01 diciembre 2010

Ley educativa, lista para su aprobación pese a las críticas

La ley de educación Avelino Siñani y Elizardo Pérez está lista para ingresar esta semana a la Asamblea Plurinacional para su consideración y aprobación. “Vamos a esperar que nos convoque la Asamblea y una vez aprobada implementarla, en la medida en que las unidades educativas estén preparadas para poder trabajar bajo el marco de la nueva ley”, afirmó ayer el viceministro de Educación Regular, Iván Villa, durante un taller sobre Calidad educativa en el marco del Estado Plurinacional, que se desarrolló en el hotel Buganvillas.
A pesar de que Villa asegura que desde 2006 se viene difundiendo el proyecto de ley con los diferentes sectores y organizaciones sociales, hay voces que siguen cuestionándolo. Una de ellas es la Gobernación cruceña, que a través de la secretaria de Educación, Paola Parada, expresó su rechazó a este proyecto de ley al argumentar que es centralista y que no fue consensuado con todos los actores de la educación del país. “Atenta contra las identidades de los pueblos orientales al imponer un currículum único que no va acorde con las necesidades de las regiones del país", señaló Parada.
La Conferencia Episcopal Boliviana (CEB) también hizo conocer al menos seis observaciones a dicho proyecto de ley y espera que las mismas sean tomadas en cuenta.
La primera observación tiene que ver con que el Gobierno reafirme claramente el rol de los padres de familia sobre la educación de sus hijos. La segunda es la exclusividad de la formación docente por parte del Estado, tomando en cuenta que la Iglesia católica cuenta con su propia normal.
La educación de convenio es el tercer aspecto que objeta la CEB, es decir, el derecho que dice tener la Iglesia católica de administrar sus escuelas y colegios basada en un convenio firmado con el Gobierno y así garantizar, para las familias que así lo dispongan, una formación educativa bajo los principios de esa religión.
La cuarta observación hace referencia a que la educación religiosa debe ser garantizada en el marco constitucional, que expresa que el Estado está separado de la religión, lo cual implica que cada entidad eclesiástica debe definir la educación religiosa para las instituciones que estén bajo su tutela. Un quinto punto es la solicitud de que se flexibilice el escalafón para que se beneficie a la formación técnica. Finalmente, el sexto punto tiene que ver con el planteamiento del Gobierno relacionado con la participación social que se pretende instaurar en la educación.
Con respecto a los cuestionamientos y observaciones de los sectores, el viceministro Villa aseguró que muchos de éstos siempre se han opuesto a las reformas.
Durante el taller, Villa explicó que cuatro son los ejes estratégicos de la nueva ley: la educación productiva, la equidad de género, el fortalecimiento de la calidad educativa y la calidad de la enseñanza.
Villa indicó que la enseñanza de la religión será optativa y que las unidades educativas que planteen un sistema de educación religiosa no deben prohibir el ingreso a los estudiantes que no comparten con ese credo religioso.
La autoridad nacional remarcó, entre otros puntos, el tema del bachillerato, al señalar que en la nueva normativa la educación apunta a ser técnica, tecnológica y productiva, por lo que el bachiller será, además de humanístico, técnico medio. Esto permitirá a los nuevos bachilleres generar su propia empresa o tener acceso a una fuente de trabajo y un ingreso. Actualmente, muchos jóvenes se ven imposibilitados de alcanzar una profesión por falta de recursos u otros factores, por lo que pasan a engrosar la fila de desempleados.

Algunos cuestionamientos

Dice la norma. El capítulo II, artículo 3 inciso a, establece que la educación se sustenta en las siguientes bases: es descolonizadora, liberadora, revolucionaria, antimperialista, inclusiva, despatriarcalizadora y transformadora.

