La historia aún no está completa. Esta tarde, alrededor de las seis se sabrá de cuántos buses dispone el Club Atlético Ciclón para trasladar a su hinchada de Tarija a Montero, donde mañana sábado, a las cuatro de la tarde, el equipo chapaco se medirá al de Guabirá, en el partido de ida de la final para la copa Simón Bolívar.
Y el cuento de los buses ¿a qué viene?
Pues que los directivos de Ciclón gestionaron, desde hace varios días, ante la prefectura del departamento su apoyo en forma de tres buses alquilados para trasladar a la hinchada a Montero. En principio se les dijo que sí.
Similar gestión se hizo ante el alcalde Oscar Montes, quien, inicialmente, dijo que se podría contar con dos buses.
Y APARECIÓ EVO
Así las cosas, ayer apareció en Tarija Evo Morales, en lo suyo, es decir en la campaña electoral.
El presidente-candidato y su comitiva, después de haberse reunido con madereros, lecheros y representantes de varios otros sectores productivos, se fue a La Pampa a buscar a los jugadores de Ciclón, que deberían estar entrenando en el estadio, pero que por aquellas raras “casualidades” permanecía cerrado y las llaves no las tiene Ciclón, por supuesto, sino el Servicio Departamental de Deportes.
Total, que Evo tuvo que saludarlos, darle unas patadas a la pelota, desearles mucha suerte en Montero, etc, en La Pampa. Y punto (Ah. Los de Ciclón le regalaron una camiseta de su uniforme, autografiada).
Los deportistas se dispusieron entonces a entrenar y ¡Oh casualidad! Ahora sí el estadio estaba abierto y disponible.
La historia hubiera terminado ahí, si es que al intentar confirmar lo de los buses ofrecidos por la prefectura, alguien (su nombre lo mantienen en reserva) no hubiera sugerido que “mejor se los pidieran al Ministerio de Salud y Deporte”.
Como si fuera poco, al hacer las gestiones en la alcaldía, la respuesta evasiva fue que “mejor debería dárselos la prefectura”.
Estas cosas no se pueden mantener en secreto. Corrió la voz y le llegaron los rumores a Sacha Llorenti, ministro de Evo y éste (Sacha), ni corto ni perezoso tomó un teléfono celular, llamó alguien (no importa quién) mencionó” ….cinco buses…en Tarija…”
No es una oferta formal, ni un compromiso demandable, pero los que saben de estas cosas dicen que esta tarde, antes de las seis, habrá por lo menos cinco buses esperando a la hinchada de Ciclón.
Porque otros dicen que quizás haya diez. Porque ningún político que se respete se atrevería a desairar a los únicos que en los últimos meses le han dado al pueblo tarijeño momento de verdadera y sana alegría, esforzándose por agradar y satisfacer realmente, con hecho, a su hinchada. (Eso en un político, se vería actualmente por lo menos insólito).
En todo caso el cuento no ha terminado. Los hinchas de Ciclón irán a Montero para apoyar a “su” equipo. Si van en diez buses mejor, porque así serán “casi” una barra local allá. Con semejante entusiasmo de buen augurio hay más probabilidad de que se traigan el triunfo.
¿Votos? No hombre, aquí estamos hablando de algo serio. Estamos hablando de goles.
¡Fuerza Ciclón!
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