02 junio 2013

ADN y MNR retornan a la arena política y pretenden ser protagonistas en el 2014

Los partidos tradicionales Acción Democrática Nacionalista (ADN) y el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) siguen vigentes en el espectro político boliviano y prueba de ello son los recientes anuncios de rearticulación para terciar de forma independiente o en coalición, en las elecciones generales de 2014.

Ambos partidos fueron “encerrados en el baúl de la historia” después de la crisis del sistema neoliberal que dio paso al régimen del proceso de cambio y la hegemonía del Movimiento Al Socialismo (MAS). Durante más de una década, tanto el MNR como ADN se atrincheraron en sus comandos regionales y quedaron al margen de los recientes procesos democráticos del país.

El “movimientismo” y el “adenismo” marcaron la historia de la segunda mitad del siglo XX para Bolivia con sus luces y sombras, pero hoy son repudiados por los sectores sociales y caen en la ausencia de memoria colectiva para las nuevas generaciones. Sin embargo, el MNR ha decidido convocar a elecciones internas para definir no sólo su directiva nacional sino los cuadros departamentales y la estrategia electoral a ser aplicada en 2014, mientras que ADN ya decidió delegar el poder, otrora en manos de cúpulas conservadoras, a una nueva generación de políticos que deberán asumir el reto y soportar el peso de la sombra dejada por los desaciertos de la era neoliberal.

Víctor Paz y Hugo Banzer parecen haberse puesto “de acuerdo” y en la última semana “alentaron” a sus bases a salir de la sombra tras la muerte del general en 2002 y la caída del MNR en 2003.

Al respecto, el analista Carlos Cordero considera que la decisión de retornar a la arena política es una suerte de estrategia y nostalgia, ambas legítimas, que responde a los derechos democráticos de todos los sectores de la sociedad en un Estado de derecho.

“La política es de todos los bolivianos, tratar de eliminar o descalificar a estos partidos tradicionales significaría una exclusión y una discriminación política. El derecho de los bolivianos radica en poder decidir y poder elegir, ese derecho debe protegerse ante todo, caso contrario estaríamos en una autoritarismo evidente”, manifestó.

Según el entrevistado, de momento las aspiraciones de ambos partidos tradicionales no tendría rédito particular, por lo que la mejor estrategia sería aliarse a un frente único que haga contrapeso al binomio de Evo Morales y Alvaro García.

“Estos partidos tienen que sumarse a las alianzas y liderazgos de la oposición porque tratar de proyectarse bajo las figuras de Hugo Banzer o Víctor Paz no tendrían éxito alguno. Deben asumir el ejemplo de lo ocurrido en Beni, porque al final es el ciudadano el que define el futuro de los partidos políticos y no al contrario”, acotó.

En ese sentido, tanto el MNR como ADN tendrían posibilidades de volver a la arena política con éxito, sólo si apuestan a un programa y un liderazgo que sea evidenciado como alternativa frente al régimen del Movimiento Al Socialismo (MAS) que actualmente tiene la hegemonía partidaria en el país.

Una fortaleza para el “movimientismo” es que nunca dejó de activar sus células regionales y es el único frente opositor con estructura nacional, mientras que el “adenismo” tiene a su favor el discurso inamovible de la derecha, aquella que generó políticas de progreso en países occidentales.

El vocero del MNR, Luis Eduardo Siles, ratificó que las elecciones internas de su partido servirán para que se defina la línea a seguir en los comicios de 2014, pero adelantó que se busca ir a ese verificativo democrático del mismo modo que se hizo en Beni con la elección a la Gobernación, es decir, apostando a un candidato de unidad y consenso.

En tanto, el jefe en ejercicio de ADN, Freddy Terrazas dijo que ese frente “ha ingresado en una etapa de reorganización de sus estructuras a nivel nacional y participará en el proceso electoral de 2014 y para ello designamos al diputado Ortega como Delegado de la Jefatura Nacional a realizar ese proceso”.

La apuesta no iría a designar un presidenciable sino a buscar recomponer el partido con miras a una alianza estratégica para el 2014.

BANZER Y EL PASO DE LA DICTADURA HACIA LA DEMOCRACIA PACTADA

Acción Democrática Nacionalista (ADN) se fundó el 23 de marzo de 1979 por el general Hugo Banzer Suárez tras su gobierno de facto que comenzó en 1971.

El militar decidió apostar a la democracia fundando su partido político con miras a seguir en el poder.

Participó en las elecciones generales de 1979 y 1980 logrando el tercer lugar. En los comicios de 1985 ganó por simple mayoría, pero no superó el 50 más uno por lo que tuvo que negociar la presidencia en el Congreso. Una sorpresiva alianza dio el poder a Víctor Paz Estenssoro del MNR. Era el principio de la denominada democracia pactada, que daría otras sorpresas en los siguientes años.

En 1989, ADN logra el segundo lugar, pero desiste de terciar por el mando del país y recurre a una nueva alianza antagónica apoyando a Jaime Paz Zamora del MIR, cruzando los "ríos de sangre" de los años 70.