La observación. Con respecto a este punto, Micaela Princiotto, directora del colegio Josefina Bálsamo, dice que es necesario explicar el alcance del concepto ‘despatriarcalizadora’. “Significa que ya no hay jerarquía y que todos somos iguales. Esa concepción ideológica me preocupa. Creo que pedagógica y psicológicamente el papel de la madre y el padre juega un rol fundamental en la construcción de un niño y un joven. Entonces, estaríamos dejando una sociedad sin la figura paterna o materna; le estaríamos quitando autoridad, pues no hay jerarquía. Entonces tu hijo, por qué tiene que obedecerte si es igual a tí.

Religión. En el capítulo II, artículo 3, inciso f, se señala que la educación es laica, pluralista y espiritual porque reconoce y garantiza la libertad de conciencia, de fe y de la enseñanza de religión, así como la espiritualidad de las naciones y pueblos indígena, originario campesinos.

La observación. La Iglesia católica, en el reciente encuentro nacional de obispos, pidió al Gobierno mayor transparencia en la nueva ley educativa en el tema de religión. “El Estado es laico y no tiene competencia para enseñar religión; sin embargo, sabemos que actualmente hay cinco normales que ahora se llaman (…) escuela superior de formación en maestros, que están preparando maestros de religión, espiritualidades y cosmovisiones. Esto es un tema que nos preocupa”.

Rol de los padres. El proyecto de ley establece que se reconoce y garantiza la participación comunitaria y de los padres de familia en el sistema educativo, mediante organismo representativo en todos los niveles del Estado.

La observación. El secretario ejecutivo de la Confederación de Maestros Urbanos de Bolivia, Jorge Baldivieso, recordó que, con la creación de las juntas escolares, con la Ley 1565 (Reforma Educativa), los padres de familia no sabían cuáles eran sus atribuciones y por ello incluso buscaban participar del consejo de maestros. Por ello cree importante delimitar su trabajo.

Una ley que no se conoce, no funciona
Lic. Yenny Ferrufino | Gestora Educativa
Hasta ahora hay nueve versiones de la ley Avelino Siñani, lo que quiere decir que ha ido modificándose. No conozco la última, tengo entendido que salió hace diez días. Pero hasta donde pude conocerla no es una ley que se haya difundido y que la conozca la población.
Es una normativa que ha sido elaborada por un equipo técnico del Ministerio de Educación y si bien ellos dicen que han ido recogiendo versiones y sugerencias de los distintos sectores; sin embargo, observo algunos puntos. Primero, que si una ley no es debidamente difundida o construida entre todos, es decir, no sólo profesores y padres de familia, sino la ciudadanía en general, es difícil que se la pueda apropiar, porque una reforma educativa necesariamente tiene que ser ‘apropiada’ para que funcione.
Luego, el segundo punto hace una primacía dentro del concepto de intracultural, es decir, valora algunas culturas por encima de otras. Se trata de una visión aimara y dentro de ella el hombre debe formarse y educarse en armonía con la naturaleza y no aparece la cultura del oriente boliviano.
Se habla mucho de la educación comunitaria y no se toma en cuenta al hombre de la ciudad ni al de la clase media. Siento que se ha trabajado mucho mirando al hombre rural y no así al de la zona urbana.
Otro aspecto que observo es la formación docente. Se insiste en que ésta será única y de exclusiva responsabilidad del Estado, que nadie más participará y que sólo será a través de las normales superiores. La gran preocupación surge a partir de qué se ha hecho en las normales para implementar la ley Avelino Siñani, que plantea una formación a nivel licenciatura de cinco años. No se trata de una ley plasmada en un papel solamente, sino que hay que trabajar con el tema de infraestructura y equipamiento.
En la normal Enrique Finot ni siquiera se ha logrado abastecer con el personal de limpieza, ni concretar la sala de cómputo.
Hay que trabajar mucho, porque hay falencias importantes. Estamos hablando de los educadores que van a formar a nuestros hijos y a nuestros nietos. Además, una reforma requiere muchos recursos para implantarla.

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