17 agosto 2010

Expertos pronostican alto costo político para Morales

Análisis: Cuatro politólogos coinciden en que el lío con Potosí mermará la votación del MAS en uno de sus bastiones electorales.

Los analistas políticos Jimena Costa, Jorge Lazarte, Henry Baldelomar y Carlos Cordero coincidieron ayer, cada uno por su parte, en que el conflicto cívico social de Potosí causó un alto daño político al Gobierno y afectó a la figura misma del presidente Evo Morales.

Durante 19 días, las fuerzas civiles y sociales potosinas se movilizaron en torno a seis reivindicaciones regionales. Ante ello, fueron acusadas por el Ejecutivo de ser impulsadas por la oposición y por la “derecha”. Incluso el Mandatario evitó negociar con los movilizados y dejó esa tarea a una comisión de ministros que lograron un acuerdo recién ayer lunes.

Al respecto, Lazarte anotó que “fue un error que el presidente Evo Morales no hubiera participado en ninguna de las fases en la solución del conflicto. Prefirió hacer otras cosas y no atender las demandas de Potosí y ni siquiera se refirió al mismo o lo hizo en términos ofensivos”.

Definió ese hecho como muy grave porque “dejó la sensación de que abandonó a sectores de la población que lo apoyaron y votaron por él (logró casi 80 por ciento de los votos en las elecciones nacionales). Además, cuando habló o hablaron sus ministros, lo hicieron para descalificar al conflicto que, en realidad, fue un conflicto de pobres contra un Gobierno de pobres”.

Costa recordó que Potosí dio a Evo la segunda votación más importante del

país y queda “una sensación de que su problema es el poder, porque al llegar al poder perdió de vista el origen y los compromisos de la campaña e intentó resolverlos como si se tratara de un tema técnico”.

Entonces, “el costo no es sólo para el Gobierno, sino para el propio Presidente. El Gobierno se desgastó antes, en otros conflictos, pero Evo no. Él estaba apartado, los malos eran sus asesores, pero resulta que ahora el Presidente estaba viajando, jugando fútbol y deja en duda aquello que pregona de mandar obedeciendo”.

Cordero apuntó que “el Ejecutivo ha mostrado una estrategia y un rostro muy duros e inflexibles. En eso fue una victoria del Gobierno porque no negoció bajo presión, pero el Presidente no fue a la zona del conflicto porque estaba arreglando problemas regionales y mundiales. Durante ese tiempo escribió una carta al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, contra una norma que afecta a emigrantes, pero no escribió una carta a los potosinos”.

Como consecuencia de este conflicto se genera, según este analista, “la ilusión de que es posible derrotar electoralmente al MAS, luego de haber obtenido un 64 por ciento de apoyo político electoral nacional. Y surge porque toma decisiones equivocadas, enfrenta a la ciudadanía, no resuelve los problemas a tiempo”.

Cordero resaltó que por ahora no se ven liderazgos alternativos, pues “nadie quiere reivindicarse, porque de inmediato el oficialismo lo ataca y lo elimina, pero crecerá la posibilidad de que surja un liderazgo alternativo en la medida que continúe el proceso de desgaste del MAS”.

Ese criterio es compartido por Costa, quien hizo notar que, si bien por ahora no existen liderazgos contestatarios al régimen masista, “hay grupos que están recuperando su identidad política histórica, están recuperando la voz, no es lo más deseable para el Órgano Ejecutivo, sin embargo es lo mejor para la democracia”.

Lazarte terció: “La gente piensa que Evo está siendo engañado y tratan de disculparlo, aún no han llegado al divorcio porque todavía no se ha presentado una alternativa de liderazgo que no sea Evo”.

Baldelomar coincidió en que, como resultado del conflicto con Potosí, el oficialismo perderá caudal electoral, pero aclaró que, según su opinión, esta merma no será significativa y atribuyó los supuestos costos políticos que acarreará el Gobierno a una campaña mediática.

Más todavía, el politólogo comentó que el Ejecutivo no se desgastó durante estos días, sino que quienes perdieron más terreno fueron los dirigentes locales potosinos, a quienes llamó intransigentes. Apuntó que el Gobierno siempre optó por el diálogo pero buscó mantener un principio de autoridad.

“Lo sucedido no afectará el caudal electoral del MAS en un porcentaje significativo. Sin duda habrá una disminución, pero no creo que la credibilidad del Presidente sea afectada, porque los temas en disputa eran de orden técnico y correspondía que fuesen tratados por ministerios”.

Según Lazarte, este problema puso en evidencia que “los potosinos llegaron al límite de su propia movilización y que el Gobierno no supo qué paso dar, por ello renunció al uso de la fuerza y apeló a interpósita persona (los campesinos) para obligar a volver a los negociadores potosinos a Sucre. Eso se asocia con la idea de convertir a grupos en organizaciones militares”.

De acuerdo con la politóloga Costa, “lo de Potosí no hubiese sido posible sin el cansancio de los actores que han apoyado al MAS, y se llega a la conclusión de que lo hicieron porque era la única alternativa frente al viejo sistema en descomposición, pero ahora que la gente ya no quiere leyes, asambleas, reformas, quiere los cambios en su bolsillo y en su vida cotidiana”.

Para destacar

Jorge Lazarte se mostró sorprendido por la magnitud de la movilización potosina, que no se produjo nunca antes en la historia.

Jimena Costa diagnostica que Potosí y la marcha de los indígenas del oriente desmitifican el carácter popular del Gobierno.

Carlos Cordero sostuvo que el país ha perdido confianza en el Gobierno del MAS y su capacidad de operación.

Henry Baldelomar dijo que todas las peticiones de Potosí eran atendibles y que la movilización sacrificó a todo un pueblo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario