08 abril 2012

El MNR juega sus últimas fichas y va por el relanzamiento

Después de ser el partido emblema de la Revolución Nacional de 1952, el Movimiento Nacionalista Revolucionario fue el semillero del que salieron cinco presidentes de la república. Fue, además, el único partido que llegó a todo el país con aparato propio y, en su momento, fue tan fuerte en el oriente como en el occidente, en el norte como en el sur.

Sin embargo, ya pasaron los días del liderazgo incuestionable de un estadista como Víctor Paz Estenssoro, de los recibimientos multitudinarios a Hernán Siles Zuazo en la plaza de San Francisco, o de la pompa y lujos que ostentaba la familia de Gonzalo Sánchez de Lozada.

Además de estos tres nombres, llegaron a Palacio de Gobierno, desde el seno del partido rosado, Lidia Gueiler Tejada y Wálter Guevara Arce.

Hoy, a exactos 60 años de la revolución que forjó, el MNR vive otra realidad y, lejos de la gloria a la que se (mal)acostumbró durante décadas, apuesta sus últimas fichas para sobrevivir.

Ideas conversó con Johnny Torres, el nuevo jefe nacional y dirigentes históricos del partido, quienes hablan de la vigencia del movimientismo en Bolivia, de las perspectivas de reeditar la alianza de clases (uno de sus postulados eje) y de su relanzamiento como fuerza política.

Pero más allá de esperanzas y fiel militancia, saben que la empresa es compleja, de momento, casi imposible. Uno de ellos reconoció que para el MNR los años del proceso de cambio son “como cruzar el desierto”, pero advirtió que tienen “maestría” en superar temporales difíciles.

Dirigentes de otros partidos son menos optimistas y no le vaticinan futuro -al menos a mediano plazo-, mientras que analistas observan que si quiere sobrevivir, deberá adecuarse a las prácticas políticas vigentes. Y si de cambios radicales se trata, el partido tiene experiencia.

El relanzamientoVarias figuras movimientistas estuvieron reunidas en Tarija la anterior semana, en una especie de convención casi secreta para definir los nuevos rumbos del partido (lejos también quedaron los años en los que una cita de este tipo, del MNR, concitaba tanto interés que la prensa debía acreditarse para los encuentros).

Los militantes, una mezcla entre dirigentes históricos y liderazgos nuevos, coincidieron en que no se quedarán con los brazos cruzados a ver cómo desaparece la que fue la fuerza política más importante del siglo pasado.

Según Torres -asambleísta departamental por Tarija-, la primera medida consensuada fue preparar una elección interna de cara al relanzamiento.

“El MNR tiene todas las posibilidades de seguir escribiendo el futuro, de volver a escribir la historia siempre y cuando rescate la alianza de clases y proponga un nuevo país”, comentó. Según él, la alianza de clases es una alternativa que puede superar la política de movimientos sociales del MAS.

Mientras tanto, el ex diputado y jefe del comando departamental de La Paz, Luis Eduardo Siles, reconoció que la coyuntura es muy dura.

“Han sido años de infamia y de mentiras. Ha sido difícil sobrellevar este tiempo. Fue como cruzar el desierto. Pero el MNR tiene una maestría en superar estos temporales adversos”, afirmó.

El movimientismo tuvo etapas duras como el sexenio de Barrientos Ortuño y Ovando Candia, o la dictadura de Hugo Banzer. En este último periodo estuvo proscrito y Víctor Paz partió al exilio.

Sin embargo, tras la debacle de la Unidad Democrática y Popular, y 20 años después de ser derrocado, el líder histórico del MNR volvió, en 1982, al Palacio de Gobierno inaugurando una nueva época de poder para su partido, que fue continuada por Gonzalo Sánchez de Lozada.

En estos antecedentes asienta Siles las perspectivas de recuperación, a las que vincula directamente con lo que él llama la “recuperación de la democracia”.

“El partido analiza y se reorganiza en los nueve departamentos, con gente nueva y liderazgos históricos. Hemos concluido que, otra vez, la tarea será salvar la democracia en Bolivia. Hay que recuperar la libertad de expresión, los derechos humanos, la independencia de poderes. Son muchos pendientes”, explicó.

Ambos dirigentes avalan la persistencia en el hecho de que, según afirman, en las últimas décadas su partido hizo “vitales” aportes al proceso democrático, como la Ley de Participación Popular y la Reforma Educativa.

Y también liberan al MNR de cualquier responsabilidad con lo sucedido en octubre de 2003 y el proyecto político de Gonzalo Sánchez de Lozada.

Otra de las iniciativas definidas en la convención emenerrista fue participar en las elecciones departamentales que se perfilan -aún sin fecha- en Beni y Tarija, donde los gobernadores electos fueron suspendidos.

