26 octubre 2009

La coca ocupa poco espacio en los programas de Gobierno

La Prensa


Santa Cruz / El Deber.- Bolivia ha pasado de sembrar 23.000 hectáreas de coca en 2006 a 30.500 en 2008. Un salto muy significativo si tomamos en cuenta que la superficie permitida por la Ley 1008 es de 12.000 hectáreas. También aumentó la incautación de droga de 14 a 25,5 toneladas en el mismo periodo. Los candidatos a la Presidencia del país conocen estas cifras, pero en sus programas de Gobierno, la propuesta al respecto es tímida y en algunos casos ni existe.

Hasta ahora se han escuchado ideas sueltas y por la consulta de los periodistas. Sin embargo, el narcotráfico es un tema que requiere muchos recursos económicos y humanos, y una fuerte convicción de que está envenenando a las futuras generaciones, distorsionando la economía y aniquilando los valores.

Según el informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD), la producción de coca alcanzó en el año 2008 a 54.000 toneladas, de las que 36.200 se desviaron al narcotráfico. El valor calculado de la coca llega a 293 millones de dólares.

En los programas de Gobierno de los partidos resaltan las críticas a la administración de Evo Morales por el aumento de la superficie cultivada con coca, las muertes que ocasionó el enfrentamiento entre cocaleros y el perjuicio que provoca el narcotráfico, pero pocos se concentran en las soluciones.

El frente de René Joaquino, Alianza Social, menciona: “Los cultivos de coca han crecido en forma desmesurada, y una buena parte del producto alimenta el narcotráfico”, y critica al indigenismo revanchista por degradar el suelo con el cultivo de la hoja.

El programa de Bolivia Social Demócrata, que postula a Rime Choquehuanca, considera que el tema de la coca debe ser sometido a un referéndum, pero en ningún momento el ex fiscal se refiere al narcotráfico.

Manfred Reyes Villa, de PPB-CN, es claro al decir que el país no puede seguir con la coca excedentaria, porque hace daño. “Cocaína cero, porque ya no es un cato por familia, es un cato por persona”. El aspirante a la Presidencia reconoce que negociar con los cocaleros puede ser difícil, pero está convencido de que si llega a ser Gobierno, intensificará la erradicación y además impulsará el desarrollo alternativo.

Ana María Flores, del Movimiento de Unidad Social Patriótica (Muspa), sostuvo que la premisa es cumplir fielmente la Ley 1008. Propone un riguroso control y consensuar con quienes acullican, para no confrontar.

En criterio del líder de Pueblos por la Libertad y Soberanía (Pulso), Alejo Véliz, se deben respetar las zonas tradicionales de la hoja de coca, Yungas de La Paz y Yungas Vandiola de Cochabamba, pero los cultivos excedentarios deben ser eliminados.

Por su parte, Román Loayza, de la agrupación Gente, dijo que hay que industrializar la hoja de coca y resaltar sus bondades, porque hasta ahora ha sido mal utilizada y desprestigiada.

El MAS propone el Plan Nacional Integral con Coca, con el objetivo de promover inversiones sociales y productivas en las áreas tradicionales de producción de la coca, para eliminar los factores causantes de la pobreza y el deterioro ambiental. Según Héctor Arce, candidato a diputado, la lucha contra la elaboración, tráfico y consumo de drogas ilícitas se realizará en el marco de la responsabilidad compartida con la comunidad internacional y del respeto a la soberanía nacional.

Propuestas de cultivos alternativos y consulta

La mayoría de los candidatos presidenciables consultados por Usted Elige coincide en que el desarrollo alternativo es la mejor manera de acabar con el narcotráfico. Sólo Rime Choquehuanca, de Bolivia Social Demócrata (BSD), cree que es la población la que debe decidir qué hacer con la coca, a través de un referéndum.

Manfred Reyes Villa, candidato de Plan Progreso para Bolivia-Convergencia Nacional, plantea tres estrategias: exportación, industrialización y mercado interno. En este sentido, propone aumentar la superficie de cultivos de banano y palmito. Asimismo, generalizar el consumo del banano, naranja y mandarina y la industrialización, que implica una red de gas en el Chapare, para reducir los costos de producción.

Ana María Flores, aspirante de Muspa, coincide con Reyes Villa en el desarrollo alternativo.

Samuel Doria Medina, presidenciable de Unidad Nacional, considera que además de promover la producción orgánica para exportación, se debe reformar la Ley 1008, pero evitando que retorne la confrontación entre el Estado y los productores de la hoja de coca.

Opiniones

Ernesto Justiniano

Ex “vice” de Defensa Social

“Ante el fracaso de la erradicación por el aumento de los cultivos de coca, se debe estatizar la producción de coca legal y, por el fracaso de la lucha antidrogas, internacionalizar las acciones.

En este sentido, se debe nacionalizar toda la cadena de producción, distribución y comercialización de la hoja de coca. Un solo responsable: el Estado. Asimismo, hay que generar fuentes de trabajo legales para todos los nuevos desempleados cocaleros. Prohibido sembrar, permitido el consumo tradicional, medicinal y ritual de la hoja de coca. Erradicar los cultivos de coca en las áreas no asignadas legalmente por el Estado y establecer sanciones a los cocaleros recurrentes.

Internacionalizar la lucha contra el narcotráfico y separar la política de ‘la lucha contra el narcotráfico’ en lo interno e internacional. Las divergencias ideológicas del Gobierno de turno no deben afectar la cooperación internacional. Respetar y hacer respetar el principio de responsabilidad compartida en la lucha contra el narcotráfico e internacionalizar su combate”.

Felipe Cáceres

“Vice” de Defensa Social

“Es cierto que en Bolivia se incrementaron los cultivos de la hoja de coca en los parques nacionales y la zona de Yungas del departamento de La Paz, pero existe el compromiso de erradicar los cultivos excedentes para cumplir las metas exigidas por la comunidad internacional. Aumentó la producción, pero es porque también creció la demanda.

Si hay un 6 por ciento de incremento en los cultivos de coca, en materia de incautaciones y secuestro de droga, el país logró el récord de llegar al 145 por ciento, esto demuestra el compromiso del país para luchar contra la producción y tráfico ilícito de drogas. Existen varios hermanos que recién empezaron a plantar coca en áreas no tradicionales y creen que son cocaleros, y por ello se requiere fuerzas aerotransportadas.

Sin embargo, el Gobierno no caerá en el juego de jefes y candidatos políticos en carrera electoral, que intentan hacer política con el tema del narcotráfico.

Hago un llamado al pueblo boliviano a no dejarse sorprender en un momento electoral, para restarle importancia a los resultados en interdicción y la erradicación de cultivos de hoja de coca ilegal y excedente”.

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