El Órgano Electoral Plurinacional (OEP) superó la meta de empadronamiento biométrico y hasta el 10 de octubre pasó los 4,4 millones de inscritos. El titular de la entidad electoral, Antonio Costas, en una entrevista con La Prensa, informó que en la base de datos existen algo más de tres millones de registros que ya fueron depurados o procesados por el sistema informático de forma automática.
En 6.000 de estos registros el sistema detectó una similitud de huellas que fueron contrastadas y en su mayoría fueron descartadas sin mucha observación. No obstante, según Costas, se hallaron indicios en algunos casos de una suplantación de identidad de personas fallecidas. Estos ciudadanos están en observación y no podrán emitir su voto en las elecciones generales del domingo 6 de diciembre.
De acuerdo con el Presidente del organismo electoral, el sistema biométrico del nuevo padrón electoral es seguro y, por lo tanto, según dijo, la población debe estar tranquila porque el OEP manejará sus datos con la más absoluta reserva.
—Por la información que se tiene, se sobrepasaron los 4,4 millones de inscritos en el padrón biométrico...
—Sí, pero no todos están en la base de datos. Nuestras terminales biométricas aún están en trabajo de campo y hay información todavía que está siendo recuperada y enviada a la Corte (Órgano Electoral). Hasta ahora tenemos en la base de datos demográficos alrededor de 3.100.000 ciudadanos, cuyos datos pronto serán verificados.
—De ellos, ¿cuántos ya han ingresado al proceso de depuración o contrastación?
—Alrededor de 1.200.000 ciudadanos aproximadamente, los cuales ya han tenido procesamiento dactilar.
—¿En qué consiste o cómo se realiza este procesamiento dactilar?
—Es un proceso que se denomina 1 a N porque es la contrastación de una huella contra todas las huellas que están almacenadas en el sistema de AFIS. Consiste en buscar la similitud, la coincidencia o la falta de similitud o la diferencia entre estas huellas, si son iguales o son diferentes.
Eso se basa en una tecnología que de manera primaria reconoce, mide, localiza geográficamente, a través de un software, las características especiales que tienen las huellas humanas. Esas huellas se comparan a través de una relación matemática y se ve si existe o no similitud entre ellas. Cuando existe similitud, esas huellas son candidatas a que correspondan a las mismas personas. Si existe una situación así, lo que el sistema hace es comparar una segunda huella entre las personas que tienen una similitud, consecuentemente, se diferencian de manera categórica. El proceso es absolutamente automático. Cuando ocurre que se han presentado dos candidatos que presumiblemente son la misma persona, el sistema también está programado de tal manera que pueda derivar a un perito si el nivel sobrepasa el umbral. Para encontrar la certeza, damos un intérvalo de cero a uno y decimos que alrededor de 0,7 es el umbral para decidir que hay seguridad y debajo de ese 0,7 existe la duda de precisar si son la misma persona o son dos personas diferentes.
Cuando ocurre esto, lo que el sistema hace es derivar a un sistema de trabajo de perito dactiloscópico. Este profesional nuevamente realiza el análisis de las características de las huellas y define si son las mismas o son diferentes.
—¿Hasta ahora cuántos casos de éstos ha detectado el sistema?
—Todo este proceso, de acuerdo con la última información que se tiene, no supera los 6.000, y de estos 6.000 han sido resueltos, básicamente, todos sin mayor observación. Pero en algunos casos ya se ha detectado en una segunda etapa (de análisis comparativo), por ejemplo, que algunos ciudadanos estuvieran, presumiblemente, haciendo una suplantación de identidad de personas que hubieran fallecido. Se han encontrado algunos indicios que, obviamente, van a ser analizados para definir la situación en cada uno de estos casos.
—¿Cómo se detectaron estos registros sospechosos?
—A través de la complementación de este proceso inicial dactiloscópico (de contrastación de huellas) con la comparación de los datos demográficos del ciudadano y la base de datos del Registro Civil encontramos que ése era un ciudadano de carne y hueso y único además; no eran dos personas, sino un ciudadano que tenía las huellas totalmente diferenciadas del universo, pero al hacer la contrastación con el Registro Civi un indicio de que estuviera con la identidad de una persona que en el Registro está anotada como fallecida.
—¿Cuántos casos se detectaron?
—Muy pocos.
—¿Cuántos?
—Lo que pasa es que tenemos que determinar el número final, pero no han superado en este caso los 40.
—¿Qué corresponde hacer con estos casos?
