22 noviembre 2012

Una mirada al “Censo General de la Población Nacional” de 1900 en el Gobierno liberal

Los censos realizados en Bolivia fueron, a partir del siglo XIX, específicamente seis años después de la fundación. Si bien los censos hoy permiten cuantificar la población, lo que coadyuva a una planificación adecuada de la realidad social; para comprender su desarrollo, se presentan los realizados en el siglo XIX.

Si revisamos los estudios históricos que hacen referencia a la población, se puede encontrar el de 1845, difundido en 1848. Anteriormente, hubo censos generales de población como los realizados en 1831 y 1835. Se destaca el de 1845, base del Bosquejo Estadístico de Bolivia de José María Dalence, porque se aboca al estudio de todos los aspectos del sistema político y sociedad. Posteriormente, se tiene los de 1854 y 1882. Tal es el panorama de los censos del siglo XIX.

Este balance contribuye a comprender la importancia del Censo de la Población de Bolivia de 1900, realizado a principios del siglo XX. Es tiempo histórico significativo por la entrada a la modernidad, que es mediatizada por un auge económico producto de la exportación de minerales (estaño) y de goma, la asunción de los liberales al Gobierno, la aplicación de reformas sociales: salud y educación, así como la realización de un empadronamiento que tuvo características distintas a los realizados en el siglo anterior y los posteriores como los de 1950. 1976 y 1992.

El “Censo General de la Población Nacional” de 1900.
El interés en analizar este censo responde a las características y diferencias que muestra respecto de los otros censos realizados en el siglo XIX y los posteriores del siglo XX.

El censo de 1900, realiza un estudio de todos los aspectos del sistema político.

Como se mencionó anteriormente, a principios del siglo XX, Bolivia ingresa a la modernidad, ello implicaba varios aspectos que justifican la realización del censo. Una de ellas, responde a la necesidad de conocer el estado y la densidad poblacional. Esto se aprecia, cuando se menciona los cálculos poblacionales que no se aproximan a la real totalidad de la población. El “Censo General de la Población de Bolivia” (1900) menciona, que “no es posible conocer la población de un país, sin llevar a cabo el censo general del mismo; deficiencia que en Bolivia ha sido suplida hasta hoy por medio de cálculos, que dan por resultado cifras no siempre aproximadas a la verdad, como se acaba de evidenciar comparando el resultado efectivo del censo nacional… con la población que asignaba a la república basada en simples cálculos”.

Otro aspecto, se refiere a complementar las informaciones y clasificación cuantitativa por medio de un estudio detallado que de a conocer las denominadas “condiciones biológicas”. De acuerdo al Censo de 1900, es “…un somero estudio estimativo de los grandes resúmenes que arroja la clasificación estadística ó sea la descripción numérica de las condiciones biológicas y sociales que ha reunido la población de Bolivia en el momento del censo”.

Qué motivación hay para reflejar de manera elocuente y clara la descripción numérica de las “condiciones biológicas y sociales”. Según el Censo de 1900, este panorama refleja “la potencia, la vida, las energías del país, en todas sus manifestaciones y modalidades, ya sea en su aspecto cuantitativo ya en el cualitativo; el estudio detenido de cuyo resultado, si es hecho con mirajes prácticos y científicos, conduce a conclusiones siempre provechosas para la más acertada administración de un Estado”.

Características de la boleta censal. Este estudio detallado buscaba conocer la población, mediante la descripción numérica de las “condiciones biológicas y sociales, la potencia de la vida y las energías”. Se llevó a cabo el 1 de septiembre de 1900. En la boleta censal que se aplicó, se contempló doce columnas (categorías): nombre y apellido, el sexo (varón/mujer), edad, patria, estado (casado, viudo y soltero, profesión), instrucción (lee, escribe), “raza” (blanca, mestiza, india, negra), religión, residencia, “defectos” y observaciones.

En la columna el nombre y apellido se dispuso escribir con claridad los de las personas encontradas en las casas y sus pertenencias. En la de sexo se colocó una V si era varón y una M si era mujer. En la edad, se registraba a indicación de las personas o de la comisión. En patria, el lugar de nacimiento; para los extranjeros se contempló sus países. En el estado civil, se ponía la C para los casados, la V si era viudo y una S si era soltero; se contempló la edad inicial de 14 años para varones y 12 años para mujeres.

En la columna de profesión se registraba los oficios, profesiones, ejercicios de industrias y artes u ocupaciones habituales de cada persona mayor de siete años; para el caso de la población escolar se la registraba como estudiante. En la columna de instrucción, se dispuso preguntar si lee y escribe, las preguntas debían ser respondidas por un Sí o No. En “raza” se tomó en cuenta algún signo considerado visible.

En la casilla de religión se contempló dos: la católica y la tomada como disidente. Para el caso de la residencia, se utilizó las variables de permanente (P) y de transito (T). En la de aparentes “defectos”, se apuntó las señales exteriores y notorias. Y en la columna de observaciones, se registraba las de las comisiones, tomando en cuenta al individuo, su grupo o familia.

Éstas son las categorías que se contempló en el censo. El total de habitantes que arrojó fue de 1.816.271, de los cuales fueron censados y calculados 1.633,610. Se agregó un número de no censados de 91.661 y población indígena no sometida, de 91.000.

Como menciona el Censo de 1900, “la población nominalmente censada en los ocho departamentos de la República y el Territorio Nacional de Colonias, alcanzó al número de 1.555.818 habitantes que con el aumento del 5 por ciento por omisiones, dio un total de 1.663.610”. El departamento de La Paz contó con un mayor número de habitantes: 426.930; luego Cochabamba, con 326.163; Potosí, 325.615; Chuquisaca, 196.434; Santa Cruz, 171.592; Oruro, 86.081; Tarija, 67.887; El Beni, 25.680; y el Territorio de Colonias, 7.228.

Con lo desarrollado, se puede apreciar las características del Censo de 1900, los subsiguientes tendrán sus diferencias, como el Censo Demográfico de 1950. Éste, al igual que el de 1900, contempló a la población en el área rural o urbana, sexo, edad, nacionalidad, estado civil, identidad indígena, analfabetismo y tasa de escolaridad, entre otros. Y agregó el empleo en población económicamente activa y no activa. En el de 1950, se excluye la casilla para identificar a los llamados “defectos”, raza y residencia.

A su vez, en el Censo Nacional de Población y Vivienda de 1976 se llegó a contemplar la ubicación geográfica, vivienda, población y actividad económica. Estos aspectos no se modificarían en los posteriores, como el Censo Nacional de Población y Vivienda de 1992 y de 2001. El de 2001 incluye una pregunta para identificar a la población con algún tipo de “discapacidad”.

La realización de un nuevo Censo supone repensar y aprender de las experiencias previas. Esto implica el reconocimiento histórico de sus aportes para la comprensión demográfica de la población, como el caso del Censo de 1900, que tuvo sus características y significancias, como la realización de un estudio que contempló el sistema político, por ende el reconocimiento de sectores de la población. Asimismo, muestra la importancia de la realización de censos para conocer el estado y la densidad demográfica, que contemple información y clasificación estadística, por medio de un estudio detallado que dé a conocer las condiciones económicas, socioculturales, educativas y ecológicas de la población boliviana.

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