El Deber
- ¿Por qué un abogado con su prestigio decide lanzarse a la política?
- Por mi profunda convicción autonomista de toda la vida. Lamentablemente pude ver cómo ese proceso se abandonó y no se lo implementó, vaya uno a saber por qué razón. Me alejé de la asesoría a Costas en noviembre de 2008, porque me di cuenta de que no había voluntad política para continuar con este proceso.
- ¿A qué se refiere con voluntad política?
- Pedí a Costas que organice una comisión de implementación del Estatuto y que la presida. Lamentablemente la delegó a Roly Aguilera. Siendo bondadosos, la comisión se reunió dos veces. Con mis asesores, Javier El-Hage y Federico Martínez, presentamos 13 leyes para transformar la Prefectura, con tres o cuatro competencias en una Gobernación. Cuando me di cuenta de que no funcionaba en lo absoluto y luego de trabajar de forma gratuita, renuncié.
- ¿No funcionó por temor o por falta de compromiso?
- Tengo la impresión de que en el círculo que rodea al prefecto prevalecieron los intereses sobre los principios. Hubo una especie de desaceleración, a manera de transacción para preservar intereses antes que garantizar la autonomía.
- ¿Quiénes son los del círculo?
- Prefiero no mencionarlo porque puedo equivocarme, pero son pequeñísimos grupos empresariales que están en el entorno prefectural. Luego, creo que hubo temor, que es comprensible, pero no justificable, porque el que se mete a estas cosas debe estar dispuesto a perder su libertad. Estamos ante un Gobierno muy fuerte, hegemónico, que ejerce abuso de poder y aquí tiene uno que estar dispuesto a arriesgarlo todo. El tercer punto es desconocimiento. No hay una planta de profesionales que entienda a cabalidad lo que es el proceso autonómico. Con todo esto llegué a la conclusión de que la única manera de parar la angustia que me provoca ver este proceso perderse era tratar de transformar la realidad y la única forma era tener el poder.
- ¿Cree que tiene chances?
- Creo que sí, porque el 86% que votó por una autonomía potente difícilmente votará por una persona que abandonó el proceso.
- En su búsqueda de construir poder, ¿no quemó etapas?
- No, porque he tenido una larguísima etapa formativa. Estudié en la que para algunos es la mejor universidad del mundo (Harvard). He trabajado cerca de 20 años en este proceso, ayudando a mucha gente, escribí 11 libros y cumplí las etapas de un gobernador. Tengo oponentes que, al contrario, han saltado al poder sin tener la preparación necesaria, y eso lo demostró Costas al reconocer sus limitaciones.
- Capacidad es una cosa, pero otra es estructura política, ¿no quemó ahí etapa?
- Es que no hay momentos ideales, si uno lo espera no llega nunca. Nadie va a venir a buscarme a mi cama y ve y se gobernador. Uno tiene que buscarlo y lograr una estructura impresionante. Mis mayores contrincantes sí que están solos y lo que tienen son funcionarios de la Prefectura, que, violando la ley, están controlandole la campaña de Rubén Costas. El mismo día que prohibieron la exportación de azúcar, el prefecto Roly Aguilera estaba con Rubén en San Matías. ¿Con qué cara le piden el voto al pueblo?
- Si Costas es tan malo, ¿por qué tardó tanto en darse cuenta?
- Es que hubo dos etapas. La primera de muy buena conducción, valiente. La gesta que culminó con la aprobación del estatuto es exitosa a escala mundial, por eso es que el abandono es tan dramático y la pérdida es tan grande.
- ¿Qué tuvo que ver la toma de instituciones con el quiebre?
- Me opuse a la toma, pero fueron tres los desencantos. Uno fue ése, porque yo abogaba para hagamos Estado y no tomemos edificio. Había que dictar la ley respectiva y asumir la institución, con el estatuto bajo un brazo, la ley departamental bajo el otro y el decreto en la mano. Lo que iba a pasar es que el conflicto iba a ser de orden legal y con ello se iba a ir construyendo el Estado. En España, cerca del 80% del modelo autonómico está regulado por sentencias constitucionales. El segundo desencanto profundo fue cuando se aprobó el texto constitucional y dije que habíamos perdido como en la guerra. Costas dijo: “Hemos ganado”. El tercer desencanto fue que no le dieron importancia a las leyes. Le pregunté si iba a seguir adelante con el proceso y me dijo que iba a ser muy difícil.
