07 julio 2013

La división se apodera del MAS; García es la discordia

a división penetró en las organizaciones sociales que son la base fundamental del Movimiento Al Socialismo (MAS). Las pugnas por controlar el poder provoca cuestionamientos y peleas internas. El vicepresidente Álvaro García Linera se convirtió en la manzana de la discordia y, en medio de esta trifulca, los opositores quieren capitalizar el voto de los descontentos masistas.

Entre el 2006 y el 2009 el MAS tenía como su base principal electoral a cinco organizaciones sociales: Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (Csutcb), Confederación de Comunidades Interculturales de Bolivia, Federación de Mujeres Bartolina Sisa, Confederación de Indígenas del Oriente Boliviano (Cidob) y el Consejo Nacional de Ayllus y Marcas del Qollasuyo (Conamaq), quienes incluso sellaron un pacto de unidad en torno al MAS.

El sector indígena fue el primero en abandonar el pacto, quedó el bloque campesino, que parecía el más sólido, pero con la cercanía de las elecciones generales del 2014 las diferencias empezaron a desbordarse.

“Hay ministros que no quieren que les digamos nada y se agarran de personas que son manejables, pero yo estoy elegido por mis bases y me debo a ellos, y debo estar defendiéndolos”, indica el ejecutivo departamental de la Federación de Interculturales de Santa Cruz, Mario Pérez, que se atrevió a cuestionar públicamente, cansado de ser relegado por las autoridades de su propio partido.

“Los ministros convocan reunión y hacen pasar a los paralelos y los que somos elegidos legalmente nos trancan; entonces, automáticamente nos dividen”, relata.

En esta región hay dos federaciones, una que es dirigida por Pérez y otra por Leoncio Sequilli, que cuenta con el apoyo del Gobierno.

El ejecutivo nacional de los interculturales, Ever Choquehuanca, pese a contar con el apoyo gubernamental, afirma que reconoció al sector de Peréz porque fue electo en un congreso. Revela que “hay un resentimiento de algunos dirigentes que han perdido en elecciones internas, son ellos que están haciendo creer a la opinión pública que hay divisionismo”.

Discordia

El descontento llega a los dirigentes medios Rosendo Calle, ejecutivo Regional de los Interculturales de la provincia Guarayos, que se declara militante del MAS desde hace 17 años, cree que “un grupo ajeno se apoderó del Gobierno y solo reconoce a David Choquehuanca como “un ministro de oro que representa al sector campesino”. Apunta a que la figura del vicepresidente del Estado, Álvaro García Linera, es cuestionada en las bases campesinas. “Si usted sale al campo, no a la ciudad, la gente le va a decir no estoy de acuerdo con García Linera. Sí, queremos que vaya Morales y cualquiera, menos García Linera”, asegura.

Para Calle, la única manera de que las bases se mantengan firmes con el MAS es que el presidente Evo Morales desestime a García Linera como su acompañante. Choquehuanca confirma que “se ve algunas observaciones”, pero dice que se debe al trabajo “de los técnicos que están haciendo quedar mal a los ministerios”.

Entre los campesinos también hay descontento. En el congreso realizado en junio hubo protestas porque a varios dirigentes no se los acreditó para que tengan voto. Según la alternancia, debió ser elegido un campesino del sector aimara, pero nuevamente salió un quechua, que tiene la confianza del Gobierno. Según el dirigente Rufo Calle, que tras una división fue desconocido por un sector, afirmó que “la otra Csutcb está siendo manejada políticamente; han obligado para que asistan y voten por Damián Condori (actual ejecutivo)”. En protesta, Calle organizó un encuentro paralelo de campesinos a la que asistieron, según el líder disidente, gente de base que no está de acuerdo con el manejo del proceso de cambio, además de exdirigentes del sector, como Felipe Quispe, Alejo Véliz, Román Loayza y Félix Santos.

Los actuales dirigentes de la Csutcb prefirieron no pronunciarse hasta no tener una posición conjunta. Rodolfo Machaca, secretario General, se excusó de dar declaraciones mientras no se llegue “a consenso entre todos”.

El dirigente campesino Alaín Poma, de la provincia Zaucari, municipio Toleda de Oruro, cree que todo pasa por intereses personales. “El tema dirigencial se ha politizado, porque ser dirigente nacional o departamental es un trampolín para ser diputado o senador, entonces se va desvirtuando el servicio a la comunidad, a las bases y se manejan con intereses sectarios, la gente se pelea por ir a esos cargos. En las comunidades hay división”.

