El Instituto Nacional de Estadística (INE), que llevó adelante la organización del Censo Nacional de Población y Vivienda 2012, destacó “la cobertura total” del empadronamiento en todo el país, aunque hizo conocer que si no se encuestó a algún sector se lo atenderá “metodológicamente”.
“Se ha completado (el empadronamiento). Producto de los informes que nos dieron los responsables de zona, se han identificado (lugares donde no se empadronó). Estos casos se han resuelto. Se ha enviado a un empadronador. Se ha completado en la mayor parte de los casos. Es posible que existan algunos puntos no atendidos, pero que metodológicamente se los puede atender”, afirmó el director del INE, Ricardo Laruta
En una conferencia de prensa convocada para informar sobre la última evaluación del proceso estadístico del miércoles 21, Laruta no dio mayores detalles sobre su declaración que fue, sin embargo, criticada por expertos en la temática, que no entendieron tal explicación.
“Son historias inventadas. No he visto ni he escuchado esa versión. ¿Qué metodología se puede usar en un censo para cubrir esa falta de cobertura? Eso no existe. Tendría que mostrar de qué metodología se está hablando. En un censo llegas a todos o no. Puede ser un 80% o 90%, pero no hay ninguna metodología que cubra esa falta”, dijo Fernando Rivero, director del Instituto de Estadística Teórica y Aplicada de la Universidad Mayor de San Andrés.
Rivero sugirió en septiembre dar más tiempo a la planificación del censo para lograr buenos resultados y garantizar la calidad de la información recolectada, frente a la duda, en aquel entonces, de que no se pudiera alcanzar una cobertura recomendable de al menos el 95%.
El director del Censo 2001, Luis Pereira, dijo al respecto que no tenía información sobre si después de algún censo se hubiera aplicado alguna acción para completar el trabajo de campo.
“Fue un censo ‘de hecho’, que se hace en un tiempo determinado; no es ‘de derecho’, cuando se hace una encuesta que dura varios meses. Lo único que queda es aplicar el cálculo de omisión censal o de sobrenumeración censal, no hay otra”, dijo.
Rivero y Pereira coincidieron en la necesidad de aplicar un control de calidad del censo, tanto en su alcance de cobertura como de contenido.
Rivero cree que la medición de los errores y aciertos del proceso se debe realizar con una encuesta de cobertura censal, mientras que Pereira plantea que es suficiente una “análisis demográfico” del proceso.
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