- Usted se fue con una carta cordial de renuncia, ¿por qué recién ahora sale a contar todo esto cuando es candidato?
- Porque la gente decente se va así, con un amigo especialmente. No tenía ambiciones políticas, pero la renuncia fue un anuncio de diferencias. Luego, cuando soy candidato, tengo que decir lo que pienso y afloraron las diferencias. Mi intención no es hacerlo quedar mal, pero tengo que decir mi verdad. Mis principios están por encima de mis amistades.
- ¿Eso hace que Costas vea ‘a un doble Urenda’?
- Sigo siendo cordial con él. No porque Costas sea mi amigo significa que voy a callar para siempre. Soy más amigo de mis principios que de mis amigos. No he movido un solo centímetro mi línea de principios. El que se bajó del carro de los principios fue él. Si Rubén Costas hubiera seguido mis consejos, implementando el proceso autonómico, yo seguiría aliado a él. Pero no puedo ser aliado de los que se divorcian de mis principios.
- Pese a que el suyo es un liderazgo nuevo, ¿por qué escogió rodearse de personas que ya han transitado por varios partidos y algunas de ellas partícipes de la violencia política?
- No tengo información de que alguien de mi entorno hubiera estado tomando instituciones. Me jacto de tener el mejor equipo de candidatos de Santa Cruz. No me parecen buenos los candidatos del Gobierno y los de la Prefectura son funcionarios. Tenemos una alianza base que incluye Alianza Social, gente de ADN que nunca estuvo en cargo públicos o candidatos excelentes como Carlos Pablo Klinsky, que si bien han estado en partidos políticos nunca han ejercido el poder. Tenemos candidaturas propias en 45 municipios y era imposible que lo haga en dos meses. Estos partidos políticos me han ayudado en su estructura de conformar listas. Ya he recorrido 11 provincias y veo que han hecho un extraordinario trabajo territorial.
- ¿Éste es un frente sólo para una elección?
- No, yo espero que esto dure mucho. Disfruto la política porque estoy rodeado de gente muy buena. Cuando tuvimos problemas con algunos partidos decidimos no ir con ellos, porque la clase política hay que dignificarla.
Puede que haya perdido votos, pero prefiero cabalgar con gente en la que confío.
- ¿Esa gente no se le va a ir después del 4 de abril?
- Espero que no. Nuestra propuesta y nuestros principios son tan sólidos que no veo razones para que eso pudiera ocurrir.
- ¿Dentro de ese equipo de personas hay gente que formó parte de la estructura de Branko Marinkovic?
- Probablemente haya amigos de Branko, pero, que yo sepa, no tiene instrumento político.
- Pero sí tenía una estructura similar en el Comité.
- No hay ninguna persona que haya estado trabajando en el Comité cuando Branko era presidente.
- ¿Ha recibido respaldo de Branko?
- Hemos recibido apoyo de mucha gente y, en el caso de Branko, recibimos su apoyo testimonial y logramos un precio conveniente en la utilización de su avión.
- ¿Su candidatura es producto del descontento entre Costas y Branko?
- No, eso no tiene ningún sentido.
- ¿Cuánto está cuesta su campaña?
- Los aportes son diversos y hemos optado por un apoyo pequeño y diverso. La forma clásica era buscarse dos o tres padrinos y luego uno se convierte en dependiente de ellos. Creo que estamos alrededor de unos $us 300.000.
- ¿Va a gastar menos que Costas y el MAS?
- Menos que Costas, con seguridad, pero no sé si menos que el MAS. Veo que hay un abandono del MAS hacia Jerjes. Me animo a decir que tengo más publicidad que Jerjes, ergo, ¿tengo más publicidad que el Gobierno? Eso no hace otra cosa que alimentar la hipótesis de que el candidato que le conviene al Gobierno es Rubén Costas, porque no defiende nada. ¿Qué hizo Rubén para ampliar los recursos o las competencias de la Prefectura? Nada. Pero al mismo tiempo, carajea lindo y es un opositor.
- Es muy probable que se dé un escenario de segunda vuelta sin su participación, ¿a quién va a apoyar?
- Tenemos muchas chances de ir a segunda vuelta con Costas. Las declaraciones subjetivas del Gobierno van a terminar por bajarlo. La prohibición de las exportaciones, el anuncio de García Linera que no le dará plata a los opositores, lo va a perjudicar a Jerjes. Debo prepararme para ser positivo y no pensar en esa posibilidad.