Según anunciaron, la nueva propuesta política del MNR se conocerá mañana, cuando se cumplan 60 años de la revolución de 1952.

Torres y Siles adelantaron que el documento planteará la recuperación de la alianza de clases, una nueva reforma agraria, un pacto entre el campo y la ciudad, y la recuperación del Estado de Derecho. También se definirá una postura en cuanto al proceso autonómico.

Guillermo Richter, ex senador y dirigente histórico movimientista, manifestó que a la hora de hacer una autocrítica deben reconocer que desde la misma Revolución Nacional hubo intereses personales que generaron división interna.

El futuroPese a los pronósticos auspiciosos de los dirigentes, analistas políticos ven un panorama muy complejo.

Según la politóloga María Teresa Zegada, el “clivaje político” en Bolivia ha cambiado y los partidos deben adecuarse al mismo.

“El MNR se origina en un clivaje determinado por la disputa entre la nación y la anti-nación, mientras que el MAS responde a una naturaleza de nación-clase-etnia. El clivaje futuro, me parece, estará definido por el territorio y estará determinado por los partidos regionales”.

El MNR transitó periodos en los que el monopolio del poder de los partidos sólo era disputado por las Fuerzas Armadas. Ahora ya no es tiempo de juntas militares y pareciera que tampoco de partidos a la vieja usanza. Los pueblos indígenas y los movimientos sociales irrumpieron como actores decisivos y son los que alimentan las filas del MAS, el principal instrumento de poder político en la actualidad.

El MNR tuvo comandos y milicias campesinas, sin embargo, ningún sector social se adscribe a este partido en la actualidad.

De acuerdo al economista Manuel de La Fuente, las transformaciones que deberá efectuar el movimientismo no sólo tienen que ver con la política, sino también con las propuestas económicas.

“Si bien el proyecto masista tiene similitudes con la propuesta nacionalista del MNR, ahora existen diferencias importantes. En esa época el Estado jugaba un rol más importante y era un motor casi único de la economía. Teníamos un Estado intervencionista y empresario. Ahora hay menos participación del aparato estatal por la diversificación económica y la aparición de una empresa privada”.

71 años han pasado desde la fundación del MNR, bajo la influencia de Montenegro y Almaraz, con el liderazgo de Paz Estenssoro y la mística de Hernán Siles Zuazo.

Casi nueve años después de aquella despedida/huida de Gonzalo Sánchez de Lozada, el MNR todavía sueña con ocupar tapas de diarios, imponer leyes y colocar a sus militantes en ministerios y en Palacio de Gobierno.

En tiempos de cambio, los movimientistas se niegan a creer que su partido fue arrasado por los vientos y desterrado de la memoria. Están seguros que tienen una última oportunidad y esperan que el tiempo les dé la razón.

Boris Miranda Espinoza

Pasaron los días del liderazgo incuestionable de Víctor Paz, de los recibimientos multitudinarios en la plaza San Francisco para Hernán Siles o de los lujos que ostentaba la familia de Gonzalo Sánchez de Lozada.


Algunos hitos del MNR
1941 Con la guerra del Chaco todavía en la memoria fresca y bajo las ideas nacionalistas de intelectuales como Carlos Montenegro, el Movimiento Nacionalista Revolucionario se fundó en junio de 1941. Estuvieron en la fundación políticos de la talla de Víctor Paz Estenssoro, Hernán Siles Zuazo, Walter Guevara Arce, Carlos Montenegro, Augusto Céspedes, Fernando Iturralde Chinel, Armando Arce Arce, Rafael Otazo Vargas-Bozo, Jorge T. Lavadenz, José Cuadros Quiroga, Germán Monroy Block, Rodolfo Costas, Raúl Molina Gutiérrez, Rigoberto Armaza Lopera y Claudio del Castillo Vásquez.


1952 El MNR toma la bandera de la insurrección minero-campesina y triunfa gracias a la revolución nacional del 9 de abril de 1952.


1956 El partido movimientista triunfa en los comicios de 1956 y 1960. En el primero de los casos logra superar la mayoría absoluta de los votos.


1964 René Barrientos Ortuño derroca a Víctor Paz Estenssoro, quien arrancaba su tercer mandato.


1985 Después de la debacle de la UDP, provocada por el sabotaje congresal y el pésimo manejo de la economía de las dictaduras, el MNR triunfa en las elecciones adelantadas de 1985. Nace el neoliberalismo de la mano del Decreto Supremo 21060.


1993 Gonzalo Sánchez de Lozada inicia su primer mandato y capitaliza las empresas.


2003 Goni debe salir del país después de una insurrección.

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