15 agosto 2011

La crisis y la falta de documentos hizo volver a unos 15.000 bolivianos de España

En términos generales, la información sobre este fenómeno es dispersa y en Bolivia no hay cifras oficiales al respecto, sin embargo, el cálculo de Amibe coincide con información proporcionada, en abril, por la Embajada de España en La Paz.

“Estimamos que un 10 a 15% de bolivianos residentes en España (de 10.000 a 15.000 ciudadanos) ha retornado al país por la crisis económica que afecta al colectivo migrante, pero también por su condición de ilegalidad”, sostiene el director nacional de Amibe, Hugo Bustillos.

El hecho es atribuido a la caída del empleo en los rubros de la construcción y servicios, que absorbían a la mayor cantidad de mano de obra requerida en el país ibérico.

La directora general de Asuntos Consulares de la Cancillería, Cecilia Eróstegui Revilla, corrobora la información y afirma que de acuerdo con los reportes consulares que recibe se produjo una reducción de solicitudes de empadronamiento de bolivianos en los ayuntamientos (alcaldías) españoles. “Sí están volviendo. En España todos los bolivianos deben empadronarse en los ayuntamientos, se ha reportado que bajó el número de registros, eso quiere decir que hay familias que han vuelto. Muchos lo hacen por decisión propia y, por supuesto, la crisis afecta, ya no hay tanto trabajo”, manifiesta.

En una entrevista publicada por este medio en abril, el embajador de España en Bolivia, Ramón Santos, explicaba que el año pasado la cifra de inscritos en el padrón llegaba a 242.000, pero para 2011 había bajado a 210.000. Aclaró, además, que el registro no excluye a los migrantes en situación irregular, o sea sin papeles.

“Son cerca de 30.000 los bolivianos que no renovaron su registro. Algunos puede que hayan retornado, puede que otros no hubieran renovado su tarjeta por descuido”, dijo y aclaró que los migrantes salen del sistema al no reempadronarse cada año.

El coordinador de la Pastoral de Movilidad Humana, padre Aldo Pasqualotto, coincide en la dificultad de conocer el número exacto de bolivianos que retornaron al país, razón por la que propone la creación de una oficina gubernamental que realice un monitoreo permanente sobre cuál es el flujo migratorio.

Identifica a la falta de empleos y la pobreza, pero también las deudas contraídas con la banca, como los factores que más influyen para que las personas migren a otros países en busca de oportunidades. “La pobreza generalizada existe no sólo en Bolivia y la tendencia en estos últimos años es que la pobreza se acentúa con la crisis financiera mundial”, advierte.

A los efectos de la crisis económica, Bustillos añade como factor de migración y, en este caso de retorno, la condición de ilegalidad en la que se halla un grupo de connacionales en España. “La mayoría que retornan a Bolivia no tiene papeles”, afirma el representante de Amibe.

No obstante, el embajador Santos hacía notar en la entrevista que si para el 2007, 90% de los bolivianos en ese país se encontraba en situación irregular, hoy en día más del 68% regularizó su situación.

Bustillos confirma el dato en sentido de que “más de la mitad de los migrantes ya tiene sus documentos en orden”.
La Directora General de Asuntos Consulares de la Cancillería minimiza las causas por las que cientos de bolivianos migran a otros países y atribuye el fenómeno no tanto a la falta de empleos o la extrema pobreza en el país, sino a la libertad de moverse de los bolivianos. “No tenemos que ponerle más adjetivos, la gente que quiere irse se va”, dice.

Datos sobre migración boliviana

CIFRAS
El dato oficial sobre la población de bolivianos en el exterior es de 2.127.139, aunque un estudio, El Perfil Migratorio de Bolivia, que concluirá el 2012, fija la cifra en 800.000.

LEGALIDAD
En España, donde hay unos 210.000 bolivianos, se puede tramitar la Tarjeta de Residencia con Permiso de Trabajo, Tarjeta de Residencia sin Permiso de Trabajo (se otorga a la pareja o hijos) y la Tarjeta de Tránsito con motivos de estudios para migrantes o hijos.

El envío de remesas desde España bajó en 20%

La crisis económica en Europa y el retorno de los bolivianos de España comienza a repercutir en la economía nacional. Se calcula que sólo en el último semestre los envíos de euros con destino a Bolivia registraron una baja del 20%, según indica el director nacional de la Asociación de Migrantes Bolivia-España (Amibe), Hugo Bustillos.

“No tenemos un dato del Banco Central de Bolivia, pero se habla de una baja del 20% aproximadamente en las remesas que vienen de España como tal y eso afectará en alguna medida la economía nacional”, afirma.

Señala que esa baja se debería a los efectos de la crisis en Europa y, concretamente, en España. “Hay mucha gente que si bien se ha quedado (en España) no está trabajando, o están ahorrando sus ingresos y no están enviando dinero a sus familias”, dice Bustillos.

En una entrevista con La Razón, el vicepresidente Álvaro García Linera coincidió con la percepción del Director Nacional de Amibe, al advertir que la crisis económica en Europa generaría “efectos rápidos en las exportaciones, remesas que vienen del exterior del país y en ingresos del Estado, como el gas”.

