10 abril 2012

Buque iraní lleva petróleo sirio con bandera boliviana

Un buque iraní que navega con bandera boliviana ha sido acusado de violar las sanciones internacionales contra Siria e intentar vender petróleo de ese país a una empresa china.

Se trata del tanquero Tour, de propiedad de una empresa iraní, que lleva a bordo 132.277 toneladas de crudo sirio, avaluadas en 84 millones de dólares, según información de la agencia Reuters. El buque, después de sortear problemas en Egipto, se encuentra en alta mar, con destino a Singapur, una isla-Estado ubicada al sur de China.

Página Siete accedió a documentación y al certificado de registro que se hizo en Bolivia para el buque Tour. La adquisición del derecho de abanderamiento fue hecha el 27 de marzo de 2012 ante el Registro Internacional Boliviano de Buques (RIBB), una entidad dependiente del Ministerio de Defensa.

La nave tuvo que ser registrada en el país después de que su anterior insignia fuera revocada unos días antes por el Gobierno de Malta, debido a que la compañía propietaria fue acusada de violar las sanciones internacionales dictadas contra Siria.

El número único de identificación (IMO) del Tour es 9364112. En el registro hecho en el país figura como propietaria la empresa Auris Marine, que podría ser una entidad iraní “fantasma”. Cuando estuvo bajo bandera de Malta, la propietaria del barco figuraba como ISIM Tour Limited, reportada por el Departamento del Tesoro estadounidense como una compañía “pantalla” creada por Irán para evadir las restricciones.

Agencias internacionales de noticias como Reuters y Europapress, la ONG pro derechos humanos Avaaz y sitios web especializados en buques identifican al Tour como nave iraní.

Siria no puede exportar petróleo debido a restricciones comerciales y diplomáticas impuestas por Naciones Unidas, Unión Europea y Estados Unidos, pero recurre a barcos generalmente iraníes, con banderas de diversos países, para eludir esas sanciones.

Irán es uno de los aliados más importantes de Siria, que vive desde hace meses una cruenta guerra civil. Su presidente, Bashar al-Asad, es acusado de crímenes de guerra; se estima que han muerto 9.000 personas desde el inicio de la revuelta.

Tres días antes de que se realice la compra de la licencia boliviana, la nave fue ubicada en el puerto sirio de Tartus, el 24 de marzo. En estas costas habría cargado el petróleo que es transportado a Singapur.

El 4 de abril, el buque pasó por el canal de Suez, después de que autoridades egipcias aceptaran el pago de las tasas impositivas correspondientes.

Respecto al buque, la agencia Reuters dijo: “Irán ayuda a su aliado Siria a desafiar las sanciones de Occidente al proporcionar un buque para transportar petróleo para una empresa estatal china”. Reuters también señala que el Tour viaja con bandera boliviana.

Bolivia vende el derecho de “abanderamiento” a estados y compañías dueñas de buques de otros países.

El Ministerio de Defensa informó el fin de semana que ésta es una actividad que se hace en cumplimiento de tratados multilaterales y leyes nacionales.

“Las tasas de registro cobradas por el RIBB están en conformidad a las vigentes actualmente en el mercado internacional; los armadores que optan por el pabellón nacional lo hacen en función a las necesidades de transporte que tengan en ese momento. Se hace notar que el porcentaje que representa la flota mercante bajo pabellón nacional es mínimo”.

El Estado obtiene ganancias aproximadas de 600 mil dólares anuales por esta clase de transacciones internacionales.

El RIBB efectúa un seguimiento de movimientos, posiciones y actividades de la flota que navega con el pabellón nacional; sin embargo, deja a los estados rectores de puertos los controles de la mercadería que se transporta.

“Cabe hacer notar que el Registro Internacional Boliviano de Buques, como organismo técnico, desarrolla un registro abierto, junto con aproximadamente 50 países de los 169 estados miembros de la Organización Marítima Internacional”, informó el Ministerio de Defensa.

Este medio conoció, de fuentes gubernamentales, que la mayoría de los buques que optan por usar la bandera boliviana no informa en detalle de sus actividades al Ejecutivo y que este servicio es requerido con frecuencia por empresas iraníes.

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