01 marzo 2011

Polémica sobre responsabilidad de Morales por el auge el narcotráfico en Bolivia

La reciente captura del ex jefe antidrogas del Gobierno, general René Sanabria, más crecientes decomisos de cocaína boliviana en varios continentes, han desatado una polémica sobre la responsabilidad del mandatario en el auge del narcotráfico en este país.

Sanabria fue jefe antinarcóticos de 2007 a 2009, cuando Morales expulsó de Bolivia a la agencia antidrogas estadounidense (DEA), y hasta su detención dirigía la unidad del Gobierno encargada de infiltrar carteles, reveló el viceministro de Defensa Social, Felipe Cáceres.

El general fue detenido en Panamá el jueves pasado con 144 kilos de cocaína y llevado a Miami para un juicio que comenzó el lunes.

El ex candidato presidencial Manfred Reyes Villa, asilado en Estados Unidos, declaró a medios locales que Morales impuso una política "condescendiente" con el narcotráfico tras expulsar a la DEA, aunque el mandatario asegura, al contrario, que la guerra antidrogas ha mejorado.

La diputada de derecha Norma Piérola dijo a Efe que Morales es responsable del auge del narcotráfico porque sigue siendo máximo líder de los cultivadores de coca de la zona central del Chapare, cuya producción "va al narcotráfico" y no sirve para el "acullico", el tradicional masticado de la hoja de algunos pueblos bolivianos.

Según Piérola, "es falso" que la lucha antidrogas mejorase con Morales, y agregó que una de las causas del aumento del narcotráfico es la "protección" otorgada por el presidente a la hoja de coca en la Constitución de 2009, que la declara "patrimonio cultural".

Diputados de la oposición anunciaron que exigirán al ministro de Gobierno, Sacha Llorenti, que explique al Parlamento qué responsabilidad tiene la administración en el caso Sanabria, o renuncie.

La oposición quiere que Llorenti diga además qué hace el Centro de Inteligencia y Generación de Información de su ministerio, al que estaba adscrito el general.

El diputado Andrés Ortega, de Convergencia Nacional, dijo que hay "elementos que hacen pensar que la lucha contra el narcotráfico no está dando resultados".

Pero cree que Llorenti no rendirá cuentas porque tendrá "el apoyo de los diputados del MAS", el Movimiento al Socialismo de Morales, y adelanta que la oposición se verá "obligada a pedir su renuncia".

Otro diputado de Convergencia, Osney Martínez, declaró a medios locales que Morales, para demostrar que realmente combate a los narcos, debe renunciar al liderazgo de los productores de coca.

"No es ninguna novedad que el Gobierno esté perforado por el narcotráfico. Si el presidente (...) no quiere que desconfiemos, la primera señal que tiene que dar es renunciar a la dirigencia de las federaciones de cocaleros y la otra señal que tiene que dar es que no se proteja a quien se le sorprenda en casos ilícitos", afirmó.

Pero el senador Fidel Surco, del MAS, replicó que esa posibilidad no está en discusión, y que sería una "equivocación" que Morales renunciase al liderazgo de los cocaleros, a quienes a fines de 2010 regañó en público por desviar parte de la coca al narcotráfico.

El viceministro Cáceres, también líder cocalero, atribuyó la detención de Sanabria a que la DEA está "dolida" por su expulsión de Bolivia.

También pidió la renuncia de Llorenti el ex viceministro de Sustancias Controladas Ernesto Justiniano, quien destacó que el Gobierno tardó 48 horas en informar de la captura de Sanabria, mientras intentaba que fuera enviado por Panamá a Bolivia.

"Si Sanabria estuviera en Bolivia, se encontraría más cómodo, con factores de poder que coadyuvarían a que su situación no fuera tan grave", dijo Justiniano.

"Estamos ante (..) un narco-gobierno. Lo grave -agregó- es que fue la DEA en Panamá que capturó al general boliviano y no los organismos de inteligencia del Estado. Esto demuestra la ineficiencia del ministerio de Gobierno".

Justiniano afirmó que en los últimos cinco años la producción de coca se duplicó y que el 90% de la hoja va al narcotráfico.

"En cinco años hemos pasado de 80 toneladas de droga producidas al año a 120 toneladas. Nosotros estimamos que está entre 150 a 200 toneladas de droga", añadió.

En las últimas semanas han sido casi cotidianos los decomisos de cocaína boliviana en países vecinos como Brasil, Chile y Argentina, y también en otros lejanos, como España o Nigeria.

Incluso diputados oficialistas como Lucio Marca han expresado que sienten "vergüenza" por cómo el narcotráfico penetró organismos estatales.

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