El Movimiento Al Socialismo (MAS) reclutó a más activistas de la autonomía para fortalecer su campaña en Santa Cruz; mientras, el candidato opositor Juan Carlos Urenda sumó a sus filas a militantes oficialistas descontentos.
El oficialismo selló acuerdos con el ex vicepresidente del Comité Pro Santa Cruz Nino Gandarilla y con Amalia Dimetry Roca, defensora del proceso autonomista y crítica del Gobierno de Evo Morales.
En la campaña proselitista presidencial de 2009, el oficialismo logró alianzas masivas con ex activistas de la autonomía y “barra-bravas” del fútbol, como Ángel “Chichi” Pérez; Franz Israel Medina, dirigente de la Federación Universitaria Local (FUL) de la Universidad Gabriel René Moreno; Marcos Dalence y dos ex funcionarios de la Prefectura de Santa Cruz cercanos a Rubén Costas: Jorge Aldunate, ex director de Seguridad Ciudadana, y Edmundo Arias, su guardaespalda personal.
El encargado de presentar a ambos personajes fue el postulante oficialista a la Alcaldía cruceña y ex dirigente de la Unión Cívica Solidaridad (UCS) Roberto Fernández.
El ex ucesista recibió el respaldo de Dimetry Roca, de quien dijo que es una mujer defensora del proceso autonomista, aunque reconoció que formó parte de los grupos de choque contra residentes de occidente.
Se acabó el tiempo de la confrontación, cuando incluso grupos intolerantes golpearon a residentes del occidente en las calles de la capital cruceña, manifestó Fernández.
A su turno, Dimetry reiteró que su apoyo es al candidato oficialista y negó ser militante del MAS. Aclaró que no ha cambiado de discurso y que su apoyo a Roberto Fernández “no es por plata”, sino por las convicciones ideológicas por las que luchó. “No he transado por debajo, no hay plata de por medio”. La adhesión de los activistas fue criticada por Rubén Costas, quien dijo que le alegraba que los “funcionales al Gobierno se vayan con su gente”. Las descalificaciones también fueron hechas por otras personalidades cruceñas.
Nino Gandarilla, que fue vicepresidente del Comité pro Santa Cruz durante la gestión de Rubén Costas —ex prefecto y ahora candidato a la reelección—hizo pública su alianza con el postulante a gobernador del MAS en Santa Cruz, Jerjes Justiniano, quien aseguró que si gana, el ex titular de la Unión Juvenil Cruceñista (a la que el Gobierno acusó de racista y de estar vinculada a las supuestas células terroristas como la de Eduardo Rózsa) tendrá un cargo en la Gobernación.
Las adhesiones de contrarios, empero, no sólo se dan en el MAS; al menos 130 campesinos y productores del Norte Integrado ex militantes del partido de gobierno se sumaron al frente Todos por Santa Cruz que postula a Juan Carlos Urenda a la Gobernación.
La jefa departamental del MAS en Santa Cruz, Lidia Choque, afirmó que ese hecho no molesta ni preocupa al oficialismo. “Es gente que responde a algunos dirigentes descontentos que no lograron entrar como candidatos y optaron por irse, pero son pocos”.
El MAS tuvo que cruzar ríos de sangre y selló pacto con unionistas.
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