18 abril 2010

Déficit electoral del MAS exige a Morales cambio de actitud

El Diario
Legisladores de la oposición aconsejan al Presidente dar un giro hacia la reconciliación oriente-occidente, campo-ciudad, aceptando que el país debe desarrollarse sobre los equilibrios políticos y la tolerancia democrática.

Los resultados oficiales de las elecciones departamentales y municipales del domingo 4 de abril confirman que el déficit electoral del MAS es algo incuestionable y trae consigo varios mensajes para el presidente Evo Morales: democracia, tolerancia, equilibrio político y resultados de gestión urgentes, desde el punto de vista de varios legisladores.

El presidente Morales ensayó el domingo 11 de abril, una evaluación optimista en sentido que en las elecciones pasadas, el MAS se consolidó como la primera fuerza política del país porque logró 229 alcaldías en su mayoría rurales de los 337 municipios y seis de las nueve gobernaciones del país.

Sin embargo, hizo escasa referencia al hecho de que no pudo ganar las alcaldías de ciudades capitales de La Paz, Santa Cruz, Tarija, Trinidad, Sucre, Oruro y Potosí, donde la gente votó en contra del candidato propuesto por el MAS, ni qué decir de las gobernaciones de Santa Cruz, Tarija y Beni.

En contrapartida, consolidaron su hegemonía en la gobernación de La Paz, Oruro, Potosí, Cochabamba, Chuquisaca y accedió a Pando, una plaza que hasta la anterior elección le resultaba difícil. Ganó la Alcaldía de El Alto, Cochabamba, Cobija. Además, el Presidente ordenó a su gabinete en la reunión de Huatajata empeñarse por una mejor relación con las gobernaciones y alcaldías masistas para demostrar resultados de gestión.

Esta ecuación del poder regional y municipal, de sumas o restas, generó al mismo tiempo un resultado que podría ser contundente. La votación del MAS se redujo casi al 14 por ciento que, en buenas cuentas, significa un déficit que podría bordear el millón de votos en los comicios de abril 2010, respecto a diciembre de 2009, según los cálculos de varios analistas. Hay distintas interpretaciones sobre los resultados.

FACTURA POLÍTICA

El senador por Convergencia Nacional, Bernardo Gutiérrez, advirtió que si el Presidente da un giro e intenta establecer un proceso de reconciliación y cerrar brechas campo-ciudad, oriente-occidente, puede mantener la posibilidad de continuar como proyecto político.

En su opinión, el resultado electoral significa que la sociedad civil, urbana intercultural pasó una factura política al presidente Morales porque donde el MAS perdió fue en ciudades capitales. En el campo, todavía mantiene su voto cautivo aunque sin pagar la deuda social.

“La gente quiere que el gobierno sea para todos, entonces el resultado es también efecto de que en los últimos cuatro años no se hicieron bien las cosas”, comentó.

Aseguró que el MAS ya debe despejarse del mito de la derecha o la oligarquía porque a partir del 4 abril existe un reacomodo político y la formación de una nueva generación de actores, por tanto, está ratificada la teoría de que “la oposición no representa a la derecha. Yo me declaro de izquierda democrática”, dijo.

VOTO CASTIGO

Para el diputado opositor de CN Javier Leigue, la población expresó su desencanto con el proceso de cambio y confirmó que aún existe el divorcio entre la clase media y el partido gubernamental porque los bolivianos siguen en la pobreza, corrupción, abuso, intolerancia y totalitarismo.

“La gente dio un voto castigo al MAS porque la clase media votó por otra opción en La Paz, Santa Cruz y en Cochabamba el partido oficialista ganó por margen estrecho”, sostuvo.

EQUILIBRIO DEMOCRÁTICO

En la visión del diputado opositor Adrián Oliva, el pueblo boliviano se pronunció a favor de los equilibrios políticos, porque si bien se reconoce la legitimidad del Presidente también se dio un voto de confianza a las autoridades subnacionales.

La sociedad –dijo – propone un esquema político plural que durante estos últimos cuatro años, ha sido confrontada y combatida por el Gobierno que trató de imponer una visión única.

Explicó que en Tarija, el MAS perdió el gobierno porque no ha hecho el esfuerzo en cuatro años por resolver los problemas de la gente, invirtiendo recursos para ejecutar proyectos que están en manos del Gobierno nacional. Las únicas inversiones realizadas se ejecutaron con recursos propios, sin el apoyo del Gobierno.

Oliva afirmó que el Gobierno se empeñó en confrontar a las prefecturas. La aspiración de un pueblo ha buscado la consolidación de una autonomía departamental, que tampoco ha recibido apoyo del Ejecutivo, pero que de manera forzada y a presión de los pueblos fue incorporada en la nueva Constitución Política del Estado.

“A MÍ ME DA PENA”

La ex militante del MAS y actual diputada, Adriana Gil, expresó su pesar sobre los resultados obtenidos por el partido de gubernamental que en su criterio perdió mucho por falta de una lectura y por no respetar lo que decidieron las bases.

“El MAS que yo conocí era diferente con gente idealista, ahora existen usurpadores de poder y oportunistas que no fueron las personas con las que conquistamos el poder. Entonces, cuando la gente que entra sin principios sin que le haya costado nada y viene del viejo sistema que combatimos ocasionan estas cosas. Nada bueno se podía esperar de esos oportunistas”, manifestó sin dar nombres y limitarse a decir que parte de ellos ahora son ex ministros.


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