accionista mayoritario, en presidente del directorio de Soboce”, recordó entonces el periodista e investigador Édgar Ramos.

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