16 octubre 2011

La campaña política se adueñó del proceso electoral

Debido a las campañas por el voto nulo y el voto válido, las elecciones judiciales, que se desarrollarán el 16 de octubre, se convertirán en una especie de medidor de la fuerza política entre el Movimiento Al Socialismo (MAS) y la oposición.

En esta elección sin precedentes, el marco jurídico prohibió la campaña auspiciada por los candidatos o por ajenos. Sin embargo, las organizaciones políticas y los movimientos sociales impulsan campañas en su afán de direccionar el voto.
El principal auspiciador del voto nulo es el Movimiento Sin Miedo (MSM), que, liderado por Juan del Granado, intenta convertir en un plebiscito el proceso eleccionario, que elegirá a 56 autoridades judiciales. Fue el primero en realizar campaña.

Dentro de ese grupo se encuentran Unidad Nacional (UN), Convergencia Nacional (CN) y sectores opositores al MAS.

En el otro bando, el mandatario Evo Morales propicia el voto “válido” con el objetivo de que la cruzada garantice la participación ciudadana en las justas judiciales.

También sectores sociales hacen campaña por el voto válido.

El inciso k) del artículo 238 de la Ley de Régimen Electoral califica como delito la inducción al voto. El artículo en cuestión refiere que ese delito será sancionado con pena privativa de libertad de uno a tres años, y se inhabilitará para el ejercicio de la función pública por tres años, si el acusado es un servidor público.

Sin embargo, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) no pudo frenar la campaña por el voto nulo y por el voto válido antes de las elecciones judiciales.

Argumentó que no actuará de oficio debido a los plazos procesales que debe seguir una denuncia como la presentada contra la campaña, y porque no tiene competencia directa en el caso.

Wilfredo Ovando, el presidente de TSE, dice que el Ministerio Público es el encargado de establecer si la campaña por el voto nulo o el voto válido es o no un delito electoral.

Si el voto nulo gana, se daría pie al revocatorio

Me parece que el ciudadano, en estas elecciones judiciales, va a motivarse a participar políticamente en el sentido de que en los comicios se asume un papel plebiscitario, es decir, que el votar a favor de un candidato significará apoyar a la gestión política del Movimiento Al Socialismo (MAS) y el votar nulo significará desaprobar la gestión del presidente Evo Morales. Ésa será la motivación fundamental por la que los ciudadanos acudirán a esta inédita elección de magistrados.

La elección judicial del 16 de octubre también será una prueba de fuego para el Tribunal Supremo Electoral (TSE), el Gobierno y los partidos de la oposición, porque los resultados demostrarán quién tiene mayor convocatoria y credibilidad ante la sociedad boliviana.

Es importante recalcar que con estas elecciones el gobierno de Morales puede ganar o perder, porque el tener un voto nulo muy elevado o un voto consigna muy elevado, establecerá un castigo a su gestión.

Lo mismo sucederá con el Tribunal Supremo Electoral, que tiene la misión de realizar una elección transparente y transmitir nítidamente el deseo y la voluntad popular

Y aquí se juega la oposición en el sentido de que si ella ha recuperado algo de convocatoria o sigue anclada en esa incapacidad de convocar al boliviano, y cada vez que lo convoca su efecto es contrario.

Por lo dicho, si existe un amplio apoyo al voto nulo, las vertientes opositoras tendrán confianza para incitar a la convocatoria de un referéndum revocatorio para el presidente Morales.

Marcelo Silva,
analista político
El experto explica que los resultados de las elecciones mostrarán si el presidente Evo Morales continúa con apoyo social.

No hay comentarios:

Publicar un comentario