No obstante, según la página web del Banco Central de Bolivia, las remesas en general en los primeros cinco meses de este año (2011) fueron de 421 millones de dólares, cifra superior a la registrada en similar período (cinco meses) del año 2010, cuando se registraron 367 millones de dólares.

Dejó a su hijo menor de 5 años y lo encontró de 10

Julia

Trabajó cuidando adultos

Julia (nombre ficticio) tomó la decisión de dejar el país el 2006, cuando tenía 29 años de edad. Con su partida dejaba también a sus dos hijos varones, el primero de 11 y el segundo de 5 años. A su regreso, encontró a su primer hijo convertido en un adolescente, en tanto que el segundo ya había cumplido 10 años y dejaba la niñez.

Al igual que muchas mujeres que optan por migrar, Julia se vio forzada a dejar a sus niños al cuidado de su esposo.
Cumplido su deseo de ahorrar dinero, el año pasado tomó la decisión de regresar a Bolivia y con lo ganado pagó las deudas que contrajo para hacer reparaciones en el inmueble donde vive su familia.

“No tenía dinero para hacer refaccionar mi vivienda y asumí una deuda con el banco, además en el país no hay fuentes de trabajo, por eso tuve que salir del país. Estuve cuatro años en España y de pronto me vi de 34 años y con un profundo dolor por tanto extrañar a mis hijitos; por eso volví”, relata Julia a La Razón.

Como tantos bolivianos, se marchó de La Paz con una oferta laboral; a ella le llegó una invitación de su cuñado (hermano de su esposo), documento que se convirtió “en su pasaporte” para llegar a la ciudad de Bilbao en España.

Una vez allí, trabajó en un centro de atención de personas adultas mayores donde ganaba 760 euros al mes. Cuenta que, de inicio, le ofrecieron 830 euros, pero deducían un monto para el seguro de accidentes o de enfermedad y resultó ganando los 760 euros.

Con el dinero ganado, conseguía enviar una remesa mensual de 800 dólares a Bolivia para mantener a su familia
“No tenía papeles de radicatoria, por eso volví al país porque allá (España) a los ilegales nos deportan, además extrañaba a mis hijos y la vida que dejé”.


Regresó al país antes de lo previsto por su familia

Carmen
Trabajó cuidando adultos

“Me sentía muy triste y sola, lloraba todo el tiempo al ver las fotos de mis dos hijos, recordando mi país, extrañando a mis padres, mis hermanos, la comida y los amigos. A pesar de eso, en España hay gente solidaria que te hace sentir como en casa, te acoge bien, te ayuda en todo”, recuerda Carmen (nombre ficticio).

Titulada como licenciada en Enfermería de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) de La Paz, Carmen se vio obligada a salir del país por falta de empleo y oportunidades.

Recuerda que llegó a la portuaria ciudad de Alicante, en el mediterráneo. Sola, lejos de la familia, sin amigos y sin ningún apoyo, tuvo que recurrir a la ayuda humanitaria que allí brinda Cáritas, organización de la Iglesia Católica que apoya a los migrantes.

“Allí hay Cáritas, ellos te acomodan en un trabajo y vigilan para que seamos respetados y nos traten bien. El volver a comenzar es duro porque estas sola en un país extraño, no conoces a nadie”, relata.

Como muchos migrantes, Carmen salió del país con la idea de quedarse al menos cinco años para ahorrar lo más que pudiera y volver al país para emprender un negocio propio que le reditúe algún ingreso.

De nada le sirvió haber obtenido una licenciatura en Enfermería porque allí tuvo que resignarse con lavar platos, copas y trastos en una pensión en una playa turística de Alicante. “No cumplí mi objetivo” (quedarse cinco años), dice resignada y añade que más pudo el amor a sus hijos y la familia que le impulsaron a volver. Carmen confiesa que “apenas aguantó dos años” y logró ahorrar unos euros que los invirtió en la compra de un vehículo que ahora renta como taxi para solventar los gastos de sus seres queridos.

El Gobierno aplica plan que agiliza los trámites

El Gobierno, a través de la Embajada de Bolivia en Madrid y los ocho consulados que posee en España, implementa, desde el 2007, una serie de políticas y medidas de protección a los migrantes bolivianos para que se respeten sus derechos, según la directora general de Asuntos Consulares, Cecilia Eróstegui.

La autoridad explica que a través de convenios interinstitucionales con la Policía, Registro Civil y el Servicio de Identificación se logró poner en vigencia el Registro Civil de Migrantes, además de propiciar el envío de documentos de antecedentes penales y poner en vigencia la primera fase de la carnetización de los niños.

“La idea es que en esta primera etapa se logre dar una cédula de identidad a los niños porque sin eso no pueden tener pasaporte, sobre todo en España”, afirma la funcionaria de la Cancillería.

De acuerdo con Eróstegui, el actual Gobierno heredó un servicio consular “desmantelado y poco fortalecido” en todos sus niveles. “La presencia de tantos bolivianos en el extranjero nos obliga a hacer consulados diferentes. El esfuerzo que ha hecho el Estado es único, nunca se nos han presentado estas demandas de los migrantes y sus problemáticas”.

Según Amibe, la migración boliviana en España es de reciente data, cerca de seis años.

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