En el caso de la Federación de Mujeres Campesinas Bartolina Sisa, las diferencias por la relección del vicepresidente salieron a la luz. Las dirigentes nacionales proclamaron a García Linera como acompañante de Morales el 2014, pero en las departamentales pedían alternancia y equidad de género. El vicepresidente dijo que quienes se opongan a su postulación son de la derecha. La secretaria de Actas de esa organización, Inés Miranda, respondió que son ellas las que impulsaron en 1995 la creación del MAS. La dirigente de Santa Cruz María Rosa Lichtenauer señaló que solo piden el respeto de la Constitución.

Los dirigentes del Conamaq y de la Cidob que rompieron definitivamente con el MAS luego del conflicto del Tipnis, dicen que buscan alternativas para “salvar el proceso”.

De aquí en más

Los problemas en la gestión

La batalla perdida: en marzo de este año, los sectores afines al MAS disputaron con los cívicos de Oruro el nombre del aeropuerto de Oruro. Los primeros pedían que el mismo se denomine Evo Morales. Los cívicos se oponían, el MAS pidió movilizarse a los campesinos, pero su protesta fue aplacada, sólo hubo una marcha y no logran hacer el cerco que anunciaron a la ciudad.

Tipnis: el Gobierno intentó construir una carretera por medio de este parque, con apoyo de una organización dirigida por Gumercindo Pradel. La dirigencia reconocida por la Cidob se opuso. El conflicto entre indígenas estalló hace dos semanas cuando Pradel organizó una reunión para desconocer a los líderes del otro sector y terminó cuestionado y golpeado por las bases.

Partidos apuestan por descontentos

Los partidos de oposición buscan capitalizar a militantes del MAS descontentos con las líneas de Gobierno.

Uno de los que intenta penetrar en las bases de los sectores sociales es el Movimiento Sin Miedo (MSM). Edwin Herrera, dirigente del partido, confirmó que este descontento que se está produciendo en otros sectores, como clases medias e intelectuales, también se está manifestando en las bases de los sectores sociales que en otrora apoyaban al MAS. “El MSM ha estado recibiendo convocatorias y hemos hecho articulaciones con trabajadores cocaleros del norte de La Paz, indígenas lecos, agrupaciones ciudadanas en el sur del país, como Caraparí o Cachuela Esperanza en el Beni”, dijo Herrera.

En el caso de Unidad Nacional (UN), según confirmaron fuentes cercanas al partido, aún no pudieron lograr acuerdos con esos sectores.

El sociólogo y exmilitante del MAS Félix Patzi explica que no será fácil para algún partido político permear las bases campesinas descontentas, porque existe una conciencia étnica. “Es como decir si no hay un alguien igual a Evo Morales, estarían dispuestos a sacrificar y nuevamente votar por Evo Morales, pero si aparece otro líder indígena con ciertas características similares a Evo, estarían dispuestos a abrirse a un nuevo candidato”, añade Patzi, de ascendencia indígena.

ANÁLISIS

Hay diferencias entre las bases y los dirigentes
Félix Patzi / Sociólogo

H ay que separar dos cosas, la estructura dirigencial y las bases como tal. Como estructura dirigencial hay que considerar que todavía existe bastante lealtad porque la única forma de reproducirse como dirigente es estando de alguna manera en el Gobierno e incluso es posible reproducirse como estrategia de vida, pues mientras mantenga relación estrecha con la estructura de poder puede estar seguro.

Hay una distancia entre las bases y los dirigentes, porque no existe una unidad monolítica como había entre el 2006 y el 2009. Las bases están decidiendo por sí solas muchas cosas, en especial en cuestiones políticas. No podemos hablar de unidad monolítica de los campesinos que apoyan al Gobierno.

Sectores

CIDOB
Los dirigentes rompieron con el Gobierno por el conflicto del Tipnis, aunque antes surgieron diferencias por el número de curules para el sector. Luego apareció otro grupo que asumió la representación del sector y fue reconocido por el Gobierno. La división permanece.

CONAMAQ
El sector también discrepó por los curules, las diferencias se acrecentaron por los permisos para la explotación de recursos naturales a terceros. Otro grupo afín al MAS intentó tomar la sede.

Campesinos
El dirigente Rufo Calle fue expulsado en 2008 de la Csutcb acusado por otro sector campesino de traicionar el proceso de cambio.

Colonizadores
En Santa Cruz hay división, un grupo cuestiona a los que dirigen el Gobierno. En Caranavi también hay sectores descontentos

MINEROS
Los asalariados impulsan la creación del Partido de los Trabajadores tras cuestionar al Gobierno.



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