19 días antes de la intervención violenta a la marcha indígena en defensa del TIPNIS, el Comando Departamental de la Policía cambió de destino a la cabo Angélica Dayana Cáceres Ramírez -denunciada por infiltración en dicha movilización-, de una estación policial de la ciudad de La Paz a la Dirección Nacional de Inteligencia (DNI) y pocos días después pasó al Centro Especial de Seguridad del Estado (CESE).
Página Siete accedió a dos memorandos de cambio de destino, uno del 6 de septiembre de 2011 firmado por el coronel Eddy Espinoza, comandante de la Estación Policial Integral Max Paredes-Munaypata, para ser transferida a la DNI. Y el otro, ocho días después (14-IX-11), en el que el director de la DNI, Víctor Maldonado, la destina al CESE en calidad de policía “investigadora”.
El memorándum de felicitación (29-XI-11), por su “eficiente” labor en la movilización indígena, fue lo último que recibió luego de su participación en la retención del canciller David Choquehuanca en Chaparina (24-XI-11).
“Esta persona inicialmente recibe un memorándum de destino para que se constituya eventualmente en el lugar de los hechos, en Chaparina (...), luego se muestra como protagonista de la movilización; finalmente, el memorándum de felicitación”, explicó el exdefensor del Pueblo y abogado de los indígenas Waldo Albarracín.
Los activistas del TIPNIS denunciaron que Cáceres fue una policía disfrazada de indígena que habría incitado a agredir y retener al canciller, un día antes de la intervención violenta a la movilización.
Albarracín afirmó que la cabo se infiltró coincidentemente cuando los marchistas fueron bloqueados en su movilización en Chaparina (Beni), por un lado los colonizadores del municipio de Yucumo, durante dos semanas, y por otro, la Policía formó otro cerco, supuestamente para evitar un enfrentamiento.
Frente a la denuncia de una presunta infiltración de Cáceres, el comandante de la Policía Boliviana, Alberto Aracena, aseguró el jueves que el caso será investigado por la Inspectoría General y el Ministerio Público. Dijo que la entidad que dirige está dispuesta a coadyuvar con la información que sea requerida. Sin embargo, Albarracín cree que una investigación interna no surtirá ningún efecto, pues la infiltración de una policía, el supuesto secuestro del canciller y la intervención a la marcha fueron hechos “planificados por las cúpulas” del Gobierno, por lo que las responsabilidades deberían caer precisamente en las autoridades que dispusieron diferentes acciones.
En las fotografías y videos que mostraron los activistas que defienden el TIPNIS identifican a una supuesta indígena vestida con una polera amarilla, calza rosada y unas gafas que sujetan su cabello; se la ve jalando al canciller Choquehuanca.
Para Albarracín, muchas personas con todo tipo de intereses se podían infiltrar en la marcha. “No era pues una marcha exclusiva de indígenas, claro que eran una mayoría, por eso era muy posible que se infiltre otro tipo de personas, entre ellos policías y ‘buzos’, con fines antagónicos a los objetivos de la marcha”, añadió.
Recordó que las autoridades del Ejecutivo deslindaron responsabilidad de todos los hechos. El Presidente, Vicepresidente y los exministros de Gobierno culparon a la Policía.
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