23 agosto 2011

Sacha niega "pinchazos" y jura que solo hiceron seguimiento de llamadas

El ministro de Gobierno, Sacha Llorenti, aseguró, este lunes, que el seguimiento telefónico que hizo su despacho a los dirigentes indígenas, movilizados por el Tipnis, fue ejecutado con autorización del Ministerio Público.

Llorenti declara que desconoce el contenido de las conversaciones que sostuvieron algunos dirigentes indígenas, movilizados en la marcha por la reserva del Tipnis, con un funcionario de la embajada de Estados Unidos en Bolivia. Durante la conferencia de prensa, Llorenti negó que se trata de un procedimiento de espionaje telefónico y aseguró que se solicitó un reporte del registro de llamadas.

Llorenti exhibió un memorial en el que el viceministro de Régimen Interior, Marcos Farfán, solicitó a la Fiscal de Distrito de La Paz, Betty Yañiquez, investigar la marcha porque se detectó "abastecimiento de explosivos y una serie de llamadas telefónicas en las que se presume se estarían dando instrucciones".

“Tenemos los registros de las llamadas, por supuesto que no conocemos el contenido de las conversaciones y es importante que se nos dé una explicación”, dijo Llorenti al justificar este seguimiento a meced de una investigación sobre una presunta injerencia de la legación de Estados Unidos en asuntos internos del país.

De acuerdo con la explicación de Llorenti, existen llamadas de los teléfonos móviles 71550964, 73059187 y 77267645 entre los días 1 y 20 junio, el 6 de julio y con más frecuencia entre el 15 y 17 de agosto.

El Ministro dijo que “este tipo de investigaciones se hacen estrictamente en el marco del ordenamiento jurídico” del país, aunque no identificó los presuntos delitos que motivaron estos seguimientos telefónicos autorizados, según explicó, por el fiscal Félix Peralta.

“No hay casualidades en estos temas, habíamos denunciado que había injerencia y otros móviles en esta marcha y creemos que este es un elemento muy importante que nos permite confirmar esta afirmación”, dijo Llorenti al mostrar los registros telefónicos entregados por las empresas telefónicas que operan en el país.

Llorenti mostró a los medios el extracto de al menos siete llamadas efectuadas entre el encargado de temas indígenas de la embajada de Estados Unidos y el dirigente de la Conamaq Rafael Quispe que participa de la marcha de protesta que iniciaron los indígenas el pasado lunes dese Trinidad con destino a La Paz.

Dijo que similares contactos se hicieron entre la legación estadounidense con la esposa de Adolfo Chávez, presidente de la Cidob, además del diputado oficialista Pedro Nuni (MAS).

Adicionalmente, el Ministro de Gobierno reconoció que estos seguimientos ya se realizaron con anterioridad con el argumento de velar por la seguridad interna del país. “Hemos hecho esto (…) en un caso previo, durante esa beligerante movilización que hubo protagonizada por la Central Obrera Boliviana”, dijo.

En una entrevista con la gubernamental Radio Patria Nueva, el presidente Evo Morales reveló el domingo que se hicieron estos seguimientos bajo la sospecha de injerencia de Estados Unidos en la marcha de protesta de los indígenas.

“He pedido al Canciller (David Choquehuanca) que convoque al representante de la Embajada”, afirmó Morales. “Sospechosamente estos días algunos hermanos dirigentes están en contacto permanente por teléfono con la embajada de los Estados Unidos, (…), con el asesor del movimiento indígena de la embajada de los Estados Unidos, Eliseo Abelo”.

Consultado por Oxígeno, el dirigente de la Conamaq, Rafael Quispe, negó estos contactos. “No sé de dónde ha sacado esas cosas, yo nunca he realizado llamadas ni conozco el teléfono de la Embajada. Niego, descarto rotundamente esas acusaciones”, dijo desde San Ignacio de Moxos. “Voy a hacer una demanda por difamación y calumnia. No sólo por esto de ahora sino de antes cuando Morales dijo que yo tenía financiamiento de la USAID. Voy a tomar en su momento las acciones judiciales por difamación y calumnia”, añadió.

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