23 abril 2013

Bolivia no logra bajar la desigualdad



Bolivia logra avances importantes en desarrollo humano, aunque muy poco. La esperanza de vida aumentó de 52 a 67 años, mejoró el promedio de escolaridad de 4,5 años a 9,2 años y subió el ingreso percapita de $us 3.791 a $us 4.444, según el último informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desa- rrollo (PNUD).

Sin embargo, a la hora de medir la desigualdad, tomando en cuenta la repartición del ingreso (56,3), el país ha bajado 12 puestos en el ranquin de clasificación internacional, en los últimos años, ubicándose entre los países con índices muy bajos. Pero no solo los países emergentes, como Bolivia registran bajas en las desigualdades del Índice de Desarrollo Humano (IDH), sino también naciones desarrolladas, como Estados Unidos, que bajó del puesto 3 al 16 y la República de Corea, del 12 al 28.

El documento revela que Bolivia y Panamá son los países latinoamericanos que registraron mayor avance en IDH el último año. Subió de 0,671 a 0,675, lo que ubica a Bolivia con desarrollo humano medio, ocupando el puesto 108, entre 187 países.

Depende cómo se lo mire
Al respecto, la ministra de Autonomías, Claudia Peña, manifestó que depende del tipo de análisis que se haga y los indicadores que se tomen en cuenta a la hora de hablar del país. En ese marco, afirmó que es innegable que la situación de Bolivia respecto al pasado ha mejorado no solo en salud, educación e ingresos, sino también las brechas entre campo y ciudad, el acceso a los servicios básicos, los que ganaban más dinero y los que percibían menos.

Peña dijo que la novedad más importante es que Bolivia ha ingresado a los países con desa-rrollo humano medio.

La ministra resume los logros más importantes: mayor acceso a salud y educación y el crecimiento del mercado interno. Además, indicó que Bolivia no está sola en este avance y que precisamente son los países con desarrollo humano medio y bajo los que han tenido, en estos últimos años, mayor capacidad para lograr mejoras en las condiciones de vida de su pueblo. “El informe dice que ya no podemos pensar en un mundo con un centro de países del norte industrializados y los con menos desarrollo que son periféricos, ahora la situación es más compleja y dinámica”, añadió.

Las tareas pendientes
Peña reconoce que el país precisa continuar con la industrialización de los recursos naturales, además mejorar las condiciones de vida y de desigualdad de las mujeres. Asimismo, el acceso al conocimiento y a los servicios básicos, que son clave como multiplicadores de oportunidades para las personas

MIRADAS AL INFORME

GABRIELA ICHAsO (exconcejal)
Destaca cuatro aspectos. Primero, si este progreso podrá ser sostenible en el tiempo. Segundo, que la reformulación del modelo de progreso pasa por asumir que hay un problema demográfico que, tal como el ambiental, terminará por explotar en la cara. Tercero, el IDH muestra condiciones objetivas y comparables, aunque estudios sicológicos de sociedades emergentes hablan del aumento de descontentos. Cuarto, que es insostenible desentendernos con pequeños y grandes entornos sociales.

PABLO ESTEFANONI (PERIODISTA)
El informe se centra en cómo se ha movido la geopolítica mundial. El sur ha crecido en varios sentidos, uno de ellos es en el IDH. Por ejemplo, en 2020 Brasil, India y China tendrán una producción mayor a EEUU y Canadá, y eso se ha dado en un aumento del papel del Estado en la economía, en los procesos de desarrollo y en la apertura al comercio y a la innovación. Todos estos cambios plantean una reconfiguración geopolítica que todavía no está plasmada en las constituciones internacionales.

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