Cuando faltan tres días para las elecciones judiciales, muchos candidatos a magistrados del Órgano Judicial por circunscripción nacional se muestran agotados por el ritmo al que han sido sometidos por el Tribunal Supremo Electoral, principalmente en la última semana, ya que, además, deben hacerse responsable de gastos económicos para viajar de uno a otro lado para una y otra presentación.
Es la otra cara de este proceso que culmina el 16, donde la información y la propaganda ha sido determinada por el Tribunal Supremo Electoral. Hay candidatos que se sienten agotados por el ritmo al que han sido sometidos, afectados por la politización de las inéditas elecciones y los recursos que han tenido que invertir.
Los candidatos explican que la falta de coordinación entre organizaciones sociales que requieren de la presencia de aquellos y el TSE ocasionó las ausencias dadas en los últimos días a las presentaciones oficiales como la de Santa Cruz, donde asistieron 25 candidatos de los 73 candidatos.
Comparativamente el foro de Santa Cruz fue más exitoso que el de ayer celebrado en La Paz, en el Palacio de Telecomunicaciones, donde se presentaron solamente siete de los 73 habilitados para este departamento.
SIN VIÁTICOS Y AGOTADOS
El diario digital Oxígeno conversó con varios de ellos, por via telefónica como de manera directa en las últimas horas
Dieron a conocer que los organizadores de los eventos oficiales de presentación hacen la invitación faltando apenas horas, cuando algunos aspirantes a magistrados ya tienen una agenda o, lo que es peor, no cuentan con los recursos necesarios para desplazarse a diferentes regiones del país y que hacen un esfuerzo para darse a conocer.
En ocasiones el plan del Tribunal Electoral coincide con reuniones programadas por ello, pero en puntos del país, hecho que imposibilita su asistencia.
Además, resaltaron que los pasajes no son financiados por el Órgano Electoral y que no existe un presupuesto destinado para la campaña de los candidatos como en los anteriores comicios.
Una postulante expresó su crítica situación. Ha sido designada candidata a un tribunal, con el apoyo de una ONG, pero en la campaña ha tenido que batírsela sola; renunció al trabajo para establecer contactos y hacer viajes y recibió la insinuación de algunos oficialistas que podrían apoyarla, con la condición de que debe solventar los gastos.
Sin generalizar, se refirieron a la propaganda que muchos de los candidatos distribuyeron sin respetar las normas electorales que prohíben aquello y que fue reflejada por los medios de comunicación.
Dijeron que la distribución del material propagandístico también demuestra que algunos cuentan con el presupuesto adecuado para realizarlo y que al no respetar las normas electorales demuestran una ética insuficiente, lo que de por sí y moralmente los inhabilita para ejercer el cargo de juez y administrar justicia cumpliendo las leyes.
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