Los precandidato del Frente Amplio; Samuel Doria Medina, Rafael Quispe y Jimena Costa, coincidieron en señalar ayer que el Gobierno hábilmente logró ejecutar en los ocho años de gestión del presidente Evo Morales la estrategia de “divide y conquista” del emperador romano Julio César, o, el “divide y reinaras”, al mejor estilo del historiador y filósofo político italiano, Nicolás Maquiavelo, donde sugiere que la mejor forma de obtener y mantenerse en el poder es sembrando la intriga para lograr la división.
“La principal diferencia que tengo con el actual Presidente es que él, como hemos visto todos los bolivianos en estos últimos ocho años, ha elegido el camino de dividir para reinar. Elegí hace mucho tiempo el otro camino, unir para progresar. Ésa es la principal diferencia que tengo con Evo Morales”, sostuvo Doria Medina, líder de Unidad Nacional (UN) en el Foro de Consulta Presidencial, realizada en el hotel Alexander, situado en la ciudad de El Alto.
Como antecedente, Rafael Quispe indicó que el partido en función de gobierno dividió al Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu (Conamaq) para tener el control al interior de esta organización indígena y a manipularla de acuerdo a sus intereses.
Asimismo, recordó otro tipo de divisiones que causó el MAS, como el conflicto ocurrido en enero pasado dentro de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos, donde un grupo afín al MAS a la cabeza de Jorge Sueiro, exdirector de Régimen Penitenciario del Ministerio de Gobierno, ingresó a sus instalaciones en La Paz para intentar tomar esa institución independiente.
Por su parte, Jimena Costa criticó que los bonos que imparte el Gobierno no resuelven los problemas estructurales del país. Por ejemplo, mencionó que el Bono Juancito Pinto, que consta de la entrega de Bs 200 para estudiantes de colegios fiscales, es en realidad una “limosna” porque representa alrededor de 54 centavos al día.
Asimismo, Doria Medina identificó que una de las mayores falencias del presidente Evo Morales es que “no da un buen ejemplo” a la ciudadanía. Por ejemplo, cuestionó el hecho de que el mandatario no haya llevado a la justicia al vicepresidente Álvaro García por el contrato que hubo entre la empresa Boliviana de Aviación (BoA) y su cuñada.
A su turno, Quispe calificó a Morales de impostor por autoidentificarse como indígena. A modo de explicación, el líder originario explicó que la visión indígena no existe la reelección, además de que se necesita estar casado para tener un cargo.
Para concluir, Costa sostuvo que la bonanza económica que vive el país se reparte entre los partidarios del MAS y sus familiares y no llega al pueblo como la ciudad de El Alto.
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