10 febrero 2010

Félix Patzi “No voy a renunciar, ya le he pedido perdón al Presidente”


Vestido con un buzo azul, botas de goma, un sombrero gris de ala ancha y con las manos llenas de barro. Así encontró La Razón al intelectual aymara Félix Patzi, al sur de Patacamaya, a 100 kilómetros de La Paz. Cerca a él se hallaba una wiphala, una bandera paceña y una radio pequeña, además de una picota, pala, carretilla y un balde de agua que le sirven para cumplir el castigo al que le sentenciaron los comunarios de su población natal en el marco de la justicia comunitaria, por haber conducido un vehículo en estado de ebriedad y haber puesto en riesgo su candidatura a la gobernación de La Paz por el MAS.

Una bolsa de coca le ayuda a mitigar la laboriosa tarea de construcción de 1.000 adobes que irán a la refacción del módulo lechero de la población.

Su decisión de no renunciar a su candidatura está creando un conflicto interno en el MAS, ¿qué piensa sobre ello?
La verdad estoy sorprendido porque no pensé que esta situación afectara al partido que yo quiero de verdad y he trabajado por él. Veo que en este momento ya no sólo es un asunto departamental, se ha convertido en un asunto nacional. Como sociólogo digo que es la primera crisis seria dentro del MAS. Retirarme a la vida académica para mí estaría bien, pero el problema es que ya no voy a ser bien recibido en la población, siempre me van a mirar con esa cara de traidor.

El Vicepresidente ha dicho que ir con Patzi a las elecciones de abril es ir a un desastre electoral, ¿qué cree usted?
El Vicepresidente debería manejar como una hipótesis el hecho de que el MAS con Patzi iría a un desastre electoral y no como una afirmación. Mi hipótesis es que con Félix Patzi más bien está garantizado (el triunfo). Yo creo que cuando Álvaro (García Linera) dice “esto no se soluciona con chicotitos”, le falta el respeto a la Constitución, ahí se ve la infravaloración de la justicia comunitaria que está en la Constitución, es como si saliera su espíritu de colonialidad. El Vicepresidente, cuando dice “con chicotitos”, está infravalorando la justicia comunitaria. No valorar la justicia comunitaria es colonialidad y sobrevalorar a la justicia del occidente no es pregonar un verdadero espíritu de descolonización.

¿Félix Patzi va a renunciar?
A estas alturas se han complicado las cosas porque a medida que pasan los días las organizaciones se van solidarizando conmigo. Ya no es Félix Patzi como persona, sino es Félix Patzi como representante de todas las organizaciones sociales. Firmar la decisión de renuncia de manera involuntaria para mí es una defenestración personal, es sentirme como un traidor.

¿Cree que el tema de la borrachera fue o es usado políticamente por el Gobierno?
Hay que separar las cosas. Obvio estaba con copas, pero no estaba borracho. Esto ya parece como la Santa Inquisición, donde una doble moralidad se imponía. Yo veo así a Álvaro García y al ministro Sacha Llorenti, que con saña se han agarrado con mi persona porque, primero, no correspondía la suspensión definitiva (de mi licencia). Veo como una etapa de la Santa Inquisición donde digamos a los indígenas se los castiga y a los blancos se les permite hacer cualquier cosa. A mí me dicen borracho, es algo injusto y el pueblo se ha dado cuenta de eso y por eso se ha solidarizado conmigo.

¿Cree que cumplir con la sentencia de la justicia comunitaria lo absuelve de su delito y le permite ser candidato?
Estoy cumpliendo con la justicia ordinaria con la suspensión de mi licencia y con el castigo de la justicia comunitaria que está en la Constitución. Como nunca un individuo está cumpliendo con las dos justicias por un leve error y por eso creo que de mí han querido hacer una satanización de la política y es imparable todo esto. Y aunque desearía renunciar, ya no me dejan.

¿Error u obra de la derecha?
La verdad son movimientos raros, no quisiera hablar de ello por ahora. Yo estoy investigando porque no es normal que la Policía y la prensa aparezcan de manera rápida.

¿Qué va a hacer en el futuro?
Voy a cumplir con la sentencia comunitaria. Espero terminar el día sábado y a partir de eso creo haber cumplido con las dos justicias tanto ordinaria como comunitaria, y donde me habilito, a pedido del pueblo, a ejercer mi campaña si es que el Presidente no decide otro camino. No voy a renunciar. Ya le he pedido perdón al presidente Morales.

¿Siente alguna discriminación de parte del Gobierno?
Del ministro de Gobierno, Sacha Llorenti. Yo sentía un poco de desprecio, un celo profesional por estar cerca del Presidente, se sentía amenazado. Al Canciller lo veo un poco desesperado; en mi criterio, exageró en sus palabras al tratar de hacer creer a la población que yo soy un borracho. Cuando me estigmatizaron como borracho, ahí la reacción de la gente y del pueblo.

¿Qué piensa su familia sobre lo que está pasando?
Mi familia está tranquila, con algunos temores de que me pase algo. Pero no es para tanto porque existe un compromiso social con la población.

¿Qué le deja esta experiencia?
El campo político debe cambiar. Está lleno de hipocresía, de doble moral, de disputas, de intrigas, de celos.

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