—Estamos haciendo un análisis de la casuística, todavía estamos estableciendo dentro de este proceso de análisis dactilar y demográfico qué grupos de casos se están presentando y para cada uno de ellos tenemos que, a través de una resolución de Sala Plena, establecer las providencias.
Por ejemplo, si una persona que se ha registrado en La Paz, pero por un motivo de viaje o de trabajo se trasladó a Cochabamba, tiene que volverse a reinscribir allá porque es un cambio de domicilio y, obviamente, con el procesamiento dactilar, el sistema AFIS encuentra las mismas huellas, pero no identifica de quiénes son.
Como tenemos el identificador de las huellas relacionado con la persona, podemos ver a través del análisis de los datos de su nombre y dirección que se trata de la misma persona. En este caso no podemos sancionar porque ha obrado de manera consciente y ha hecho un nuevo registro por el traslado de domicilio. Los registros no se anulan, uno queda válido y el otro queda en suspenso.
—¿Es el mismo caso de una persona que ha perdido la boleta y se volvió a registrar?
—Así es, y puede ocurrir eso. Como en este momento no es fácil que se entregue una certificación porque estamos procesando los datos, entonces hay ciudadanos que han optado por volverse a inscribir. Cuando se procese esa información, vamos a encontrar que (las huellas) están repetidas y vamos a tener que hacer el análisis.
—¿Se han encontrado casos de huellas iguales con distintos nombres?
—Ahí tiene que haber otro tratamiento. El primer indicio es que se trataría de una suplantación de identidad o de una persona que utiliza doble identidad y un ciudadano no puede tener doble identidad.
—¿En estos casos compete una sanción al empadronado?
—Tenemos que hacer un análisis, tenemos que encontrar la base jurídica. El sistema, técnicamente, ha detectado y ese ciudadano no puede ya emitir su voto porque está observado, pero tenemos que analizar qué previsión tenemos que adoptar y no puedo hacer ninguna presunción porque debe ser tratado en la Dirección Jurídica y en Sala Plena, que será, finalmente, la que adopte la decisión.
—¿Las personas que están observadas ya no votarían?
—Así es. Hace un tiempo nosotros dijimos que vamos a empadronar a vivos y a los muy vivos los vamos a poner en suspenso, ése sería el caso. Lo primero que tenemos que hacer es convocarlas. Tenemos un espacio de tiempo suficiente para tratar todos estos casos, porque no podemos olvidar que el ciudadano tiene el derecho constitucional de votar, y si ha presentado una cédula, yo debo presumir legalidad en ese documento. Aunque yo tenga la sospecha, no puedo arbitrariamente asumir una decisión que impida cumplir un derecho constitucional.
—¿Cuántos casos de registros dobles de personas que cambiaron de domicilio o perdieron su boleta se detectaron?
—Varios casos.
—¿Cuántos?
—No recuerdo, lo que ocurre es que estamos en pleno procesamiento dactilar. En este momento la clave es el procesamiento dactilar. Antes hacíamos el procesamiento demográfico, se comparaban los nombres, ahora no se comparan los nombres sino las huellas. Después de esa contrastación dactilar se deriva todo al otro análisis (de comparar las huellas con los datos demográficos). No puedo indicarle, concretamente, cuántos casos hay; hay indicios, pero no sé el número exacto. Estamos haciendo el análisis para determinar en Sala Plena las acciones que se deben tomar.
—¿Cuándo concluye la contrastación de huellas y datos?
—Estimamos concluir hasta el 30 de octubre.
—¿Cuántos registros biométricos se procesan por día?
—150.000 registros.
—¿Cuán seguro es el sistema del empadronamiento biométrico?
—Es muy seguro. De hecho, la base de datos está extremadamente controlada, se audita permanentemente el acceso a la base de datos. El ciudadano tiene que tener confianza de que esa base de datos, con la misma responsabilidad que hemos ido manejando el Registro Civil y el mismo padrón electoral, la Corte la va a manejar con excesivo celo.
—¿Cuántos peritos trabajan en la revisión dactilar en el OEP?
—Se han previsto diez, pero en realidad trabajan solamente cinco. El número de casos que se derivan a peritos es bajo, así que están con un trabajo bastante descansado. La conclusión de esto es que el registro de las huellas que se han tomado es bastante bueno, es óptimo. Relamente se está pudiendo hacer un buen trabajo de procesamiento dactilar.
Es muy interesante la calidad de las huellas, el nivel (de aceptación) que se estableció en muchos ha sido superado; y en los casos de ciudadanos que no se capturaron las diez huellas, y se han capturado, por ejemplo, sólo ocho, esas ocho tienen muy buena calidad.
