La autoridad se refirió en esos términos en momentos en que la administración de Evo Morales tiene en puertas el inicio de algunos conflictos y otros por resolver.
"Esto implica promover más diálogo. Hay que ir a tocar las puertas de todas las organizaciones e instituciones. El diálogo tiene que ser el recurso más fluido. Vamos a insistir mucho en una política de puertas abiertas de manera permanente", dijo a los periodistas.
Quintana reemplaza a Carlos Romero como titular del Ministerio de la Presidencia, cartera que ya ocupó en el período 2006-2010 y es considerado por la oposición como un político de línea dura.
"Yo creo que es una concepción errónea pensar que en el Gobierno hay línea dura o una línea blanda, en el Gobierno hay una política de Estado que está inscrita en la Constitución. No hay ni líneas blandas ni líneas duras, hay una política irreversible que es la política del cambio y eso significa transparencia, esfuerzo, redistribución de recursos, justicia, inclusión, equidad", comentó.
La autoridad insistió que la tarea es restablecer "la confianza mutua" con todos los actores que tomaron cierta distancia del Gobierno y que han generado cierta tensión en el país, fundamentalmente el conflicto por la construcción de una carretera a través del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis).
La noticia del retorno de Quintana, uno de los ministros de Evo Morales más criticado en la gestión pasada y que estuvo envuelto en el caso de los 33 camiones de Contrabando en Pando, generó críticas en la oposición que adelantó la intención de perseguir y confrontar a los gobernadores, especialmente de la oposición.
Para saber
Ministro de la Presidencia
• Juan Ramón Quintana fue nombrado desde el 2006 y se mantuvo en el cargo hasta el 2010, a pesar de las críticas y presiones de los movimientos sociales.
Su vida
• Nació el 3 de diciembre de 1959 en Cochabamba, fue oficial del Ejército Nacional y asesor del Ministerio de Defensa en el Gobierno de Hugo Banzer.
Conflictos
• Se lo acusó como el principal operador de los enfrentamientos en Porvenir-Pando, donde murieron cerca de 12 personas y fue detenido el entonces prefecto, Leopoldo Fernández.
También se lo relacionó con los conflictos en la mina Huanuni en el 2006 que terminó con 16 muertos. Recibió denuncias de abuso de poder y corrupción por parte del ex presidente de la ESM, Wálter Chávez. Otro de los casos fue el de los 33 camiones de contrabando en Pando.
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