20 febrero 2011

Apenas son 6 los embajadores con carrera diplomática

Posición. Oposición dice que en consulados hay clientelismo. El oficialismo lo rechaza

Seis de 31 embajadas de Bolivia están a la cabeza de personal egresado de la Academia Diplomática, mientras el resto de las legaciones la dirigen, por ejemplo, sociólogos, antropólogos y artistas. En los consulados se presenta similar situación, en opinión de la oposición.
Sobre la base de información facilitada por la Cancillería y cruzada con fuentes de la diplomacia y de la internet, se estableció el número de los profesionales del servicio exterior que cumplen funciones en las embajadas. Bolivia cuenta con 31 embajadas y 104 consulados en el mundo. 
Entre los funcionarios diplomáticos de carrera a cargo de las embajadas están: Ricardo Martínez Covarrubias, Jessica Elena del Pilar Elio, Arturo Suárez Vargas, Raúl Plaza, Roberto Calzadilla Sarmiento y Marcel Quezada Gambarte.
Otros, como la encargada de negocios en Estados Unidos, Éricka Dueñas, y la encargada de negocios en Suiza, Angélica Navarro, tienen estudios en Relaciones Internacionales. Salvador Ric, embajador en Uruguay,  tiene doctorado en Diplomacia.
Los ex cancilleres, Armando Loaiza y Javier Murillo, coinciden en advertir que la poca presencia de profesionales especializados en el servicio exterior afecta negativamente la representación del país. “Hubo cuotas políticas en el servicio exterior”, sostiene Murillo.
Bolivia cuenta con la ley, precisamente del Servicio de Relaciones Exteriores, aprobada durante el gobierno de Jaime Paz. En su primer artículo refiere: “El servicio de Relaciones Exteriores es el instrumento destinado a la ejecución de la Política Exterior del Estado boliviano; compuesto por funcionarios, capacitados profesionalmente, como integrantes del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto tanto en el país como en el exterior y organizados en la estructura diplomática que garantiza la presente ley y sus reglamentos”.
“En diplomacia no se debe improvisar. Se requiere un conjunto de conocimientos técnicos y profesionales”, recordó el ex canciller Murillo.
Loaiza, por su parte, sostiene que entre 1998 y 2003, al menos el 70 por ciento de los funcionarios de embajadas contaban con formación profesional especializada, pero luego ese porcentaje descendió.
“El tener pocos profesionales especializados (en el servicio exterior) perjudica. El país ha invertido muchos recursos en la formación de al menos 240 funcionarios especializados”, recordó, quien también fuera director de la Academia Diplomática “Rafael Bustillo”.
Entre los embajadores designados por el presidente Evo Morales, entre 2006 y 2010, figuran abogados, periodistas, politólogos, agrónomos, sociólogos y antropólogos.
Para el diputado del MAS, Franklin Garvizú, la labor desempeñada por los embajadores designados por Morales ha tenido sus frutos. “Se han gestionado créditos con Corea del Sur por 250 millones de dólares y con China se tiene el Satélite. Nuestros embajadores también exportan nuestra doctrina del ‘vivir bien’”, afirmó.
Loaiza, empero, insiste en que se debe apuntar a ‘potenciar’ las representaciones diplomáticas. “La inserción internacional es muy importante. Un país no puede estar aislado del mundo”, reflexionó.
Morales, en enero del 2010,  anunció reformas. “Las misiones diplomáticas deben promocionar la producción y potencialidad de Bolivia y gestionar convenios bilaterales con las naciones en las que trabajan, además de consolidar en el mundo el proceso de cambio”, señaló. 

CONSULADOS. Los cuestionamientos también llegaron al ámbito de los consulados. El senador opositor Marcelo Antezana demandó “institucionalizar la carrera diplomática para dejar de cuotear cargos en los consulados”.
Su homóloga, Carmen Eva Gonzales, lamentó que los cargos en los consulados sean asumidos por personal inexperto. “Deben ser diplomáticos de carrera, pero lo que ahora se valora es la obediencia al poder hegemónico”, sostuvo.
 Garvizú rechazó los cuestionamientos. “El Presidente ha elegido hombres probos. Ahora los representantes diplomáticos no están para asistir a cócteles, sino para trabajar, esa es la nueva línea”.
Murillo recordó que la labor del servicio exterior es defender los intereses del Estado y no la “coyuntura ideológica”. Los intereses del Estado son permanentes y se refieren a temas de límites fronterizos, soberanía territorial y otros. Antezana dijo que la designación de cónsules es una política clientelista y prebendalista.
Parte de la ley de 1444, de 1993
La conducción de las relaciones exteriores es atribución del Presidente. El Servicio Exterior, deberá contar con funcionarios especializados en las diferentes áreas que requiere la Política Exterior.
La carrera diplomática está garantizada por la presente ley. Los diplomáticos deben promover y defender los intereses del Estado en la Comunidad Internacional conforme a las normas del Derecho Nacional e Internacional.
Velar por el prestigio del país y fomentar sus relaciones políticas, económicas y sociales y difundir su cultura.

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