- Costas tiene la esperanza de que usted vuelva a ser su asesor si él es gobernador, ¿hay esa posibilidad?
- El que tiene que volver es él a encauzarse en la lucha autonómica. Siempre he estado y estaré en la lucha autonómica. Si él vuelve, estaremos juntos, pero no voy a abandonar mis principios para estar con personas que no estén con la causa autonómica.
Sus propuestas
- Seguridad ciudadana
Se necesita aplicar el estatuto autonómico y crear un instituto policial para que Santa Cruz tenga fuerza coercitiva. Hay que asignarle los recursos, establecer convenios con la Policía Nacional, las gendarmerías municipales y el flagelo es tan grande que hay que incorporar a los vecinos a las vigilancias por manzana.
Pero hay que atacar el problema de forma integral, dándole seguridad jurídica al vecino, evitando leyes retroactivas que ponen en peligro no sólo al político sino al ciudadano común. Todas estas inseguridades conducen a la falta de empleo, que es el origen de la inseguridad.
- Economía
Cuando se habla de modelo de desarrollo cruceño, no se lo puede pensar distinto al modelo del país, porque es una competencia nacional. Hemos sido más eficiente en utilizar las reglas del libre mercado y lo que debemos hacer es defender al sistema productivo cruceño de medidas abusivas, pero no podemos seguir con tantos pobres. Ahí lo que debe hacer la Gobernación es crear un banco propio, asegurándose que se recuperen los recursos, pero que dé acceso al crédito a bajos intereses y buenos plazos. Tenemos que atraer más inversión extranjera para generar empleos, con un libre mercado bien regulado. Hay que imitar a Lula da Silva
- Desarrollo humano
Santa Cruz tiene el más alto índice de desarrollo humano, pero es insuficiente. Hay que trabajar en dos competencias, educación y salud, que ahora están en el nivel central. Hay que recuperarlas y entregárselas a los municipios, con el apoyo de la Gobernación. Como principalísima misión hay que fomentar la educación y el conocimiento. Se dará becas a todos los mejores alumnos de los colegios para que estudien en universidades y a lo mejores universitarios hay que becarlos al exterior. También debemos atacar el tema pequeño y darle una mochila con útiles para que puedan estudiar. Además, hay que fomentar Infocal para formar más técnicos.
- Infraestructura
Hay que priorizar la construcción de caminos departamentales estables, pero primero hay analizar los que se están construyendo, si se están ejecutando de acuerdo a norma, si los contratos que se han firmado respetan los procesos de adjudicación, e intentar generar otras obras de infraestructura productiva.
También hay que pensar en grande y hacer de una vez por todas el proyecto hidroeléctrico Rosita, que es riego, generación de electricidad y control de cuencas para que no nos inundemos. Demandaría más $us 1.000 millones, pero es necesario para el futuro de la región.
- Autonomía
Hay que generar una corriente de opinión que demuestre al país que el modelo de la Constitución es centralizado, que es una hipocresía. Ese argumento tiene que ser bueno para Santa Cruz y para el resto del país. El desafío es hacer un trabajo que respete las dos manifestaciones de voluntad soberana, la que aprobó la Constitución con el 64%, pero con el respaldo de nuestro 86% de la gente que votó por el estatuto. El proceso debe ser cordial con las personas y duros con los principios. Hasta ahora lo hemos hecho al revés, hemos sido duros con las personas, a carajazo limpio, y blandos con los principios. Hay que reformar la Constitución.
Ping pong
Poder. La posibilidad de transformar la realidad
Gobierno. La posibilidad de servir.
Logia. La posibilidad de ayudarse mutuamente con el riesgo de causar daño al bien común.
Triunfo. Cuando prevaleces los principios por sobre los resultados.
Derrota. El mejor camino del aprendizaje
Cívico. El espíritu de servicio a la comunidad.
Segunda vuelta. Una idea brillante.
Evo Morales. Un hombre fiel a sus principios, pero lamentablemente sin convicción democrática.
Jerjes Justiniano. Un abogado apreciado y valioso, que no creo que logre hacer prevalecer sus convicciones frente a un Gobierno hegemónico.
Rubén Costas. Un amigo que condujo valientemente una causa hasta el referéndum autonómico.
Juan Carlos Urenda. Un hombre que ha dedicado su vida a la causa autonómica y que siempre ha esperado mejorar la sociedad en la que vive.
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