25 abril 2013

El fallo no tendrá carácter coercitivo, según expertos

El fallo que puede emitir la Corte Internacional de Justicia de La Haya sobre la demanda boliviana no tendrá un carácter coercitivo, sino podría reconocer que Bolivia tiene “derechos expectaticios” que fueron generados por los ofrecimientos de Chile de una solución al enclaustramiento, opinaron internacionalistas y diplomáticos.

“La Corte (de La Haya) tendría que declarar que las promesas que realizó Chile generaron derechos expectaticios hacia Bolivia y por lo tanto, de acuerdo con la doctrina, esto tiene efectos vinculantes entre ambos países”, declaró ayer a Página Siete la docente e internacionalista Karen Longaric.

La experta dijo también que mediante un fallo puede haber una “recomendación” a Chile a sentarse a una mesa de negociación, aunque los mecanismos de solución pacífica de controversias entre estados se sustentan en el principio de la libre elección de los medios jurídicos, es decir que nadie puede ser obligado a negociar.

En esta misma línea, el diplomático Gustavo Aliaga dijo que Chile debe ver esta demanda como una gran oportunidad para “advenirse” a la demanda con el objetivo de encontrar una solución al diferendo. “No creo que sea una lucha jurídica (...). Estamos yendo a juicio para que La Haya nos haga sentar y encontrar juntos una solución”.

Los analistas y diplomáticos basaron sus reflexiones en el anuncio del canciller David Choquehuanca durante la presentación de la demanda en La Haya.

En ese contexto, Longaric infirió que Bolivia sustenta su petitorio -porque aún no se conoce la querella en detalle- en los actos jurídicos unilaterales (de Chile).

Es decir que la solicitud a la CIJ está orientada a que reconozca y otorgue valor jurídico a diferentes pronunciamientos de Chile como las cartas de 1950, las negociaciones de 1976 y la resolución de la Organización de Estados Americanos de 1983 sobre el tema mar.

Al calificar de “inédita” la demanda ante el tribunal internacional, el ex cónsul de Bolivia en Chile Roberto Finot explicó que no es posible “imponer” a un Estado la vía de la negociación, aunque se espera que el largo camino que adoptó Bolivia reconduzca a Chile en su posición de eludir negociaciones efectivas, como lo hizo hasta ahora.

En los últimos 63 años, efectivamente, Chile manifestó su disposición de diálogo y negociación, aunque esas intenciones nunca llegaron a buen término. Finot recordó que incluso hay posiciones de ex cancilleres chilenos, como en 1879, que se inclinaron por que el país tenga una vía “propia y soberana que le permita a Bolivia salir al mar sin zozobra”. Estas afirmaciones siguen vigentes dijo el diplomático a Página Siete.

Los analistas consultados por este medio consideraron como positivo el hecho de que la demanda no se haya basado en el Tratado de Paz y Amistad firmado por Bolivia y Chile en 1904.

La demanda de Bolivia apunta a que La Haya obligue a Chile a sentarse a dialogar de “buena fe”.

Nancy Vacaflor


La solicitud a la Corte Internacional de Justicia está orientada a que reconozca y otorgue valor jurídico a diferentes pronunciamientos de Chile respecto a una salida soberana al océano Pacífico.



MAS y opositores cierran filas
Los asambleístas del oficialismo y la oposición coincidieron en pedir a todas las organizaciones cívicas, sociales y a la población en general que apoyen la demanda contra Chile interpuesta ante La Haya.

La jefa de bancada del MAS en Diputados, Flora Aguilar, afirmó que Bolivia tiene el derecho a recurrir a los mecanismos jurídicos internacionales necesarios en busca de lograr una salida soberana al océano Pacífico.

El opositor y tercer secretario de la Cámara Baja, Carlos Subirana, dijo que “como boliviano y una persona que anhela recuperar el mar, lo único que me queda es respaldar con todas mis fuerzas la estrategia”.

El diputado de Alianza Social (AS) Wilman Cardozo saludó la decisión del Gobierno.

La comisión que fue a La Haya estuvo integrada por el canciller David Choquehuanca, el ministro de Defensa Rubén Saavedra, el embajador plenipotenciario Eduardo Rodríguez Veltzé, el embajador ante la ONU Sacha Llorenti, la ministra de Transparencia Nardi Suxo, el diputado Héctor Arce, el procurador Hugo Montero y el vicecanciller Juan Carlos Alurralde (ANF).



El Gobierno chileno debía presentar en noviembre de 2011, durante una reunión, una propuesta concreta, útil y factible para la salida soberana de Bolivia al mar. Ese encuentro del mecanismo de consultas fue cancelado por el país vecino.



Puntos de vista
Javier Murillo Ex canciller y abogado Este proceso desemboca en un resultado altamente satisfactorio para los intereses del país. Despeja varias interrogantes; en algún momento se pensó que la demanda iba a tomar como base la nulidad o revisión del Tratado de 1904. Ahora el panorama está claro, repito, y de lo que se trata es de que la sentencia obligue a Chile a reconocer que asumió compromisos formales.Las notas de 1950 y el proceso en Charaña de 1975 son los dos fundamentos principales por donde podemos ver la demanda. Hubo un compromiso formal de Chile de abrir un proceso de negociación encaminado a resolver en términos de soberanía el problema de nuestro encierro geográfico y fue incumplido. Ahora tenemos derecho a exigir a Chile, esta vez con la intervención de la Corte, que se hagan efectivos esos compromisos que Bolivia los recibió de buena fe y Chile tiene que mostrar esa misma buena fe para tener seriedad en el contexto internacional. Pero no podemos adelantarnos a lo que dirán los juristas.



armando loaiza Ex canciller y diplomático Es totalmente coherente con la posición que el presidente Evo Morales adoptó hace dos años, luego de no lograr resultados positivos con Chile.Las declaraciones del canciller David Choquehuanca fueron muy constructivas. Aunque se abre una contienda muy difícil, porque Chile es sensible a los temas de soberanía.

Vamos a entrar a una etapa de cinco años, un periodo en el que el equipo jurídico tendrá un intenso trabajo, encabezado por el embajador Rodríguez Veltzé.

Es muy posible que Chile cuestione la competencia de la Corte Internacional de Justicia, para procurar que la demanda de Bolivia no ingrese.

Era muy difícil atacar con la demanda la vigencia de un tratado de paz; ahí los abogados tuvieron que hacer un gran análisis basados en su experiencia.

Bolivia buscará que la Corte Internacional se pronuncie sobre aquello que se denomina los derechos expectaticios, se tendrá que estudiar la jurisprudencia internacional.


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