El Presidente arremetió ayer de nuevo contra los periodistas empeñados en reunir firmas para respaldar una iniciativa legislativa ciudadana a fin de anular un artículo y modificar otro de la ley antirracismo, pero éstos ya superaron las 200.000 rúbricas de apoyo en todo el país.
Ayer, en un seminario que analiza en Santa Cruz los alcances de ley anticorrupción, el Jefe del Estado dijo que “felizmente algunos periodistas y algunos medios de comunicación están resistiendo la Ley de Lucha Contra el Racismo. Eso me ayuda bastante, en vez de que nos desgaste y aquí gracias a ellos vamos a abanderar la lucha contra el racismo en el mundo, no sólo en Bolivia”.
El Mandatario criticó las cifras presentadas por los dirigentes de las instituciones periodísticas, pues dijo que éstas están infladas y que los canales montan un show para mostrar personas en fila en procura de firmar libros y pasarlo por sus noticieros.
Según el secretario ejecutivo de la Confederación de Trabajadores de la Prensa de Bolivia, Pablo Zenteno, hasta ayer a mediodía se había superado las 200.000 firmas y confía en que para el próximo fin de semana se superarán los 300.000 pronunciamientos de apoyo.
Sin embargo, el jefe de la bancada masista de senadores, Isaac Ávalos, y el presidente de la Cámara Baja, Héctor Arce, invocaron ayer a los periodistas a participar en la reglamentación de la Ley Contra el Racismo.
Arce, titular de Diputados, lamentó la ausencia de los órganos periodísticos en la reglamentación de la ley, pues “si realmente existe voluntad de avanzar sobre este tema deberíamos participar todos en el proceso” para que la norma sea reglamentada.
A su turno, el senador Ávalos indicó, en una entrevista concedida a Canal 7 desde Santa Cruz de la Sierra, que es necesario reglamentar la mencionada norma “para darle viabilidad y (que) empiece a funcionar esa ley, hay que reglamentarla. Si no se lo hace, no hay nada”.
Por ello, “pido y solicito humildemente a los hermanos trabajadores de la prensa de Santa Cruz que levanten la huelga y nos pongamos a trabajar en la reglamentación de la ley junto al Gobierno, para encontrar un consenso”, que no cause inconvenientes ni temores a los trabajadores de la prensa.
Dijo que el artículo 16 no afecta a los trabajadores, pues si algún medio perdiera la licencia, el Estado la entregaría a los trabajadores para que el medio no paralice sus actividades y “los periodistas no pierdan sus trabajos (…) porque el Gobierno está dispuesto a dar créditos” para que éstos continúen normalmente sus operaciones.
Sin embargo, los periodistas mantienen la posición de que esos artículos conducen a una autocensura y a desarrollar su trabajo con limitaciones.
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