07 agosto 2010

El Gobernador masista lidera la huelga de hambre en Potosí


Presión: El Alcalde y concejales de Uyuni fueron secuestrados por comunarios de Coroma cuando volvían de la ciudad de Sucre.

El Potosí, La Prensa y agencias.- El diálogo volvió a fracasar ayer en Potosí, luego de que un grupo radical impidiera el viaje de una comisión para negociar con el Gobierno en Sucre. Es así que el gobernador Félix Gonzales y cívicos se unieron a la huelga de hambre en exigencia de los seis puntos del pliego regional, en una jornada en la que también se secuestró al Alcalde de Uyuni.

Según Erbol y ABI, los comunarios de Coroma secuestraron a golpes el jueves por la noche al alcalde de Uyuni, Froilán Condori; tres concejales; el presidente del Comité Cívico del municipio, Moisés Valdivia; un miembro activo del Movimiento Al Socialismo sudoeste potosino y un chofer fueron, tras volver del diálogo infructuoso en la ciudad de Sucre.

Anoche, cuando se reunía la asamblea del pueblo y los dirigentes sociales habían establecido las bases para que se pueda iniciar el diálogo en Sucre para solucionar el conflicto limítrofe con Oruro, que involucra a la localidad de Coroma, y las cinco demandas restantes de Potosí, un grupo de radicales ingresó abruptamente a la entidad cívica exigiendo que se mantengan las exigencias iniciales.

De acuerdo con el periodista Freddy Peñaranda, quien relató los sucesos, se trataba del mismo grupo de personas que el anterior martes protagonizó los hechos de violencia en la marcha. Su irrupción motivó que la asamblea se suspenda temporalmente. Más gente llegó hasta el edificio cívico y se apostó tanto en su frontis como en los accesos y el patio.

Mientras el Gobernador y los dirigentes del Comité Cívico Potosinista (Comcipo) guardaban silencio, los radicales gritaban “Potosí federal” y “Potosí no se vende, carajo”. El ex presidente de Comcipo Facundo Gómez se subió a una silla para pedir cordura, pero no logró ser escuchado.

La versión de un supuesto arreglo previo entre la dirigencia cívica y el Gobierno caldeó los ánimos y motivó a esa gente a acudir hasta el edificio de Comcipo a presionar a los líderes de la movilización. Exigieron a los dirigentes que ingresen a la huelga de hambre y anunciaron que instalarán una vigilia en el edificio.

Luego de un cuarto intermedio, se acordó mantener la demanda de que los seis puntos planteados sean negociados en la capital potosina y ninguno fuera de sus límites departamentales. Gonzales, los cívicos y el comité de huelga ingresaron al ayuno voluntario para demandar la atención de las autoridades nacionales.

Ratificaron que los potosinos exigen la solución al conflicto de límites que existe por el avasallamiento de los orureños en la zona de Coroma, instalación de una fábrica de cemento en esa población, construcción de un aeropuerto internacional, puesta en marcha de Karachipampa, preservación del Cerro Rico de Potosí, además de la atención a proyectos viales.

Asimismo, se definió que se mantenga la huelga general indefinida, que esta jornada ingresa a su décimo día de vigencia; que se fortalezca el control de los bloqueos en las garitas de acceso y los caminos del departamento; además de la masificación de la huelga de hambre. También quedó sin atención la demanda de algunos sectores de la población que pedían la apertura de los mercados y bancos durante media jornada el día del hoy.

Según la radio Kollasuyo, ya son 32 los centros de ayuno voluntario con más de 300 personas. A esa cantidad de ayunadores se suman los cuatro asambleístas nacionales Eduardo Maldonado (MAS), Juan Carlos Cejas (MAS), Hugo García (MAS) y David Cortés (AS), que tienen su piquete en la ciudad de La Paz.

El vicepresidente Álvaro García Linera dijo ayer a los cívicos que levanten el paro cívico para iniciar el diálogo. “El tema de Potosí lo veo con mucha angustia, con mucha tristeza, y hemos hecho una convocatoria e invocatoria para que levanten esa medida de presión, séptima vez que les pedimos y les rogamos”.

Fiscal amenaza con aplicar la Ley 007

El Ministerio Público, en el conflicto cívico que mantiene Potosí desde hace más de una semana, advirtió de que en caso de la comisión de delitos, será inflexible en la aplicación de la ley y actuará inmediatamente en el marco de la disposición 007, referida a los delitos en flagrancia, para buscar una sanción efectiva contra quienes contravengan las normas. El fiscal general, Mario Uribe, convocó ayer a los bolivianos a trabajar en fraternidad, en paz, desprendidos de toda naturaleza de discrepancias, “sólo en el objetivo puesto en la unidad”.

Según Correo del Sur, consultado sobre las acciones que asumirá el Ministerio Público ante la posibilidad de la comisión de delitos en el conflicto de Potosí, donde este fin de semana algunas personas ocasionaron daños materiales y personales a algunas autoridades y personas, Uribe dijo que hace una semana emitió un instructivo específico para el Fiscal de Distrito de Potosí, para que haga cumplir la misión constitucional encomendada al Ministerio Público. Es decir, inmediatamente se genere un hecho de connotación penal, actúe en consecuencia en cumplimiento de sus funciones, pero también dijo que es responsabilidad del Fiscal de Distrito proponer alguna solución si es que hay necesidad.

Mineros evitan tomar vuelos a turistas

Un total de 19 turistas, cuatro de los cuales son bolivianos, debieron dormir anoche en el Aeropuerto Capitán Nicolás Rojas debido a que no pudieron volar ayer a ninguna ciudad del interior del país para superar el bloqueo al que están sometidos por las presiones que se ejecutan en Potosí. Según constató El Potosí, 40 personas de varias nacionalidades llegaron ayer al aeropuerto, con el fin de utilizar los servicios de avionetas privadas para volar a Sucre o Santa Cruz. De inicio, las naves que tenían que recogerlos aplazaron su viaje porque desde la torre de control les informaron que había mineros alrededor del perímetro del aeropuerto.

Se trataba de cooperativistas que estaban en el punto de bloqueo de Karachipampa, y al percatarse de que un numeroso grupo de extranjeros se movilizaba hacia el aeropuerto, comenzaron a hostigarlos. Algunos incluso arrojaron cachorros de dinamita. Los aviones llegaron después del mediodía, cuando los mineros cesaron su hostigamiento, y lo hicieron con prudencia, con lapsos de tiempo entre uno y otro. El resultado de esa operación fue que la noche cayó sobre el lugar y ya no fue posible programar más vuelos. En virtud a ello, la mitad de los turistas se quedaron en la terminal aérea esperando que otros vuelos los recojan hoy.

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