Los médicos llegaron hasta la Plaza Murillo para expresar su protesta, ante la sorpresa de los policías
Comercios cerrados al igual que la banca, escasa actividad y marchas aisladas en el centro paceño caracterizaron un feriado inédito del 30 de abril, aunque el hábil despiste de los médicos que de pronto aparecieron en el centro de la Plaza Murillo mostró que los trabajadores se guardan sus mejores cartas para los días que vienen.
Los médicos llegaron a la catedral sin su uniforme blanco para participar en una Misa y luego se apostaron frente al Palacio para expresar su protesta al grito “decreto o muerte” ante los sorprendidos policías que los persuadieron para abandonar ese lugar pacíficamente-
Analistas y políticos ratificaron que el Gobierno del presidente Evo Morales decretó dos días de feriado con el único objetivo de frenar las movilizaciones en contra de su gestión, sin embargo advierten que esta medida no tendrá efectos favorables, porque las marchas y protestas retornarán con mayor fuerza el próximo 2 de mayo.
“El Presidente se cree dueño del país porque decreta un feriado cada vez que le conviene, lo único que busca es enfriar las movilizaciones que protestan en su contra, como los médicos o transportistas, sólo por citar algunos ejemplos”, dijo el analista Fernando Untoja.
Añadió que el aparato estatal bajo el pretexto de dar un día de asueto a los trabajadores, pretende preparar más estrategias para desactivar movilizaciones. “Al mismo tiempo es un obstáculo para la economía del país”, citó.
Aseguró que las demandas de los diferentes sectores plasmadas en medidas de presión no se desactivarán y continuarán más consolidadas después del 1º de mayo.
“No creo que las movilizaciones se enfríen. Si el Gobierno realmente quiere desactivar las marchas y demás medidas tiene que dar respuestas, un aumento salarial digno y una negociación con el sector de salud, principalmente”, sostuvo.
Por otro lado, aseguró que al país le espera un “Día del Trabajo”, sombrío y humillante para la clase obrera.
“Es un día aciago, no hay nada que festejar. Este día que nos regala el Presidente como si Bolivia fuera su feudo, significa una pérdida para el país y tiene el objetivo de desarticular a la clase trabajadora”, indicó por su parte la diputada por Convergencia Nacional (CN), Norma Piérola.
La legisladora, además añadió que esta es una medida “desesperada” del Ejecutivo que “ya no puede controlar los conflictos”, ni dar respuesta a los mismos.
“Se trata de hacer populismo, buscando fomentar la flojera, pero sobre todo quiere desactivar movilizaciones, las cuales no se calmarán, porque pase lo que pase el Gobierno tiene que dar respuesta”, señaló.
Asimismo criticó las palabras del ministro de Economía y Finanzas, Luis Arce, quien anunció que estos dos días, también tendrían el objetivo de incentivar la actividad del turismo en el país.
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