Para 1993 el general Banzer, ya como demócrata, repite el segundo lugar en la alianza del Acuerdo Patriótico perdiendo distantemente frente al candidato del MNR, Gonzalo Sánchez de Lozada. Para 1997 por fin obtiene el primer lugar y accede a la presidencia.

Sin embargo, el destino le depara una fatalidad. En 2001 se le diagnostica cáncer de pulmón terminal y su mandato, que estrenaba la ampliación de los cinco años constitucionales, debe ser acortado. Ese año delega el mando a su vicepresidente Jorge Quiroga Ramírez. Falleció el 5 de mayo de 2002.

El partido se alió a Manfred Reyes Villa de Nueva Fuerza Republicana (NFR) y siguió terciando en las elecciones siguientes, pero el designado candidato Ronald McLean apenas logró superar la barrera del 3 por ciento de los votos, suficiente para no perder la sigla y la personería jurídica.

Jorge Quiroga tuvo pugnas internas en lo que se llamó “la guerra entre pitufos y dinosaurios” y decidió ir a la elección de 2005 con la agrupación Poder Democrático Social (Podemos) que perdió frente al Movimiento Al Socialismo (MAS) de Evo Morales, el dirigente cocalero que surgió gracias a la desatención de Banzer en su debido tiempo.

Mauro Bertero y Guillermo Fortún (fallecido) tuvieron las riendas del partido en la crisis de las organizaciones neoliberales, absteniéndose de participar en los siguientes procesos democráticos nacionales. Otros militantes destacados fueron Leopoldo Fernández y Roger Pinto, hoy procesados políticos del régimen del proceso de cambio.

Finalmente, ante una disminuida militancia, Freddy Terrazas se hizo cargo del partido delegando a Andrés Ortega como responsable de la reestructuración desde La Paz para la proyección nacional rumbo a los comicios de 2014.

PAZ ESTENSSORO Y SU LEGADO AÚN NO TIENE UN SUCESOR EN LAS NUEVAS GENERACIONES.

La historia del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) se puede dividir en tres etapas: la Revolución de 1952, la era neoliberal de Gonzalo Sánchez de Lozada y la actual etapa de aislamiento.

El MNR se fundó el 7 de junio de 1942 por los intelectuales Víctor Paz Estenssoro, Hernán Siles Zuazo, Walter Guevara Arze, Carlos Montenegro, Augusto Céspedes, José Cuadros Quiroga, Germán Monroy Block, entre otros.

En 1951 Paz Estenssoro ganó la elección, pero fue desconocido por Mamerto Urriolagoitía. Luego vino la alianza popular para respaldar la Revolución Nacional que culminó un 9 de abril de 1952.

Paz Estenssoro realizó las reformas más trascendentales de la segunda mitad del siglo XX para Bolivia como la nacionalización de las minas, la reforma agraria, el voto universal y la reforma educativa.

Le siguió Hernán Siles que logró la continuidad, pero derivó las políticas nacionalistas a la urgencia de cooperación económica foránea, especialmente desde Estados Unidos. Víctor Paz retomó el poder en una seguidilla de gobiernos del mismo frente nunca repetida en la historia y que terminó con una postulación inconstitucional a una reelección y el golpe de Estado de René Barrientos.

El MNR se dividió en varias secciones. La progresista Unidad Democrática Popular (UDP) y el bloque conservador pasaron a la era democrática.

La primera ganó las elecciones con mayoría absoluta y en 1982 Siles Zuazo accedió al poder enfrentando una creciente hiperinflación que al final terminó con su gobierno y obligó a recortar el mandato.

Paz Estenssoro ganó la presidencia en 1985 gracias a una nueva alianza con ADN. En su gobierno se produjo el giro al neoliberalismo con el Decreto Supremo 21060 y la relocalización de los mineros.

Con Sánchez de Lozada se obtuvo la victoria electoral en 1989, pero la coalición ADN – MIR le arrebató la silla presidencial. Tuvo que esperar hasta 1993 para acceder al poder y aplicar medidas capitalistas como la privatización de las empresas estratégicas para lograr inyectar divisas a la economía nacional.

En su segundo régimen Sánchez de Lozada cayó en la arrogancia y fue depuesto por las movilizaciones sociales. Asumió el poder el vicepresidente Carlos Mesa el 17 de octubre de 2003.

El MNR quedó marcado por la masacre de “Octubre Negro” cuando murieron más de 60 personas y se registró 400 heridos por la represión militar durante la “Guerra del Gas”.

Sánchez de Lozada tuvo que fugar a EEUU y el mando quedó en manos de Mirtha Quevedo, luego Franklin Anaya (fallecido) sin poder levantar al partido. El descendiente japonés Michiaki Nagatani pugnó en las elecciones de 2005 logrando un cuarto “honroso”.

Finalmente, la dirigencia eligió al tarijeño Johnny Torres quien coordina con Luis Eduardo Siles las alianzas que permiten al MNR tener presencia nacional en los nueve departamentos y últimamente con mayor incidencia en el oriente y amazonía del país.

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