26 febrero 2012

Historiador advierte que cambios no deberían significar distorsiones

La Tricolor ahora está ligada a la whipala, incluso en las ofrendas florales como muestra la imagen.

El director de la carrera de Historia de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), Raúl Calderón, calificó los cambios que se han ido presentando en el transcurso del último lustro como una búsqueda por parte del Gobierno para tratar de reflejar y mostrar parte del llamado “proceso de cambio” que plantearon políticamente. Sin embargo, estos cambios no deberían significar distorsionar la realidad ni la historia.

El académico señaló que muchas veces estas propuestas de cambio son causantes de pungas entre las personas que tienen distintos conceptos con relación a los cambios que propone el Gobierno central.

Se debe reconocer, empero, que muchas veces los cambios que propone el Gobierno están pensados de manera exagerada, hasta el punto que los mismos forman una brecha que aleja de la historia las vivencias y cambios de la actualidad. Se debe pensar en realizar transformaciones, pero con raíces profundas, dijo Calderón.

El historiador ejemplificó estos cambios con la bandera whipala. “Se puede usar la whipala, pero que no se intente remplazar la Tricolor; además, si bien la whipala es plural, simboliza diversidad, se asocia con lo occidental del país y habría que buscar un símbolo equivalente con las Tierras Bajas. Existen maneras de introducir nuevos símbolos que sean un complemento, pero que no los sustituyan”.

Calderón englobó y señaló que si los gobernantes han decidido introducir las imágenes de Bartolina Sisa y Tupac Katari, es necesario también que se piense en equilibrar todo y mantener o incorporar imágenes del oriente boliviano que expresen las épocas pasadas como la lucha por la Independencia, los personajes del siglo XX y otros.

“Es necesario más investigación y encontraremos elementos que sean complementos, que ayuden en los equilibrios, que ayuden en los consensos, porque eso también es política, no sólo las pugnas”, dijo.

Señaló que entre los cambios más claros que se habrían dado estaría el cambio del busto del fallecido estadista y expresidente Víctor Paz, por el busto del mandatario Evo Morales en el Legislativo y expresó que si bien el líder de la Revolución de 1952 cometió grandes errores en el pasado, también fue protagonista de una época que marcó profundos cambios económicos y sociales, por lo cual este personaje se habría ganado un lugar en la historia.

Dijo que es un reto del Estado buscar un punto de alianza entre la historia y los cambios recientes, sin eliminar nada, reforzando todo aquello que los bolivianos y las bolivianas respetan.

El proceso de cambio, como nombre de las políticas aplicadas por el régimen del MAS, recuerda en la historia universal intentos y relevos simbólicos como aconteció en la desaparecida Unión Soviética. Tras la Revolución Rusa de 1917, el Imperio zarista fue derrocado y se consolidó la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). La bandera roja con la hoz y el martillo como símbolo del proletariado se instauró hasta 1989 cuando tras la caída del Muro de Berlín, la URSS se vio debilitada y desapareció. Rusia o la Federación Rusa como país cambió de bandera y símbolos mientras aquellas imágenes y monumentos de los líderes e intelectuales de la revolución de 1917 fueron derrumbados o destruidos.

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