Los graves efectos producidos por las inundaciones en el Beni nos llaman a reflexionar sobre la necesidad de implementar políticas de prevención de desastres naturales. Estas políticas necesariamente deben ser de mediano y largo plazo, en el entendido de que tareas o acciones coyunturales como las que ahora se están activando en el Beni, no aliviarán ni alentarán su desarrollo ni de cualquier otro departamento que le pudiera tocar sufrir los embates de la naturaleza. Todas esas iniciativas son importantes, pero deben ejecutarse con una política de prevención, organización y desarrollo de planes permanentes.
Una vez más se demuestra que Bolivia necesita de un verdadero proceso de descentralización y fortalecimiento autonómico, pues estamos seguros que quiénes pueden atender mejor la necesidades - por el conocimiento de su territorio y la cercanía con los ciudadanos - son los gobiernos locales, provinciales y/o departamentales, actuando en coordinación con los sectores productivos y el gobierno central debiendo dejarse de lado la politiquería y sobre todo guardando el debido respeto a la situación en que se encuentran las familias y los sectores afectados por los desastres climatológicos.
La falta de coordinación es la debilidad más relevante y marcada en este momento de dificultad por la que atraviesa el Beni, por lo que como partido histórico, nacionalista y revolucionario hacemos un llamado para que de inmediato se instale una mesa de diálogo que permita delinear una política de reconstrucción y reactivación socio económica regional del Beni, sobre todo en materia de capital social.
La prioridad es la articulación y la integración interinstitucional, todos los actores, como ser políticos, cívicos e institucionales, productivos, comunidades y juntas vecinales afectadas, los que debemos sentarnos para proponer soluciones y buscar la salida más propicia en un proceso de reconstrucción.
Acciones conjuntas, como el cofinanciamiento, asistencia técnica y ejecución de planes, programas y proyectos de dimensión regional o macro regional deben ser el resultado de este proceso, no tenemos porqué esperar más cálculos políticos; es la hora de la unidad y el diálogo en beneficio de las bolivianas y bolivianos.
No es momento de propaganda política, necesitamos diálogo, integración, unidad entre los bolivianos y que desaparezca esta posición de confrontación y odio que tanto mal nos causa. Respetamos la democracia y en este marco convocamos a la creación inmediata de una mesa de diálogo que permita plantear soluciones concretas.
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