En este momento se está haciendo la contrastación de huellas que es el sistema dactilar primario y cuando ocurre algún problema que no se pueda resolver con ese procesamiento, se acude a esa segunda instancia que es el procesamiento facial. Existen algunas personas que son discapacitadas, que no poseen los miembros, o algunas personas que por su trabajo tienen deterioro en sus huellas, que son pocos, en cuyos casos se hace un procesamiento facial.
—En los últimos datos del registro biométrico se observa un crecimiento importante en el padrón, principalmente en el de Tarija, Beni y Santa Cruz. ¿A qué se debe este aumento?
—Hay varios factores, uno de ellos es la migración. Hay una migración sostenida a departamentos como Tarija por el tema de las regalías, la calidad de vida que se tiene allá, es más tranquila; por esto del boom petrolero hay muchos ciudadanos que están residiendo ahora en Tarija. Otro de los factores es la novedad. El sistema biométrico es una novedad, el ciudadano se ha interesado y se ha comprometido con el proyecto. Hay personas mayores de 70 años, incluso, que en el primer periodo del empadronamiento llenaron las filas; también hay mucha gente joven que ha ingresado a los 18 años y que se ha registrado. Otra causa es que de alguna manera se ha vencido la apatía que existía en el anterior sistema de inscripción que ya resultó rutinario y hubo personas que optaron por no registrarse y no participar. Quién sabe ahora por la ejecución del proyecto se han sentido motivadas.
No veo una situación alarmante. Obviamente, una vez que se disponga de la base de datos completa, se van a hacer algunos estudios complementarios que nos permitan ser más objetivos en esta apreciación que se tiene.
—¿Después del 6 de diciembre se va a volver a habilitar el padrón biométrico para las elecciones municipales y prefecturales del 10 abril de 2010?
—Así es, vamos a volver a habilitar el padrón para registro permanente y tenemos el proyecto de llevar esta tarea tanto en el país como en el extranjero, obviamente, con una modalidad menos intensiva, porque la presunción nos lleva a concluir que para el verificativo de las elecciones de abril el número de ciudadanos que se van a inscribir va a ser mucho menor. No se olviden que este empadronamiento es único, nunca más el ciudadano necesitará registrarse, lo único que hará en el futuro es notificar el cambio de su domicilio.
—¿Cuándo se lo habilitaría?
—Estimamos poder hacerlo a partir de enero, pero es una fecha que está sujeta al proceso electoral siguiente, entonces, enero o febrero para tener terminales en las cortes departamentales. Estamos analizando que también las oficialías (de Registro Civil y notarías) complementen este trabajo para hacer un operativo que tenga menor intensidad, pero la cobertura suficiente.
—¿Y desde cuándo se entregarán los carnets electorales?
—Estamos llevando adelante la fase inicial de este proyecto que ya tenía un marco. Con la Cooperación Canadiense se desarrolló el aspecto general del proyecto. Ahora estamos buscando el financiamiento dentro de la cooperación para llevar adelante un proceso que no sabemos aún si va a ser una licitación pública o si con una norma de excepción se pueda hacer una invitación directa para llevar adelante la producción de todas las credenciales electorales en función de los datos de padrón biométrico contrastados con el Registro Civil. Éste se va a denominar credencial electoral y básicamente será un documento de identidad electoral. Pretendemos que a través de una modificación a la norma se pueda introducir esto como un documento complementario al momento de cumplir con los deberes electorales como las elecciones o referendos de distinto nivel.
—¿Hasta cuándo podríamos ya contar con esta credencial?
—Eso está en función del financiamiento, pero quisiéramos lanzar el proyecto en febrero y tal vez en un par de meses, fines de abril o mayo, tener el primer lote de credenciales para entregar a los primeros ciudadanos.
DATOS ELECTORALES
01-08-09: El OEP inició el empadronamiento biométrico en el área rural.
15-08-09: La inscripción se amplió a las ciudades capitales en todo el país.
15-09-09: Comenzó el registro de los bolivianos que residen en el exterior.
15-10-09: Concluye el plazo para la inscripción en el país y en el extranjero.
Perfil
Nombres y apellidos Antonio José Costas Sitic
Profesión Ingeniero informático
Ocupación Costas fue posesionado como vocal de la Corte Nacional Electoral por el presidente nato del Congreso Nacional, Álvaro García Linera, el 24 de diciembre de 2008. El 5 de junio de este año fue elegido como nuevo Presidente de la institución electoral en reemplazo de José Luis Exeni, quien renunció aduciendo “motivos familiares”. Al asumir el cargo aseguró que cumpliría los plazos establecidos para los comicios del 6 de diciembre.
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